“Donde está tu tesoro, allí estará también tu corazón”(Lc 12, 32-48)
(Diálogo sobre el Evangelio de hoy: Tu tesoro
Ante acontecimientos
catastróficos, como terremotos, tsunamis, crisis financieras y otros, ¿qué nos
dice Jesús?
Hoy, hay un sinfín de amenazas a la
seguridad nacional y mundial: las fluctuaciones en el mercado y la moneda, la
corrupción, la falta de mantenimiento, el calentamiento global, el terrorismo,
la inflación, Ante todo esto, Jesús nos dice:
- “No teman, pequeño rebaño’: aquí hay una referencia a Dios,
llamado muchas veces ‘Pastor’ de los fieles y que conoce nuestras necesidades
(v. 30; Salmo 23). El ‘pequeño rebaño’ representa a los discípulos y, por
medio de ellos, a la primera iglesia cristiana.
Jesús
continúa: - “Den limosna”, sean generosos y muestren simpatía.
Y
Jesús nos llama a estar preparados: - “Tengan ceñidos sus lomos” (v.
35a), es decir, estén listos para viajar, como cuando los israelitas tuvieron
que salir de noche de la esclavitud de Egipto.
Y
por fin, - “Tengan
sus antorchas encendidas” (v. 35b): una antorcha mal cuidada no se
encenderá cuando se necesita.
En muchas circunstancias, estar
preparado es cuestión de vida o muerte. Los bomberos, los técnicos de
emergencias médicas, y los soldados han de estar preparados con herramientas en
mano cuando llegue el momento de actuar. No pueden llegar cinco minutos
más tarde.
Para ilustrar lo que quiere decir, Jesús nos presenta
tres parábolas:
<Ustedes
estén como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda para abrirle
apenas venga y llame. Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los
encuentre en vela: les aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y les
irá sirviendo. Y si llega entrada la noche o de madrugada, y los encuentra así,
dichosos ellos.>
Sabemos
que Dios viene, pero no sabemos cuándo. Él viene a través de acontecimientos y
gente que encontramos.
Pero el momento definitivo de su llegada es la
muerte, “mientras
aguardamos la gloriosa venida de Jesucristo, nuestra esperanza”. Y debemos estar
preparados a reconocer al Señor y a encontrarlo en el momento y circunstancias
menos pensadas.
Esto es lo raro. Lo normal es que los
siervos ayudan al amo a sentarse junto a la mesa para servirle la cena, pues
viene cansado y hambriento. Pero aquí Jesús dice que el amo invitará a los
siervos a sentarse a la mesa y que él les servirá.
¿Ocurrió esto alguna vez en realidad?
En la Encarnación, “el Hijo del hombre
no vino para ser servido, sino para servir, y dar su vida en rescate de muchos”
(Marcos 10:45). En la Última Cena les sirve lavándoles los pies.
También María lo había predicho en el
Magníficat: “Derriba del trono a los poderosos, y eleva a los humildes” (Lc 1,
52). Al servir a aquéllos que son siervos, el señor que regresa eleva a los
humildes, dando la vuelta a las normas socio-políticas y religiosas.
2ª – La segunda parábola, que cuenta
Jesús, es “Un ladrón entre
desprevenidos” (vv. 39-40).
“Comprendan que si supiera el dueño de casa a
qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete. Lo mismo ustedes, estén
preparados, porque a la hora que menos piensan, viene el Hijo del hombre“.
La tercera parábola de Jesús es “El administrador fiel y el administrador
abusador” (vv. 41-48):
< ¿Quién
es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su
servidumbre para que les reparta la ración a sus horas? Dichoso el criado
a quien su amo al llegar lo encuentre portándose así. Os aseguro que lo pondrá
al frente de todos sus bienes.
Pero si el administrador abusador
piensa: "Mi amo tarda en llegar",
y empieza a pegarles a los muchachos y a las muchachas, a comer y beber y
emborracharse, llegará el amo de ese administrador el día y a la hora que menos
lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles. >
El administrador fiel recibirá una promoción; el tramposo
será castigado y despedido.
También hay otro cuento de más actualidad: “El psicólogo superficial”
<Un hombre concertó una cita
con el psicólogo, y le explicó:
- "Doctor, siempre me siento
deprimido. Haga lo que haga, la depresión me puede. Ya no sé qué hacer".
El psicólogo lo miró y le dijo como encontrando la solución:
-
"Venga aquí junto a la ventana... ¿Ve aquella carpa? Es de un circo
y es muy bueno. Son muchas las actuaciones bonitas que hay que ver, pero
especialmente están las de los payasos. Y hay uno que es buenísimo. Le hará
reír y reír. Vaya y véalo y le aseguro que ya no tendrá más motivos para deprimirse
de nuevo".
El hombre se volvió hacia el
psicólogo y le dijo con sus ojos tristes:
-
"Doctor, ese payaso soy yo".> (Félix Jiménez, escolapio)
El psicólogo hizo el ridículo con aquel pobre payaso,
demostró su superficialidad: debe profundizar su análisis del payaso para
quitarle su depresión. Esta vez su misma clientela lo condena.
Debemos ser fieles y profesionales para con aquellos que acuden a nosotros en busca de ayuda.
Despedida
Les invitamos a la Misa, a la Eucaristía,
sacramento del amor. Ahí Jesús se pone a servirnos dándonos de comida su propio
Cuerpo, nos reúne a todos como hermanos, y hace que nos fijemos en los más
necesitados para ver cómo les podemos ayudar.
Fuente: Correo (Román Mendoza).
Ilustración; Julie Lonneman,
Misa: P. Wilson Lopera: https://www.youtube.com/watch?v=tSGsQSAMQWM

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