"Así fue como los discípulos experimentaron inmediatamente la resurrección de Jesús: no como un singu1arísimo acto del poder de Dios en el curso de la historia que se precipitaba hacia su fin (según debería presentárseles necesariamente, después de un breve lapso de tiempo), sino como el comienzo del «ésjaton». Ellos vieron a Jesús con luz resplandeciente. Fueron testigos de la entrada de Jesús en su reino. Esto quiere decir: experimentaron la parusía (...) Para la comunidad más primitiva, creer significa: vivir ya -aquí y ahora- en la consumación del mundo"
Joachim Jeremías
("Teología del Nuevo Testamento. I La predicación de Jesús", Ediciones Sígueme, Salamanca, 1974: 353)
Ilustraciones: Liviu Dumitrescu.
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