Luis Barragán
De ella,
supimos desde principios de los años ochenta del veinte que ayudó a
caracterizar. Frecuentado el Papel Literario de El Nacional, conocida por sus
incursiones en El Sádico Ilustrado, pronto nos familiarizamos con Elisa Lerner
para una relación lectora de retazos que viene de lejos, siendo otro nuestro
oficio.
No fue necesario siquiera amar el
teatro, para enterarnos de su existencia. Ocurría al igual que en las otras
áreas del quehacer social, pues, hubo deportistas, criminólogos, expertos
petroleros, novelistas y hasta delincuentes famosos que no requerían de una
previa presentación, gracias a una mayor y libre dinámica de los medios de comunicación.
Inadvertidamente, recurrimos cada
vez más a sus crónicas en el intento de explicarnos el país, en y desde el país
mismo con su rutina reveladora, iniciada la centuria. País traducido a una cada
vez más fea realidad que alguna vez la creímos imposible, bonancibles y
vanidosos, respirando profundamente las sospechas de una década muy nuestra,
intransferiblemente nuestra que prefirió el meridiano de Miami al de Greenwich,
persistiendo la ilusión petrolera al ritmo de los concursos de belleza y,
aunque es recurrente en Elisa la idea de la gula infinita de los políticos, ciertamente
hundidos en el caos hasta que nos sorprendió el fenómeno dislocador del chavismo, a falta de una mejor y más
exacta denominación.
Se esforzó por hacer memoria de la ciudad en la que se midieron Oly Clemente y Yolanda Leal, o por denunciar aquella terca convicción de la mujer que nada era sin casarse a tiempo. Pasión dispersa, celebró a un famoso detective de la televisión que no necesitaba sobornar a nadie para realizar un trabajo que lo tenía más bien como un hábil e inteligente periodista que como un policía resignado a la rutina, declarando desinhibida y públicamente su amor a Columbo.
Hoy, arriba a noventa años de edad
Elisa Lerner y ojalá hubiese sido otro el contexto para celebrarlo, entregado
su ejemplo creador a las nuevas generaciones.
En todo caso, ella misma constituye un llamado a preservar la vieja
memoria, pero también la nueva, la de estos amargos tiempos que, superados, irresponsablemente todos
vamos a querer olvidar.
06/06/2022:
http://opinionynoticias.com/opinioncultura/37356-elisa-lerner
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