DE UNA NECESARIA POSDATA
Luis Barragán
La semana
pasada versamos un poco sobre el desempeño político y la especialidad que
tienta y hasta se cultiva, aunque la responsabilidad pública va más allá de un
determinado ámbito del pensar y el quehacer social. O quizá sea una añoranza
inadvertida en torno a los tiempos del político ilustrado o moderno que
contrasta con el actual, tan posmodernamente caracterizado por el culto hacia sí
mismo.
Nuestra modesta nota suscitó algunos
comentarios que mucho agradecemos, siendo uno de ellos, el del apreciado José
Rafael Herrera, quien apunta hacia la perspectiva gramsciana del intelectual
orgánico. En alguna ocasión intentaremos
el abordaje, aunque no encontramos todavía una cierta novedad que ensayar al
respecto, evitando la repetición escolar, excepto pretendamos un desarrollo
sobre el intelectual inorgánico que sirve de mera pieza propagandística, devenido burócrata o fetiche para el régimen
que solo se sirve de su nombre de pila.
Incorporado el texto a
Instagram, nuestra querida Iruña Urruticoechea llamó la atención sobre Manuel
Fraga Iribarne, la personalidad española que nos sirvió de ejemplo: abofeteó a
Sofía Ímber en el curso de una entrevista televisiva realizada en Caracas, y,
aunque no hemos dudado de su testimonio, porque ella misma lo vio, lo creyó
propio del franquista que fue, y – nos aventuramos - alguna explicación y reparación
tendría un hecho tan grave. Hay todavía evidencia en las redes de un incidente
verbal que provocó cierta consecuencia política en España, a propósito de la
bandera vasca (“Ikurriña”), negada o
zaherida por el entrevistado en el programa de Sofía y Carlos
Rangel de mayo de 1976 (http://cic1.ucab.edu.ve/cic/php/buscar_1reg.php?Opcion=leerregistro&Formato=w&base=imber&cipar=imber.par&Mfn=1155&Expresion=_(!BFraga_Iribarne,_Manuel).
Siempre tan acucioso, el estimado Ramón Escovar León nos remitió
una fotografía de juventud e hizo varios comentarios alrededor de Fraga
Iribarne, incluyendo una anécdota: obsequiado con numerosos libros, el autor
tuvo que hacer alguna gestión en la línea aérea, porque al venezolano no le
alcanzaba para pagar el sobrepeso del equipaje con destino a Maiquetía. Y convalidando nuestra hipótesis sobre el
oficio político y la especialidad, Escovar León considera que Fraga es un
constitucionalista que está a la altura de Manuel García Pelayo.
Nos satisfizo tocar el tema, además, por otros comentarios recibidos a favor y en contra del líder gallegos, añadida – se nos dijo - la gran amistad que tuvo con Fidel Castro, pero . finalmente - apuntemos, por una parte, que la entrevista citada es todavía una formidable muestra del nivel de formación, información y lenguaje del entrevistado y de los entrevistadores para la emisión rutinaria de una televisora de señal abierta que las nuevas generaciones ni siquiera imaginan; y, por otra, destacamos la referencia democrática que fue Venezuela, digna de imitar, y la negación de Fraga Iribarne sobre el enriquecimiento indebido del franquismo. Dato éste importante, porque suscribimos el texto luego de culminar la lectura de Joaquim Bosch en torno a la corrupción ibérica (“La patria en la cartera” (Ariel, Barcelona, 2022), y apenas comenzada la novela de Fernando Aramburu sobre ETA (“Patria”, Tusquets, Barcelona, 2016).
04707/2022:
Habría muchos más dirigentes políticos para comentar sus logros y fracasos considerando su talento, sensibilidad humana y capacidad de gobernanza. Dedicarle un espacio a quien fue un ministro de Franco que luego se cambió de chaqueta es como hacerlo con los de la derecha chilena, que luego de andar de la mano de Pinochet se metieron a demócratas. Talento en Fraga, sin duda. Merecimientos para dedicarle una columna, dudoso, muy dudoso.
ResponderBorrarGracias por tu nota, Hermann. Los hubo y muchos, pero en el caso de Fraga Iribarne se trató del constitucionalista al que le podía leer en la Caracas de entonces (llegó hasta los remates de libros), como lo leímos, y activo dirigente político, quiérase o no, de calibre, tan insoslayable como Santiago Carrillo que también experimentó su propia evolución.
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