DE LA CARRETERIZACIÓN DE LAS CIUDADES
Luis Barragán
Inexpertos en
el tema, suponemos que la denominación “carretera”, proviene de todo camino que
se adecuó para la circulación de carretas o vehículos semejantes requeridos de
un desplazamiento lo más estable posible, en contraste con los senderos más
accidentados o irregulares para movilizarse individualmente a caballo. La urbe del
viejo mundo adoptó la modalidad, moderando las condiciones para los vehículos
de tracción animal que, desplazados más adelante por los automotores, apuntó a
otras características, como la amplitud de las vías, el completo y nivelado
asfaltado, iluminación, semaforía, señalización, etc.
Contaba la
densidad poblacional para distinguir entre una y otra alternativa vial: la
carretera tuvo un importante desarrollo en los grandes espacios de menor
población, mientras que la avenida y calles se entendieron en un contexto de
hacinamiento. Por ello, la contrastante
regulación de las velocidades, el trazado, los servicios, los niveles de
circulación, etc., entre una y otras.
Transcurrido
el tiempo, por lo que respecta a nuestro país, las vialidades rural y urbana
fueron deteriorándose acompasadamente, añadidas las autopistas justificadas de
más costosa construcción y mantenimiento. Dijimos, la densidad poblacional marca una diferencia,
pero quisiéramos observar otra una obvia diferenciación: las luces y las cornetas de
los vehículos deben ser aún más poderosas, porque se trata de surcar gigantescos
ámbitos frecuentemente solitarios, obscuros y de una difícil sonoridad. Sin embargo,
fundamentalmente en el presente siglo, sin necesidad, para una ciudad que
también duerme, penosamente iluminada, ha adquirido carta de naturaleza el ruido
y el encandilamiento ilimitados.
En efecto,
principalmente, las camionetas de transporte público, tienen cornetas “mata-ganado”
que compiten deslealmente con el resto de los vehículos y capaces de matar de un susto al
peatón desprevenido, por no comentar que hay vehículos particulares que gozan
del detalle portadores de grandes cornetas que estremecen a cualquier
vecindario. Ocurre algo semejante, con las
luces de innecesarias proporciones que pueden compensar y compensan la falta de
alumbrado público, pero destellan con facilidad a los conductores de los
vehículos que marchan en sentido contrario, susceptibles de accidentarse..
Sobre todo a altas horas de la noche, carreterizando a la ciudad, cuales sonoros arbolitos decembrinos, dueños de calles ya avenidas, las camionetas exhiben toda suerte de luces y estridencias en horas de la madrugada para despertar a los residentes de cualquier edad. Por supuesto, ojalá que esto cambie.
Gráfica: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=1624863417846329&id=202303850102300&set=a.971855696480441
30/06/2025:
https://opinionynoticias.com/opinionpolitica/43109-de-la-carreterizacion-de-las-ciudades
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