"En este sentido, la nueva evangelización a la que toda la Iglesia está convocada requiere de cada uno el empeño por superar la separación entre fe y vida. Desde esta unidad de vida personal, cada cristiano se convierte en sal de la tierra y luz del mundo capaz de vivificar la humanidad herida y dar savia nueva a la cultura, la ciencia, las leyes, la diversión, la moda, etc."
Pablo Martí del Moral
("Teología espiritual. Manual de Iniciación", RIALP, Madrid, 2006: 193)
Ilustración: Fernando Zóbel.
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