domingo, 14 de enero de 2024

Por lo menos, un alzamiento de cafetín, ¿es mucho pedir?

DEL ENSAYO POLÍTICO

Luis Barragán

Desde hace bastante tiempo la industria editorial en Venezuela está en quiebra. Ni que decir tiene que el fenómeno expresa la clara y distinta tendencia generalizada hacia la desindustrialización absoluta  del país tan inherente al socialismo del siglo XXI, y la regresión en términos de una división internacional del trabajo impuesta por las (super)potencias para que se asociaron ya durante décadas.

Por ejemplo, un reconocido editor, fundador de la revista Élite que marcó un hito entre nosotros, como Juan de Guruceaga, alertó sobre la proliferación de imprentas en las oficinas oficiales, poniendo en peligro la industria gráfica del sector privado (El Nacional, Caracas: 17/10/1965). No imaginaba ni remotamente hasta dónde llegaría el estado monopolizador de la prensa escrita y sus insumos, ni de las imprentas adquiridas que prometían una tirada de veinte millones de libros, sin mencionar la inmensa brecha digital que sostiene en el presente. siglo.

Los más variados sectores de opinión, incluidos los académicos, se ven ahora imposibilitados de publicar trabajos de mayor profundidad e inspiración, intentando apenas esbozarlos a través de distintos portales de noticias. Otros países con notable desarrollo, mantienen en pie la industria editorial, al margen o no convencional, dando un espacio muy amplio a la literatura, a la política y a cualquier género que despierte la curiosidad de profanos y especialistas: a modo de ilustración, en España, también Cayetana Álvarez de Toledo o Pablo Iglesias con dos títulos contrapuestos por estos años, la experta en un área -si se quiere- tan inhóspita como la de la física cuántica, Sonia Fernández-Vidal, ha recorrido un largo camino gracias a una producción bibliográfica tan creativa para el difusión del exigente tema, o una psicóloga tan competente, Sara Tarrés, tiene el reconocimiento a una importante trayectoria profesional que cuenta con  un libro con un título elocuente, como es "Mi hijo me cae mal".

Contrariamente a una larga y rica tradición, entre nosotros echamos de menos un género que explicó muy bien los dos siglos anteriores: el político. Como la audiencia de los artículos habituales de la prensa era reducida, se buscó un editorial que los reuniera tanto como los discursos constructivos o parlamentarios, si fuera el caso, dando sistematicidad a los planteamientos circunstanciales, pero -también- era prácticamente una obligación. de todo líder escribir extensamente sobre aspectos que, incluso, no tenían que ver directamente con la política, incluso desde los tiempos del país predominantemente rural y analfabeto.

Todos exigen pericia y sobriedad en el tratamiento de temas aún más dispares, pero tienden a contentarse con las frivolidades que hoy, y de manera tan interesante, caracterizan y explican la vida política venezolana. Echamos de menos el ensayo político al que también le dimos un brillo especial por su calidad, contundencia e incluso elegancia, en épocas anteriores.

Independientemente del signo político e ideológico del autor, encontramos textos de principios de los años 1960 que gozaron de un considerable número de lectores, porque expresaban perfiles muy importantes: planteamientos audaces, muy bien escritos y con una irremediable vocación polémica, firmados en aquellos tiempos. por miembros del relevo generacional que compitieron con predecesores no menos brillantes, como Rodolfo José Cárdenas y Domingo Alberto Rangel, por mencionar un par de casos. Ya no hay nada igual, o la quiebra editorial esconde a ensayistas políticamente inconvenientes e incorrectos para el status quo , y se puede decir que ni siquiera hay revolucionarios del café para preguntar si la bebida proviene de un colador casero, de una máquina de espresso, un artefacto para moca u otros que te ayuden a meditar un poco más sobre la degustación de una mañana que legitima el encuentro.

Falta profundidad en nuestros comentarios diarios, tan conformes con las versiones telegráficas en boga. Entonces, es necesario reivindicar el ensayo político venezolano en cualquier formato que sea posible.

Reproducción: Tomada de la red.  

14/01/2023:

https://www.lapatilla.com/2024/01/14/luis-barragan-del-ensayo-politico/

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