domingo, 11 de mayo de 2025

Lázaro

CURA Y CONDUCTOR UNIVERSAL

Luis Barragán

Hubo una justificada emoción al conocerse del cardenal estadounidense y, al mismo tiempo, peruano, Robert Francis Prevost, en la asunción de la inmensa responsabilidad del papado con el significativo nombre de León XIV. Naturalmente, una emoción mayor entre los católicos practicantes y los que aún intentamos serlo.

La primera constatación que puede hacer toda persona, incluso, extraña o muy extraña a la fe, es el cumplimiento de las reglas de selección del sucesor de Pedro. Por lo demás, una importante acotación en una era en la que las instituciones no sólo están en crisis que ojalá fuesen regeneradoras, creadoras y audaces, sino tendientes a la quiebra e, increíblemente, a la pérdida de sentido en tanto vacío, sin alternativa seria alguna.

La chispa popular se hizo de las redes y, por ejemplo, Prevost apareció vistosamente con el uniforme de los Leones del Caracas y, en otro meme, aludiéndose jocosamente como el resultado de la política arancelaria del presidente Trump. El buen humor se convierte en una magnífica señal de confianza en el pastor universal, auspiciando el respeto hacia un liderazgo que, inevitable, va más allá de la feligresía que también sufre por la persecución y violencia en diferentes latitudes.

Celebramos el testimonio de vida y  la trayectoria pastoral de Su Santidad, convertido en un magnífico aporte a la credibilidad de la Iglesia comprometida con los que más sufren, los más vulnerables, los más pobres, los que no acceden a la riqueza, el poder y la cultura. No hay sido casualidad la elección del nombre que permite recordar a León XIII, cuya encíclica “Rerum Novarum” (1891), estudiamos desde la más temprana militancia política de una juventud otrora convincente, organizada, idealista, decidida, mística y eficaz.

Encíclica que respondió muy bien a aquellas condiciones y circunstancias que acuciosamente fueron diagnosticadas, aunque muy eurocéntricas,  respondiendo con acierto y estableciendo fronteras con las dictaduras totalitarias. Requerimos de una actualización capaz de contribuir a la defensa de los principios y valores occidentales, propulsando el compromiso de una Iglesia misionera que también – irremediable -  implica un desafío complejo y profundo de conducción ineludiblemente política, al considerar los regímenes que aspiran a su neutralización y literal liquidación en distintos continentes que no constituye  secreto absolutamente para nadie.

La salutación del novísimo papa ante la multitud congregada en la Plaza de San Pedro, convertida la fumata en una noticia constante, coincidió entre nosotros con la circulación masiva y gratuita de una versión digital de la novela “Lázaro” de Morris West (1990), en la que un cardenal conservador asume el timón de la nave con el nombre de León XIV. Valga la doble curiosidad por el  texto que nos ocupará recreativamente hoy, domingo 11, “predictivo”, “anticipador” o “adivinador” de acuerdo a la talentosa imaginación del afamado autor; e, igualmente, por el hecho de la inicial y anónima donación de un fenómeno digital de un alcance asombroso.

Dios inspire el buen desempeño de León XIV, además, pastor de pensamiento y acción.  No olvidemos, cura y conductor universal.

Captura de pantalla: https://www.youtube.com/watch?v=EQwkx_ktzRE, y memes citados. 

https://www.youtube.com/watch?v=EQwkx_ktzRE

11/05/25:

https://lapatilla.com/2025/05/11/luis-barragan-cura-y-conductor-universal/

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Curioso rumor de antaño

  EL NACIONAL, CCS, 14/02/1974.