BIZARRÍA Y CINISMO
Luis Barragán
Recientemente,
hice algunas diligencias en el centro histórico de Caracas, y, al atravesar la
Plaza Bolívar, es que se notó una cierta congregación de personas favorables a
la causa palestina. Varias fotografías después, por supuesto, precavido, decidí
salir del lugar y, al subir hacia la avenida Urdaneta, contadas personas de
atuendo típico, posiblemente funcionarios diplomáticos acompañados de jóvenes
con radiotransmisores en mano y mirada alerta, bajaban seguramente al evento
que se prolongaba.
Las noticias, harto
elocuentes, contundentes, irrefutables en torno al colosal acto terrorista de Hamas contra Israel. No obstante, el
sesgo político e ideológico se ha impuesto, e, incluso, hay varias y
lamentables escenas en las redes que versionan y justifican semejante hecho.
Tiene razón
Julián Quirós, en reciente nota de primera plana para ABC de Madrid, al afirmar
que “la izquierda española bizarra sólo llora a sus muertos”, tan “ajena a la
Declaración Universal de los Derechos Humanos”. E, incluso, en la sesión de un
parlamento autonómico, o quizá de un ayuntamiento, fue fácil apreciar la
violación de las reglas de la cámara, cuando una parcialidad pidió guardar un
minuto de silencio en tributo a las víctimas palestinas, levantándose de sus
curules, y desafiando a la dirección de debates que apenas entraba a organizar la
agenda de trabajo.
Interesado en
pensar un poco más el problema para una inminente
intervención pública, comencé a tomar notas partiendo del sentimiento y la
convicción fundamentales generadas por los acontecimientos. Además, recordé una
vieja obra actual de Aníbal Romero sobre la sorpresa en la guerra y la política
de 1992, enhebrando impresiones e ideas que aportaran al tratamiento lo más
sobrio posible de la materia, intentando alguna novedad, porque al tratarse de
un debate respecto a tan delicado asunto, de nada valen las fáciles
reiteraciones y estereotipos; por ello, como en una discusión cercana sobre el
Esequibo, he preferido redactar lo más cuidadosamente un texto presto a su
lectura en la sesión de la Asamblea Nacional de 2015.
Ciertamente,
demasiado difícil inventar el agua tibia en un temario de tan larga data y
densidad, hablando todavía y día por día los hechos, pero es necesario
intentarlo en la medida de lo posible. A modo de ilustración, en la prensa
extranjera todavía pesan las noticias, escasas otras perspectivas que las redes
digitales aportan graneadas, aunque en La Razón de Caracas, Domingo Alberto Rangel escribió sobre el
Pearl Harbor israelí, así como otro recordó en el extranjero la consabida
destrucción de las torres gemelas un 11-S, en un ejercicio creativo de
interpretación que todavía expone sus límites.
Nos esperan
toneladas métricas de propaganda oficialista, movilizaciones y manifestaciones
pendientes que ocuparán a los empleados públicos requeridos en las formidables
maniobras de distracción en torno a los trágicos problemas que confrontamos
cotidianamente los venezolanos. Saltan de Saab
Free, otra de las actividades en curso, a Palestina y viceversa, con
increíble facilidad y cinismo para una completa bizarría.
Fotografías: LB, concentración de grupos oficialistas en la Plaza Bolívar de apoyo a la causa palestina (CCS, 12/10/23).
17/10/23:
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