NOTA
El Mundo y el ABC hace veinte años que dejaron de ser medios equilibrados para convertirse en parte de la maquinaria propagandística de un sector de la sociedad española, que no es ni el liberal ni el moderado conservador, sino aquel que piensa que el poder le pertenece por nacimiento. El Mundo además, perdió toda credibilidad al culpar a ETA por los atentados en Madrid cuando estaba probado que no era así, insistiendo durante años en esa tesis sin siquiera disculparse. Ambos medios se niegan a reconocer que el pluralismo social y político español, junto al económico y cultural se ha abierto en abanico. y por tanto, en una democracia, los mecanismos de representación institucional deben reflejar esa evolución. El caso de las instancias tribunalicias más altas de ese país también debería reflejarlo, pero el PP y estos dos medios de comunicación se niegan a reconocerlo, con el detalle que al hacerlo se desconoce el mandato constitucional al punto que varios magistrados tienen el mandato vencido desde hace años. Por tanto, lo que El Mundo y el ABC deberían hacer es insistir en hacer cumplir la Constitución española por parte del PP, cuyos votos son necesarios para renovar esos poderes, en vez de utilizar como arma arrojadiza contra el gobierno las actuaciones de éste para intentar desbloquear los nombramientos. Por supuesto que para esa derecha que representan ambos medios es impensable que -constitucionalmente ¡no lo olvidemos!- tanto Podemos como otras fuerzas parlamentarias -electas con el voto de millones de españoles ¡tampoco lo olvidemos!- influyan en esos nombramientos, pero esa influencia es justamente el efecto de la evolución del pluralismo mencionado anteriormente. Si millones de españoles votan a esos partidos, sea Podemos, Bildu, o Vox, ello no es culpa de esos partidos, sino del mismo PP y del PSOE que deberían revisar su relación con esa ciudadanía que la ha dado la espalda y se la seguirá dando con mayor frecuencia. El problema además es que esa derecha no actúa para "salvar" al país de tener en esos puestos tan relevantes a magistrados de izquierda o derecha radical, extremista y cargada ideológicamente, sino para salvaguardar sus propios intereses sin cumplir con la constitución. Por tanto, lo que se puede concluir de lo que acostumbra a publicar El Mundo y el ABC es que allí permanentemente se practica la deshonestidad intelectual a la hora de informar y opinar. Naturalmente que esos no son los únicos medios afectados por ese mal, puesto que muchos otros lo padecen, tanto en España como en el resto del mundo, y de todas las tendencias políticas, desgraciadamente. Por eso es necesario apuntar esa deshonestidad intelectual cuando se difunden esos contenidos en blogs muy serios como éste, que practican con fervor la honestidad intelectual desde su perspectiva cristiana, democrática y liberal.
Hermann Alvino
Breve nota LB: Entusiastas de la prensa española, empero, nos parece importante el comentario orbitado por Hermann Alvino, y, por ello, su recolocación en el blog.
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