lunes, 17 de abril de 2023

Bregador por la libertad

DE UN EDITORIALIZADOR DE LA CALLE: RAFAEL ARAUJO

Luis Barragán

Arribaron al poder en un país muy poco o en nada parecido al de medio, o un siglo antes. Construido con muchísimo menos de lo que ellos, sortarios, recibieron en ingresos petroleros, experimentó un lento, pero seguro proceso de deterioro a la vez que tronaba por los cielos el Airbus de los caprichos presidenciales, comprado en nombre de los niños abandonados.

Además de la quiebra social y económica, el único cambio realmente implementado fue el de los elencos en la dirección del Estado: a la vuelta de pocos años,  completamente purgados, porque aquel fingido gesto de amplitud sólo respondió  a los únicos comicios ganados limpiamente en 1998.  La incompetencia e improvisación fueron las únicas credenciales a esgrimir, y acabaron con todo, en el marco de un socialismo que es el de los escombros.

Veinticuatro años bajo un mismo gobierno, nos impone de muchísimas urgencias necesarias de plantear, jerarquizar y priorizar; valga acotar, realizando un esfuerzo indispensable de opinión pública y de desafío a todo genuino candidato presidencial de oposición.  Siendo tan abundantes, profundos y variados los problemas, ameritan de un plan de emergencia constantemente actualizado que permita aprovechar al máximo una favorable coyuntura.

Ampliamente conocido, Rafael Araujo, el señor del papagayo, en los últimos años, aún en las circunstancias más difíciles y dramáticas, ha editorializado la calle con sus corajudas denuncias y sentidas propuestas. Ingenioso, esforzado y constante, quizá sin equivalentes en otras latitudes, en una jornada reciente de protesta ciudadana, respondió a una sugerencia que le habíamos hecho en anterior ocasión y, con su proverbial modestia, dejó sentado su parecer al primar los niños y ancianos, hospitales y educación, rubricándolos con un término clave: esperanza.

El diario bombardeo del discurso oficial, saturador de angustias y confusiones, precisamente tiene por empeño demoler nuestras esperanzas e ilusiones, intentando que no pensemos, ni intuyamos siquiera los más importantes e inmediatos problemas y sus soluciones, estúpidamente resignados. Por ello, iniciativas como las de Rafael, con su verbo escrito, más eficaz que el burdo avión de las ostentaciones, se ofrecen como un magnífico testimonio de pedagogía ciudadana que, por su novedad y perseverancia, aporta al esfuerzo universal de conquista de la paz y la libertad.

Muchos son los años que vemos y compartimos faenas con el señor del papagayo, dispuesto a toda movilización ciudadana. A nadie le es ajeno y, seguro,  serán increíblemente numerosas las fotografías tomadas junto a él y sus obras de arte; quizá, piezas que deben aparecer en los expedientes de muchas de las solicitudes de asilo político diligenciadas en todo el globo terráqueo, claro está, excepto Cuba, Nicaragua, Corea del Norte, Rusia, o China.

Papelografía dinámica, vigente en la dudosa era digital de un país de trágicas brechas sociales, es notable su presencia en cualquier rincón de la ciudad donde se presenta para decir, hablar, manifestar, expresar, lanzar sus ideas y consignas.  Y es que el bregador por la libertad desde la acción y la palabra, lucha incansablemente porque otros también digan, hablen, manifiesten, expresen, ideen.

17/04/2023:

https://opinionynoticias.com/opinionpolitica/39162-de-un-editorializador-de-la-calle-rafael-araujo

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