POSTALES DE VENEZUELA
Nicomedes Febres
A finales del siglo XIX se puso de moda en Europa el uso de unas postales sencillas para enviarlas como notas breves desde el lugar donde se emitían para los amigos en otros horizontes. Por ese medio se despedían, se saludaban, se mandaban mensajes en una sobria tarjeta donde se apuntaban los datos del remitente y del receptor de la tarjeta postal y un saludo o un muy breve mensaje: Llegué bien o Partimos puntuales. Solo ya rayando el siglo XX se comenzó a colocar en el reverso las imágenes de la ciudad desde donde se emitían las postales. Por supuesto esa moda se diseminó muy rápido en todo el mundo.
Una tía abuela de mi cuñado Carlos Irazábal fue una gran coleccionista de esas postales de viaje y que heredé yo y el resto lo hizo mi espíritu de coleccionista. Las románticas eran fabricadas en Francia y allí aparecían siempre bellas modelos en pose lánguida de enamoradas, tanto que los novios mandaban a su enamorada hasta imágenes de agonía de amor. Pero también había bastantes postales de Venezuela cuyo tema era los paisajes de las ciudades y regiones del país, usualmente eran paisajes urbanos de Caracas, Maracaibo, Puerto Cabello, Ciudad Bolívar o San Cristóbal publicadas por fotógrafos locales que comencé a coleccionar, especialmente de Caracas. Estas postales usualmente a color retrataban las ciudades, las costumbres, las gentes y son la mejor fuente para conocer visualmente nuestro pasado en aquella época, que además fueron hechas por los dueños de tiendas que las imprimían para venderlas o para regalarlas a sus clientes. Sin las postales de Bernardo Pujol, Gathmann, Rosswaag, o Jesús María Chirinos no existirían imágenes de nuestro pasado a comienzos del siglo XX. Cada uno tenía sus peculiaridades para diferenciarse de los demás.
Por ejemplo uno llamado Levy usaba parcialmente la superficie postal y solo hacía postales en blanco y negro. O J.M. Chirinos le daba una tonalidad amarillenta a sus postales o del toreo en el Circo Metropolitano porque él era gran taurómano. Otros incluían en sus fotografías a las ciudades cercanas como La Guaira o Los Teques. O retrataban al Mercado de san Jacinto, nuestras iglesias, los monumentos públicos como el Congreso Nacional construido bajo Guzmán Blanco, el Arco de la Federación, o el Teatro Nacional hecho bajo el gobierno de El Cabito Castro, Puente Hierro, la estación central de los trenes entre Caracas y La Guaira o el Viaducto de allí, incluso una estación intermedia del tren llamada Zig Zag. Las vistas de Caracas eran tomadas desde El Calvario o el cerro de El Teque, que es hoy Roca Tarpeya, el cerro que se extiende hasta La Charneca y el Jardín Botánico. Excepcionalmente había retratos de personas.En la foto la esquina de San Jacinto y la avenida Los Jabillos de La Florida, hoy con muchos árboles talados y casi zona roja.
16/07/2022:
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