LA DEL REGIMEN ES UNA REMINISCENTE TÁCTICA LENINISTA PARA EVADIR SUS RESPONSABILIDADES EN EL CASO ESEQUIBANO
Consabido, a
finales de la semana pasada, el madurismo aprobó celebrar un referéndum consultivo para
decidir sobre el caso del Esequibo, por cierto, sin precisar los términos, a
través de la llamada Asamblea Nacional de 2020. Valga señalar que el
dispositivo parlamentario de evidente origen fraudulento, renunció a sus
competencias constitucional para considerar la materia, reconociendo como único
decisor a Nicolás Maduro, y, faltando poco, presidida una comisión especial por
un constitucionalista, ésta fue la promotora de un referéndum inconstitucional,
siendo irrenunciable el derecho a la integridad territorial, imposibilitada
tamaña consulta, según los artículos 1 y 74 constitucionales.
Esperada la
sesión de la Comisión Delegada de la legítima Asamblea Nacional elegida en
2015, ésta aprobó por unanimidad sendo acuerdo en apoyo a la solución pacífica
de la controversia territorial con Guyana, en rechazo a la politización e
ideologización de la reclamación esequibana.
Esperada
intervención, diputado Luis Barragán,
integrante de la fracción parlamentaria de Encuentro Ciudadano, se pronunció en
la materia no sin contextualizarla en el papel histórico que le ha
correspondido jugar al parlamento en el presente y en el anterior siglo.
CONSTRUCCIÓN
PARLAMENTARIA DEL SENTIDO COMÚN
En efecto,
señaló que la Asamblea Nacional, electa en 2015, es la que ha trabajado más a fondo el tema en
la presente centuria, rompiendo la
(auto)censura y el bloqueo informativo respecto al problema territorial, no sin
revindicar sus facultades de control del Ejecutivo Nacional. Defendió la
existencia de una política, más que de una razón de Estado, solo posible a
través de alcanzar a través del debate público, libre y plural que conjugue las
diferencias y coincidencias:
“Así, en un
sentido, varias veces, hemos tenido severas diferencias, pero ha sido
recurrente e inmensa la coincidencia para defender los más altos intereses del
país, y, en otro sentido, sesiones alusivas, como una de 2018, nos permitió
subrayar la vigencia del Acuerdo de Ginebra, pero – al mismo tiempo – lamentar
el fallecimiento por aquellos días de unos de sus críticos, René de Sola,
reconocido los grandes servicios que prestó a la nación”.
Aseguró que el
parlamento cuenta con una doctrina parlamentaria en materia esequibana, como
ocurrió también la década de los sesenta del siglo pasado, tomando en cuenta
que “el parlamento está hecho para la discusión de fondo de los problemas
fundamentales del país, la réplica y la contrarréplica, y el recurso didáctico
no debe confundirse con la propaganda y el mero ejercicio escolar, en la
necesaria construcción parlamentaria del sentido común”.
EXTRAÑA
CONDUCTA LA DE LUIS ALMAGRO
Seguidamente
tildó de inconstitucional el pretendido referéndum, pues, “el régimen todavía
no se entera que el pueblo venezolano por más de un siglo y tanto, siente a la Guayana Esequiba integrada a
nuestro patrimonio espiritual y territorial”, aunque hizo referencia a varias
de las declaraciones de altos funcionarios extranjeros en apoyo a Guyana:
“Esta Asamblea
Nacional se ha pronunciado constante y consistentemente en defensa de nuestros
legítimos, fundados e históricos derechos, rechazando la postura de todo aquél
que ha apoyado las pretensiones del vecino país, como ocurre con la dictadura
cubana férreamente pro-guyanesa. Por
cierto, a esta abultada contradicción con el régimen encabezado por Nicolás
Maduro, se suma un hecho extraño y sorprendente: el secretario general de la
OEA, Luis Almagro, otrora férreo adversario del régimen miraflorino, no sólo
llama a cohabitar con los verdugos sino que apoya descaradamente a Georgetown”.
EVASIÓN DE
RESPONSABILIDADES
Para el
diputado Barragán la clave está en que el régimen se hizo parte en la demanda
incoada por Guyana por ante la Corte Internacional de Justicia, ha perdido dos
cuestiones o incidencias previas, y, entre otros actos procesales, tiene pendiente consignar la Contramemoria a
principios de 2024:
“Por ejemplo, a la opinión pública no le consta que haya
considerado y solicitado las medidas provisionales pertinentes que un
reconocido experto las ejemplifica con el cese de la expoliación de los
recursos naturales del territorio Esequibo, y, el suscrito, modestamente, cree necesario añadir medidas orientadas
a no menoscabar nuestros legítimos
intereses y prevenir cualquier incidente en la Fachada Atlántica, con aquellas
que conduzcan a proteger a los venezolanos que llegan a Guyana tratando de
salvarse de la crisis humanitaria compleja que todavía nos aqueja tan
severamente”.
EL ARDID
LENINISTA
La pretendida
evasión y transferencia de responsabilidades a la población a través del
referéndum está inspirada en las tácticas que consagró Vladimir Lenin hasta
imponer sangrientamente a los bolcheviques en Rusia:
“Una coartada
de la más amplia resonancia propagandística capaz de tergiversar los hechos,
porque antes que marxista, el de acá es
un régimen leninista y guevarista, como lo fue el MIR (Movimiento de Izquierda
Revolucionaria), el partido de origen de todas las individualidades y
organizaciones formales e informales que detentan hoy el poder en Venezuela”.
Igualmente,
recordó que los hechos son reminiscentes de la invasión de Argentina a Las
Malvinas de un extraordinario fracaso que hizo del nacionalismo un ardid
populista.
SOLUCIÓN
DEFINITIVAMENTE ELECTORAL AL PROBLEMA QUE ES EL DE TODO UN RÉGIMEN
Aseveró que
las responsabilidades del régimen son intransferibles: “Las responsabilidades
del régimen con La Haya son muy directas, concretas y específicas. Una vulgar
estratagema, cuyo objetivo es extorsionar a los venezolanos y,
simultáneamente, confundirlos tratando
de golpear las primarias de la oposición y condicionar los comicios
presidenciales de 2024”.
Finalmente,
sentenció:
“Resolvamos el
asunto de una vez. En lugar el referéndum consultivo para el Esequibo, hagamos
unas elecciones convincentes, limpias y transparentes a objeto de desplazar
constitucional y pacíficamente a quienes
entregan el Esequibo”.
Fotografía: Arles Arcia (Asamblea Nacional, 22/02/19).
26/09/2023: