DE LA CIUDAD DESMETALIZADA
Luis Barragán
Es de suponer
al cemento como el fundamentalísimo componente de toda ciudad que se repute
como tal, modelada según el antojo de quienes la conciben y la viven a diario.
Sin embargo, igualmente se explica la urbe por la aleación de los metales más
resistentes al paso del tiempo, incluyendo las defensas de aluminio en todas
las arterias que sean posibles, capaces de absorber el impacto de un automóvil,
aunque sepamos hoy que toda metrópoli está en riesgo de los aún más imbéciles
accidentes.
Caracas está
desdentada y, si acaso, evitando toda reposición y la propia defensa de las
defensas de aluminio, disculpen la redundancia, resultan sustituidas por senda
barras o barrotes de hierro colado. Faltando poco, los postes se caen,
sobrecargados los sobrevivientes que ni siquiera alumbran lo suficiente por las
noches.
Lo más sorprendentes son las láminas y tapas hechas de un metal cercano al acero que ceden con el tiempo, abriendo fosas en el pavimento. A falta de cestos de basura, la ciudad está agujereada por doquier pata recibirla y confundirla con el cableado y la tubería de otros tiempos.
Nada difícil
observar cómo las piezas de tamaño blindaje, listas para soportar el peso de
los transeúntes y de la intemperie, ceden. Se abre una pestaña, el óxido las
corroe, se dobla paulatinamente, dándonos una prueba de las numerosas décadas
que la llevan a la agonía antes inconcebible y, obvio, harto peligrosa.
La sustitución
parece que jamás llegará y el vecindario deberá cubrir el hueco con todo los
materiales sobrantes que tenga a la mano, en el país que ocupó un
importantísimo sitial en la industria siderúrgica del mundo. Dirán, no hay monedas metálicas y para qué
cubrir la metrópoli con diferentes aleaciones, excepto la amurallada casa de
habitación y el despacho de los burócratas fundamentales del régimen.
Fotografías: LB (CCS, 22/08/2023).
04/09/2023:
https://opinionynoticias.com/opinionpolitica/39920-de-la-ciudad-desmetalizada
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