viernes, 4 de marzo de 2022

Mil sastres

MARTES DE CARNAVAL

Nicomedes Febres

Ayer cuando fui a caminar a las seis de la mañana eran pocas las personas que se ejercitaban si las comparamos con una semana corriente. Por supuesto, estuve en la calle el resto del día y salvo algunos automercados nada estaba abierto, algo curioso pues el carnaval no es una fiesta mayor como el jueves o el viernes de la Semana Santa. Todas las diligencias debieron ser postergadas y me pregunto cómo puede progresar Venezuela si somos un país de reposeros y de tírame algo? Cómo puede progresar un país donde los niños rara vez van a clase? O el ausentismo laboral es tan masivo? O donde la golilla y la picardía son valores centrales?. Creo que maduro y el socialismo le han impregnado la filosofía del menor esfuerzo a los venezolanos. Aquí por cualquier tontería suspenden las actividades laborales y se evita la competencia, que es un valor fundamental del capitalismo, del bienestar y del progreso. Esa es una razón importante del porque los extranjeros siguen ganado dinero y prosperando aquí pese a la crisis económica brutal que sufrimos donde la miseria campea por doquier. En estos años de socialismo, además hay cambios profundos en la forma de vida por el progreso de la revolución tecnológica global. Por ejemplo, la televisión está de capa caída, no solo por la televisión por cable que amenaza a los canales privados donde la programación es pésima, sino también por la existencia de Netflix, que poseo pero me niego a ver por incitar a la molicie. O las agencias bancarias parecen oficinas vacías por las cada vez más frecuentes transacciones en línea. Es una suerte de cambio, pese a la inercia social, producto de la tecnología importada. Pero la sensación es que al régimen no le importa nada esta inercia social y la destrucción de la vida colectiva, amén de la buhonerización de la actividad económica y es que todos no solo vivimos como pobres, salvo los enchufados, sino que la gente ha adquirido mentalidad de pobre, de esperar la ayuda gratuita que no llega. O se acostumbra a que los servicios ni funcionen ni los cobren y de allí el pésimo servicio. Uno ve también por ejemplo, cualquier cantidad de motorizados llevando o trayendo comida para las casas y me pregunto, es que a los venezolanos se les olvido cocinar? O este servicio es muy barato? Serán los viejos a quienes los hijos mantienen desde el exterior los que pagan? Lo cierto es que el país agobia y se está volviendo una suerte de gran cárcel del alma.

La foto del día es de la Sastrería Francesa de Noel Camboue que quedaba de Monjas a Padre Sierra, o sea frente al congreso nacional y entonces la competencia por hacer la ropa de hombres y mujeres era feroz pues aún no se había inventado la venta por tallas, que fue un invento americano, sino que esas tiendas vendían telas para hombre o mujeres que mandaban hacer allí sus trajes o vestidos. Había como mil sastres en aquella Caracas. O sea, toda la ropa se hacía por el sistema de confección individual hasta que llegaron las tallas para abaratar los precios. Y cada día se trasladaba el señor Camboue a su negocio desde su residencia en La Pastora, entre las esquinas de San Pascual y Natividad, nombres puestos desde los tiempos del obispo Diez Madroñero a mediados del siglo XVIII. 

Fuente:

https://www.facebook.com/photo/?fbid=10226204753166035&set=a.2324650196458

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