CHINA / COVID-0
Luis Barragán
Los demasiados
problemas que nos agolpan, impiden un mínimo discernimiento sobre lo que está
ocurriendo en la China protestataria de las últimas semanas. E, insistimos, a
pesar de la sofocante dependencia venezolana con el gigante asiático, uno de
los más importantes legados que dejará el socialismo del siglo XXI, no suscita
la debida reflexión pública de la dirigencia opositora.
En
un texto reciente para The New York Times, el nobelado economista Paul
Krugman no ha necesitado ser un consumado especialista en el país para evaluar
el extraordinario fracaso de la política llamada Covid-0, impidiendo el empleo de las vacunas
extranjeras de mejor calidad, y, en definitiva, constatando la superioridad de
la democracia sobre la autocracia, Asegura, las ciudades bajo el riguroso
confinamiento representa el 60% del PIB chino.
Guillermo Abril e Inma Bonet,
reportan para ABC de Madrid algunas señales de flexibilización, por ejemplo,
admitida la debilidad del ómicron, como
la intensificación de la vacunación, expone un “viraje conceptual” que ha
permitido a personas afectadas concluir la cuarentena en casa. Coincidiendo con
la idea generalizada de las protestas populares como el mayor desafío al
régimen desde los tiempos de Tiananmén, Xulio Ríos, experto entrevistado por
Fátima Ruíz para El Mundo de Madrid, entre otros aspectos, señala que hacia el
interior de China se desconocen desaires y vicisitudes como lo ocurrido con Hu
Jintao en el XX Congreso del Partido Comunista, hay un incremento del gasto
militar al mismo tiempo que el planteamiento de las reivindicaciones marítimas,
y se ha agudizado el control social más allá de la represión (publicidad,
educación, protagonismo del partido en los espacios públicos).
La política del Covid-0 ha impactado
considerablemente la economía, pero abrirá o sincerará una profunda crisis
política de no acertar el gobierno en las respuestas contra las recurrentes
protestas. Una más descarada represión, pudiera también significar que halen la
punta de un hilo interminable, suscitando conflictos insospechados, e,
intuimos, tocando la hondura del problema en las regiones ampliamente
preteridas y atrasadas, o los sentimientos insuperados de las nacionalidades
acunadas que pueden tener una formidable expresión urbana y, por consiguiente,
alcanzar una resonancia jamás pensada.
Lo que ocurra en la superpotencia
nuclear, obviamente, genera consecuencias planetarias. Inaceptable que pase acá
inadvertido, entre los miles de desaires y vicisitudes que nos arrinconan.
Reproducción: Vista parcial del texto de Amy Gunia, "Relations between China and Australia emerge from deep freeze", Time, nr. 21.22, vol.200 dl05/12/2022.
04/12/2022:
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