domingo, 3 de agosto de 2025

Senderos

SÁNCHEZ CORTÉZ (GONZÁLEZ Y MERINO)

Luis Barragán

De entrada, digamos que no tenemos vocación de obituaristas, pero resulta inevitable la referencia respecto al distinto liderazgo político que tuvimos en cualquiera de los ámbitos y niveles que deseemos considerar. Por supuesto, hubo fallas y errores, algunos de los cuales contribuyeron al presente venezolano, pero la otrora dirigencia política también fue portadora de un testimonio de vida y de luchas que mal podemos ignorar.

Un caso llamativo es el del trujillano Alejandro Sánchez Cortéz, recientemente fallecido, quien desempeñó con decoro y eficacia la gobernación de su estado natal con la mínima edad requerida, en el primer gobierno de Rafael Caldera. Dejó a sus herederos, un nombre intachable, una trayectoria de esfuerzos y realizaciones, aunque a las nuevas generaciones les extrañará y mucho, que no deje mansiones dentro y fuera del país, uno o más aviones de uso personal, ni siquiera el recuerdo de una parranda memorable en alguna capital estadounidense o europea.

Fue un bregador, extraordinariamente comprometido con su estado natal y, aunque jamás coincidimos en la natural y compleja lidia interna de todo partido político que se respete, decididamente convencidos de enarbolar las más limpias banderas de lo que fue un hermoso ideario, hubo admiración y reconocimiento al líder que fue.  Ya retirado de las lides parlamentarias, nos impresionaba la vinculación de muchos años o décadas con los habitantes aún del último caserío de la entidad federal, e, inevitable evocar la anécdota, en una convención regional o nacional de fecha ya olvidada, al pisar Carache, Boconó o Santa Apolonia, ya antes el viejo Sánchez Cortéz lo había hecho: “quizá debimos haberle pedido la cola de una vez”, fue la humorada que celebramos los muchachos de entonces.

Días atrás, con muchísima razón, Hermann Alvino acertaba al comentar la profundidad del compromiso que caracterizó políticamente a Sánchez Cortéz en un estado de accidentados caminos, donde fue un duro y persistente opositor democrático. Zamarro al mismo tiempo que honesto, sorteó las más variadas circunstancias de un país al que le costó tanto levantar y hacer de la democracia una histórica experiencia.

Con todas sus imperfecciones, ese fue el partido que aportó las mínimas condiciones para el aprendizaje político y que explicó militancias como la de Vladimir González en el estado Miranda, integrante de la generación de los ochenta, y la Braulio Merino en Bolívar. Ambos también fallecidos un par de semanas atrás. Trillaron los senderos que ya había abierto líderes como Sánchez Cortéz.

Fotografía: Alejandro Sánchez Cortés (Facebook). 

03/08/2025:

https://lapatilla.com/2025/08/03/luis-barragan-sanchez-cortes-gonzalez-y-merino/

Nota LB: Esto escribe Luis Alberto Miranda, desde Cojedes: "Debió haber dejado como herencia su caballito de mil batallas era siempre bienvenido a tomar café en los pueblos de la montaña carache,chejende,bolivia,Boconó,Milton torococo y su natal santa Ana su wolvagen era inconfundible bajar y subir a cuicas ir a carache hasta llegar a su pueblo santa Ana tomando café en cada pueblo hasta llegar a su destino...QEPD"; en:

https://www.facebook.com/photo/?fbid=10233746053607653&set=a.10230862932731433

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Caza de citas

“Imaginen la situación. Un día, con un programa de IA, alguien crea una imagen perfecta de los dos candidatos principales en las elecciones ...