DEL PARLAMENTO VENEZOLANO Y CUBA
Luis Barragán
Aficionados a
la lectura de los viejos diarios de debate hasta que la sede natural de la
legítima Asamblea Nacional presidida por Juan Guaidó fue secuestrada, notamos que Cuba fue muy frecuente en el debate de los senadores y diputados
venezolanos en el siglo XX. La presumimos como una inquietud intensa en el XIX,
dada su condición colonial añadido el desenlace de la guerra entre España y
Estados Unidos hacia 1898, entendiendo la por entonces caricatura extrema de
nuestro Capitolio Federal Legislativo.
Apenas días después de entrar a La
Habana, Fidel Castro se apersonó en nuestro país, impresionando a nuestros
congresistas al igual que al resto del país que había apoyado con decisión la
gesta por la libertad en la isla, después traicionada. La izquierda marxista
defendió al régimen de La Habana, luego, con demasiado y ciego afán, hasta
surgir algunos importantes matices de los sectores que antes o olfatearon la caída del muro de Berlín,
siendo todos extraordinariamente
refutados hasta la culminación de la última década con la firmeza y profundidad
de José Rodríguez Iturbe, por citar un ejemplo.
Obviamente, en la presente centuria, el oficialismo parlamentario ha glorificado a los colonos del XXI, incluyendo a los diputados del Partido Comunista que fueron verbalmente pateados por los Castro al, apenas, dudar de la victoria guerrillera hacia 1967. Y, sentimos, que no ha sido suficiente la postura asumida por la inequívoca oposición venezolana, sumados aquellos que, en nombre de un averiado realismo, creyéndose portadores de las mejores y más preventivas habilidades políticas, presumen que una efectiva transición democrática en Venezuela mantendrá intacto al totalitarismo cubano.
Cancelada toda interconectividad, al menos, mientras duren, es poco lo que puede saberse de las protestas populares en toda la isla caribeña y la consiguiente, cruel y aleccionadora represión, debido al colapso de los servicios públicos básicos (como la electricidad y el agua potable), el hambre y la miseria; sobre todo, en reclamo desesperado por la libertad. Semanas atrás, realizaron un referéndum sobre el matrimonio igualitario, pero resultan inútiles cualesquiera consultas subsumidas en el obscurantismo y el sojuzgamiento extremos, soportados los embates de una pandemia de consecuencias aún desconocidas en el exterior.
Se da por sobreentendido el rechazo
de nuestros legítimos diputados, pero no es suficiente. Es necesario retomar la
postura histórica de un parlamento que, por cuatro décadas, se hizo
mayoritariamente solidario con el pueblo cubano.
Fotografía: Fidel Castro en el Congreso venezolano, 1959.
Ilustración: Rudy, 2016.
03/10/2022:
http://opinionynoticias.com/opinionpolitica/38077-parlamento


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