DEL ESPACIO ULTRATERRESTRE
Luis Barragán
Muy antes, la Guerra Fría tuvo un escenario hoy
insospechado: el espacio ultraterrestre.
Desde el lanzamiento y mantenimiento de los satélites artificiales, pasando
por los vuelos tripulados y la literal caminata humana sobre la Luna, hasta la
creación de una sofisticada y terrible trinchera inspirada en el belicismo de
la más famosa película de George Lucas,
nos familiarizamos con un tema que también fue ilusión de los niños
pendientes de las hazañas de un astronauta o cosmonauta.
Ya
inexistente la Unión Soviética, el
asunto ocupa todavía a los estadounidenses con la incursión de europeos y de
chinos que bregan por profundizar en un conocimiento extraordinariamente
exigente y preciso, derivando en tecnologías cada vez más sofisticadas, e,
igualmente, por alcanzar los recursos económicos necesarios ante el colosal
reto de colonizar nuestro satélite natural, colocar a un hombre en Marte y
mejorar nuestro sistema de observación con telescopios como el James Webb. Hay
quienes dicen que ningún beneficio inmediato reportará la aventura espacial en
un mundo subsumido en las guerras más inauditas y el hambre más atroz,
aunque - creemos – en una suerte de
cuenta de ahorro que, a largo y muy largo plazo, garantizará la propia
supervivencia de la especie humana requerida actualmente de encarar con
franqueza otros desafíos para solventar los problemas de esclavitud e
injusticia que padece.
Ya
estamos noticiosamente emparentados con programas
como Artemis que tiene por objetivo la exploración del suelo lunar,
colocando a la primera mujer y a un hombre en el polo sur para 2024, echando
las bases para una colonia que cuente con el concurso de la economía privada, y de poner a un ser humano en suelo marciano
para la venidera década de los treinta.
Dato también de gran interés, en el programa que encabeza la NASA, están
involucrados la Agencia Espacial Europea (ESA),
la Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA), la Canadiense (CSA),
la Brasileña (AEB), la Australiana (ASA)
y la Mexicana (AEM), mientras que los venezolanos tenemos por fundamentales
aliados a Cuba y a Nicaragua en el intento de regar el socialismo del siglo XXI
por todo el continente, incluso, abriéndole las puertas al terrorismo
internacional.
Por
cierto, el socialismo en cuestión que ha hecho de la causa de la mujer, de los
medioambientalistas, de los homosexuales, o de los indígenas, un pretexto para
el populismo más extremo y sórdido, es completamente ajeno a la promoción de la italiana Samantha Cristoforetti, como comandante de la tripulación de la Estación
Espacial Internacional por sus cualidades personales antes que por mujer, bien
ilustra el curso que toman las cosas en los varios mundos que conforman el
mundo. Y, valga acotar, excepto los
hechos cumplidos, poco o nada se sabe de las iniciativas asiáticas, imperando
el comunismo en la China de las zonas económicas especiales, o sin éstas en la
inhóspita Corea de Norte exponente de una feroz dinastía que se jura representativa
del poder popular, jugando a los misiles balísticos intercontinentales.
Todavía
sobrevive en la red de redes, aquellas promesas de Chávez Frías sobre la
construcción y funcionamiento una base aeroespacial venezolana en el estado
Apure, que fue parte del discurso y la
discursividad del poder (http://todochavez.gob.ve/todochavez/#search=Aeroespacial),
y los anuncios de su formalización jurídica y su constitución económico-financiera
(http://www.correodelorinoco.gob.ve/hace-nueve-anos-chavez-abrio-camino-venezuela-tecnologica/;
otro ejemplo, https://www.infoespacial.com/texto-diario/mostrar/3570952/venezuela-construira-centro-lanzamiento-espacial-apoyo-china-bielorrusia).
Poco o nadie hace ahora mención del
asunto, pero lo cierto es que el retroceso a la barbarie no sólo es en términos
políticos y represivos, sino que ni siquiera accedemos a las más frescas
noticias sobre los novísimos derroteros de la aventura espacial, filtradas por
la censura y el bloqueo informativo en una Venezuela que se dice en el siglo
XXI.
Fotografía: Samantha Cristoforetti (ESA/NASA), tomada de La Vanguardia, Madrid, 15/09/2022.
18/09/2022:
https://guayoyoenletras.net/2022/09/18/del-espacio-ultraterrestre/

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