martes, 11 de marzo de 2025

La diáspora útil y comprometida (parábola histórica)

PLAN DE BARRANQUILLA, O EL OTRO MODO DE HACER POLÍTICA

Luis Barragán

La situación política y existencialmente planteada para los venezolanos del presente siglo, reclama la recuperación de una mínima, sobria y perfectible tradición política que le dio soporte a nuestras más exitosas experiencias institucionales; ejemplificada por el tratamiento consciente de los problemas, la fijación necesaria y pública de sendas estrategias que  desmiente toda la secretísima y mesiánica confidencialidad de su elaboración, remite a una experiencia de indispensable valoración. Valga la parábola histórica, el inmediato posgomecismo encontró a una oposición enfermiza, quebrada y agotada, dando ocasión para la paciente emergencia de un liderazgo luego condensado en las corrientes socialdemócrata, socialcristiana y comunista, atascada la respuesta liberal, por aquellos años; y, para la discrepancia y la coincidencia, surgieron documentos que provocaron una dura polémica de décadas, incluso, cercanos al centenario, como el que nos ocupa en esta oportunidad, demostrando – valga el énfasis -  la existencia de un exilio político realmente comprometido y útil.

Publicado el 22 de marzo de 1931, el Plan de Barranquilla (PB) fue inicialmente suscrito por los exiliados Rómulo Betancourt, Raúl Leoni, Pedro Juliac, Valmore Rodríguez, Ricardo Montilla, César Camejo, Pedro Rodríguez Barroeta, Simón Betancourt, Rafael Ángel Castillo, José Joaquín Palacios, Carlos Peña Uslar y Mario Plaza Ponte. Al abordar el período histórico, Elena Plaza caracterizó y catalogó los diferentes liderazgos de oposición que Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez conocieron, siguiendo cercanamente a Ramón J. Velásquez: todos tradicionales, excepto el representado por los jóvenes que se dieron a conocer a raíz de los consabidos acontecimientos de 1928, cuyo principal rasgo de modernidad parte con la conformación de sendas organizaciones políticas que consagraron el deslinde al fundarse el Partido Comunista de Venezuela (PACOV) y la Agrupación Revolucionaria de Izquierda (ARDI), ambos de 1931 [PLAZA, s/f.: 42].

ARDI tendrá por inspiración y sustento el citado plan de una indiscutible trascendencia que, no faltaba más, marcaba la diferencia y suscitaba la amarga disputa entre los revolucionarios y los reformistas [LENGRAND-SOSA, 1981: 182-187], sustitutiva de la más antigua entre los liberales y los conservadores. Se ha dicho y mucho del referido PB, por lo que creemos en la necesidad de dejar que el propio documento hable, intentando en lo posible una perspectiva diferente; al respecto, por una parte, adoptamos la metodología sugerida por [PUERTA BAUTISTA, 2023], revindicando, por otra, la elaboración y divulgación de un documento político, herramienta que fue común y cotidiana en el diario ejercicio político-partidista venezolano y, con mayor razón, al incursionar en la opinión pública; y, además, demostrativo de un diferente modo de hacer la política, hipótesis con la que abordamos el PB.

Agreguemos, prácticamente se ha generalizado la idea de la política en nuestro país como un fenómeno que nació con el ascenso de Hugo Chávez al poder si no, con su primera aparición ante las cámaras de televisión tras el fracaso del golpe de Estado que lo estelarizó. A pesar de representar un insólito salto a la premodernidad, se ha confiado en la denostación que hizo concretamente del puntofijismo, por lo que el desconocimiento histórico - todavía interesado – constituye una característica ineludible del régimen, quizá corroborado una diferencia: “Si a los políticos del pasado les gustaba lanzar sabias advertencias sobre la necesidad de conocer los límites de nuestro propio conocimiento, a los miembros de la actual élite en el poder les gusta más bien mostrar su solidaridad con la gente corriente haciendo gala de una ignorancia compartida” [SALECL, 2023: 32 s.].

1.- Aspectos fundamentales de un documento político

A nuestro juicio, el siglo XX heredó del anterior las grandes y también improvisadas proclamas políticas de frecuente invocación de las glorias patrias, degenerando paulatinamente en un estilo panfletario y simplemente coyuntural de acuerdo al caudillo de turno y los amanuenses disponibles, hasta que irrumpe el PB, contrastando por su lenguaje y la naturaleza de los planteamientos de una clara inspiración marxista y, específicamente, leninista de la época; por ejemplo, la invocación del imperialismo y de la lucha de masas, constituye una novedad por entonces. De fondo, estructura importantes aspectos (contextualización, diagnóstico y pronóstico), que concitan o aspiran a concitar un compromiso político de ruptura más allá de las circunstancias para una definitiva transformación histórica del país: siendo la política un término equívoco, convengamos en un modo alternativo de hacerla, como “un acervo de conocimientos tocantes a la realidad social y la aplicación de ellos a situaciones concretas”, yendo juntas y relacionadas la teoría y la praxis, ejerciendo una conducción que motive, induzca, estimule, y consensue acciones específicas tras una meta [BORJA, 1997: 767]. Por ello, concluimos con Manuel Caballero, en su estudio preliminar: “… Este Plan es el primer documento de la modernidad en Venezuela. Hasta entonces, las proclamas de los diversos caudillos no hacían más que repetir las gastadas consignas del liberalismo, con su invocación de una libertad abstracta” [PLAN, 2007: 61].

El documento en cuestión, tiene también por contexto a América latina (SIC), importante porque las numerosas dictaduras padecidas desde la centuria anterior, superado el conflicto independentista, aislaron al país de la suerte continental, salvo determinadas situaciones, como la del bloqueo a nuestros puertos en 1902, u otras anteriores en las que igualmente se diligenciaba el apoyo y protección de Estados Unidos, al confrontarnos con Gran Bretaña a propósito del Esequibo; y podríamos sumar la idea de reconstruir la llamada Gran Colombia o, al menos, con Cipriano Castro, procurar una sólida alianza de las fuerzas liberales neogranadina y venezolana. Además, como lo señaló Caballero, hubo inquietudes y un ambiente de agitación en este lado del mundo por aquellos años [PLAN, 2007: 7 s.], entendiéndonos en el marco de la crisis generalizada del capitalismo a partir de 1929.

En relación al proceso de discusión entre los jóvenes suscriptores del PB, como alude Plaza, no fue nada sencillo siendo obvio el “debate intenso y agresivo” al calor de las lecturas y las experiencias por entonces acumuladas [PLAZA, s/f: 41], teniendo por principal diagnóstico político la inevitable decrepitud de Juan Vicente Gómez y el consiguiente conflicto interno del poder en torno a la sucesión [PLAN, 2007: 65]. No obstante, como lo observara Caballero, sin enemigo externo al cual combatir, las Fuerzas Armadas cumplen funciones de policía nacional, “hecha más para la represión interna” [Ibidem: 41], resolviendo e imponiendo su solución según las inmediatas circunstancias que produjo la muerte de Gómez.

Los firmantes del PB, pronostican un “pronto y decisivo conflicto” entre las masas populares y el gobierno de los Gómez, por varios “factores concurrentes”, como la insurgencia latinoamericana que levanta vuelo a partir de 1929, la crisis económica, el saturado descontento de las masas, la anarquía de los seguidores del régimen con “imposibilidad de acordarse para la sucesión”, provocando el triunfo de la “voluntad nacional” por una “rigurosa lógica histórica” [PLAN, 2007: 65]. Nos parece fundamental el ejercicio, porque los rumores en torno a la salud de Gómez se intensificaron en los últimos tres años de su existencia [PLAZA, s/f.: 43], y, aunque parezca hoy demasiado obvio el desenlace de la dictadura gomecista, por entonces era inmensa la interrogante, esforzándose los noveles dirigentes políticos en acertar con un escenario en el que concursaban nociones novedosas como “masas populares”, “lógica histórica” y “voluntad nacional”, en el lenguaje político.

2.- Voluntad de ruptura

Contrastante con los manifiestos de la época, el PB destaca por las distintas medidas enunciadas, como el período preconstitucional o de la transición protagonizada por la civilidad, propugnando la desmilitarización de la administración pública, la inmediata utilización de los bienes expropiados a los Gómez en beneficio del pueblo, la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente para generar las leyes necesarias y reforzar al gobierno provisional, ensayando un nuevo sistema que va más allá del cambio constitucional. La oposición que expresa la modernidad rompe con el caudillismo, esgrime una voluntad de ruptura con la movilización de las clases medias, la emergencia de partidos modernos y otras organizaciones de masas, bajo el influjo del materialismo histórico, teniendo por principal escenario el medio urbano [PLAZA, s/f.: 36 s.].

En el orden institucional, el PB propone la construcción de un Estado garantista, con libertad de expresión, asociación, reunión, libre tránsito, etc. Y el establecimiento de un Tribunal de Salud Pública, capaz de procesar los delitos ordinarios, la corrupción y la violación de los derechos humanos por los prohombres y beneficiarios del régimen.

La alfabetización, o el término tan particular como “desanalfabetización” que implica o sugiere una acción perversa y deliberada del régimen a deponer, es puntero indispensable junto a la formación técnico-industrial y agrícola. Sentidos los ecos de la llamada revolución de Córdoba, es natural que los firmantes del documento, pivoteados por las aulas, respalden y realcen la autonomía universitaria.

E, igualmente, natural que planteen otro y decisivo modelo económico, con la revisión de las inversiones extranjeras, la atención a los servicios públicos estratégicos en manos del Estado y del municipio, la nacionalización de la caída de las aguas, la política de no más endeudamientos. Por lo demás, adelantándose al que anunció y aplicó López Contreras más tarde para sorprender al país y a sus propios aliados, el PB lanza un programa mínimo, orientado a edificar el consenso de las fuerzas progresistas y modernizadoras que, en las próximas décadas, sabrá de una importante adaptación, ampliación y desarrollo, agotándose con el cumplimiento del llamado Acuerdo de Puntofijo, como lo ha señalado Caballero; acotemos, deslindará a las nuevas generaciones políticas, posterior a la fundación en México del Partido Revolucionario Venezolano (PRV), influido por la vieja política y los viejos políticos: “Es a partir de 1931 cuando se da el verdadero vuelco. Los jóvenes del 28 abandonan las ilusiones ´revolucionarias´ cuando se dan cuenta de que los jefes de las tales nada tienen de revolucionarios, en el sentido que esa palabra tiene en el siglo veinte” [CABALLERO, 1997: 53].

3.- Conclusiones

El PB renueva o genera una tradición propia del otro modo de hacer la política en Venezuela, entendida ésta como experiencia simultánea del pensamiento, la acción y la emoción, fundada en un firme, perseverante y trascendente compromiso. Para la coincidencia y la discrepancia, el documento también le concedió identidad a un grupo de jóvenes venezolanos, dándole claridad a sus convicciones, perspectivas e iniciativas, en contraste con las ya agotadas prácticas panfletarias del medio convencional.

Por lo demás, por muchas décadas, no se entendió la política, incluyendo su formulación al interior de los propios partidos para los más variados casos y niveles, sin una formulación racional, susceptible de corrección y profundización. El documento político, herramienta esencial de toda conducción colegiada, inherente a la política misma que se entienda por democrática, ha desaparecido desde mediados o finales del siglo XX, como ahora el análisis político (realmente análisis, realmente político), en la era digital.

El anatematizado PB, comprensible por la muy acalorada controversia de la inmediata transición posgomecista que produjo, se nos antoja como una importante referencia para las nuevas generaciones en tanto ejercicio, procedimiento, método, o técnica para tramitar sus más profundas convicciones, constataciones y pareceres. Nada baladí la ejercitación del pasado para prever – interpretándolo – el presente mismo como anuncio del futuro.

Nada gratuita la ignorancia activa y crecientemente compartida de la historia, a favor de las versiones más disparatadas y anecdóticas. Perfectibles, los venezolanos supimos de distintas y limpias modalidades para pensar, hacer y sentir la política.

Referencias:

BORJA, Rodrigo (1997) “Enciclopedia de la política”. Fondo de Cultura Económica, México.

CABALLERO, Manuel (1998) “Las crisis de la Venezuela contemporánea (1903-1992)”. Monte Ávila Editores Latinoamericana - Contraloría General de la República, Caracas.

LENGRAND, Eloi – SOSA, Arturo (1981) “Del garibaldismo estudiantil a la izquierda criolla. Los orígenes marxistas del proyecto de A.D. (1928-1935)”. Ediciones Centauro, Caracas.

PLAN de Barranquilla, 1931. Análisis histórico” [Estudio preliminar: Manuel Caballero] (2007) Fundación Rómulo Betancourt, Caracas.

PLAZA, Elena (s/f) “Los regímenes de Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez (1899-1935)”. XI Diplomado de Historia de la Venezuela Contemporánea. Fundación Rómulo Betancourt – Universidad Pedagógica Experimental Libertador,11/03/2025: Caracas.

PUERTA BAUTISTA, Lorena (2023) “Metodología para el análisis de documentos históricos”. XI Diplomado de Historia de la Venezuela Contemporánea. Fundación Rómulo Betancourt – Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Caracas.

SALECL, Renata (2023) “Pasión por la ignorancia”. Paidós / Planeta, Barcelona.

Fotografías: 

Inicial, ©ArchivoFotografíaUrbana, cuenta facebookeana de Tomás Straka; de izquierda a derecha: German Tortosa, Raúl Leoni, Jóvito Villalba y Horacio Cabrera Sifones (Bogotá, 1937). Posterior, tomada de la red, el exilio de 1937. 

11/03/2025:

https://www.elnacional.com/opinion/plan-de-barranquilla-o-el-otro-modo-de-hacer-politica/

lunes, 10 de marzo de 2025

Horas de obscuridad

DE UNA BREVE NOTA CINEMATOGRÁFICA SOBRE LA INMIGRACIÓN

Luis Barragán

Las consabidas y duras circunstancias actuales, impiden el despliegue de lo que, apenas, es una modesta afición. Empero, hemos logrado algunas horas de obscuridad para evocar el título de una vieja compilación cinematográfica de Juan Nuño. Por supuesto, suscitado el interés por las películas nominadas al Oscar, accedimos a una pequeña muestra.

Por cierto, extrañamos aquellos tiempos en los que acudíamos a las salas más concurridas de exhibición de los filmes candidateados, interesándonos al mismo tiempo por los ciclos que hábil y oportunamente abría la Cinemateca Nacional en torno a los grandes clásicos de Hollywood. Por afinidad de géneros, directores o actores, la programación alternativa también contaba con un foro al final de la función bajo la responsabilidad de uno o dos críticos especializados, cosa que ocurría menos en las otras referencias citadinas, como La Previsora o Centro Plaza, y su repertorio también europeo y, a veces, latinoamericano.

Recientemente, “Flow” de Gints Zilbalodis (se dice, convertido en una suerte de héroe nacional en su natal Letonia), se hizo acreedora del Oscar como la mejor animación y con sobrada razón, pues, es una obra maestra del silencio aterrador de la palabra que se pronuncia, compensado por el otro lenguaje: el de la naturaleza; y la admirable narración fue sostenida hasta bien avanzada la obra, aunque aflojó con el descenso de las aguas para fortuna del gato resignadamente acuífero y sus amigos de circunstancias. Término aceptado por la Real Academia de la Lengua Española que, por cierto, alguna diferencia tiene con los académicos que premian el espectáculo fílmico, el biopic de Bob Dylan es, a nuestro modo de ver, un musical, un desfile de éxitos, un mosaico que se hace tedioso, pero no una película, una articulada película que desperdició la ocasión de tener escenarios y situaciones que hablasen y explicase al cantautor, como la otrora ciudad de Nueva York y la cita con Luther King en Washington (mejor trabajada en “Forrest Gump” de Robert Zemeckis, 1994); siendo tan pedante Dylan, en “Un completo desconocido” de James Mangold, el protagonista, Chalamet, parece más arrogante, por lo que puede decirse que Bob fue quien interpretó a Timothée.

Un largo video de dos autorizados críticos, hicieron leña de “El brutalista” de Brady Corbet, por lo que la comenzamos a ver predispuestos, pero a medida que avanzaba nos convencimos de una extraordinaria pieza que muy bien requirió de las tres horas y media de proyección con un manejo estupendo del drama y un guión que fluyó convincentemente, como el de Corbet y Mona Fastvold. Diferente a lo concluido por el par de críticos en cuestión, la arquitectura estuvo presente hasta en algunos detalles del film, como la modificación intentada en la ejecución del proyecto para ahorrar recursos. No obstante, hay una realidad que conmueve profundamente: la del inmigrante.

Permítannos esta breve nota, porque tenemos en mente a la diáspora – un término amable – venezolana que más sufre, y lo ocurrido por László Tóth, el protagonista magníficamente representado por Adrien Brody, en tiempos en los que no estaba avanzado el derecho migratorio, siendo menores las oportunidades de contar con abogados diestros y mayores los prejuicios étnicos y religiosos, inevitablemente nos interpelan en torno a los paisanos más empobrecidos y al fenómeno llamado seguritización. Pudo ser una cinta que se conformase con desnudar los excesos de un típico mulimillonario que despreciara al judío y al negro, pero rápidamente avanzó del estereotipo que incluye al que se hace del católico, a una denuncia de la trágica experiencia del inmigrante extremadamente pobre, humillado, perdido que, a pesar de la suerte que corrió al reconocérsele como un profesional de la arquitectura y de contar con posibilidades de buen ingreso, o de recuperar a su esposa (lo hizo muy bien Felicity Jones como una Erzsébet Tóth de temple y sensualidad), sufrió hasta de una violación del ricachón en una escena inesperada: un peliculón. 

10/03/2025:

https://opinionynoticias.com/opinioncultura/42589-de-una-breve-nota-cinematografica-sobre-la-inmigracion

domingo, 9 de marzo de 2025

Caza de citas





"Estuve a punto de replicarle que no corro tal riesgo, puesto que yo no sé gran cosa de filosofía ni en realidad de nada y, por tanto, nadie me va a invitar a hablar delante de las cámaras. Klaus siguió saliendo de vez en cuando en la televisión, pero nosotros ya no nos quedábamos despiertos para escucharlo"

Fernando Aramburu

("Hombre caído", Tusquets Editores, Barcelona, 2025:  127)

Ilustración: Christoph Niemann.

sábado, 8 de marzo de 2025

Noticiero retrospectivo

- S/a. “El Paraíso y Jorge Washington”. El Farol, Caracas, N° XXXIX de 08/1942.

- Humberto Orsini, presidente del Centro Venezolano de Teatro. “Un festival de teatro para una ciudad cuatricentenaria”. Momento, Caracas, N° 539 del 13/11/66.

- Ciro Navas. "Los cantores de Bolívar". Revista de la Sociedad Bolivariana, Caracas, N° 86 del 19/04/66.

- Víctor Manuel Reinoso. "La rebelión de los masones". Élite, N° 2073 del 19/06/65.

- Eduardo Lira Espejo. “Ángel Sauce, músico de pasión decidida”. Revista Shell, Caracas, N° 2 de 02/52.

Fotografía: Vista de El Calvario, Caracas, año indefinido Tomado del grupo facebookeano Caracas antigua

Aula abierta

EL TRIUNFO DE LA UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR

Luis Barragán

Los muy recientes comicios de la Asociación de Profesores (APUSB), constituyen un aporte extraordinariamente importante para la casa de estudios de Sartenejas y de su sede en el litoral central. Y, fundamentalmente, contribuye al esfuerzo de supervivencia de la universidad venezolana, consabidas las difíciles circunstancias.

Hubo un denodado empeño por renovar la directiva gremial del presidente saliente, William Anseume, cuya lucha alcanzó una justa y provechosa proyección nacional, en correspondencia con la profunda gravedad del problema universitario del país. Parece mentira que, ahora,  libremente sufragar sea una de las cosas más difíciles y, a pesar de las inmensas dificultades que incluye el despojo de la Casa del Profesor por las autoridades interventoras, los asociados decidieron mayoritaria e inequívocamente por la fórmula encabezada por el ahora presidente entrante, Omar Pérez Avendaño.

El triunfo de la Bolívar es el de la sociedad civil organizada que brega por sus derechos, perseverante frente a las miles de trabas que se interponen. Y, agregamos, el reencuentro con una identidad que se ha pretendido confiscar respeto al aula superior que seguirá como escenario seguro de los mejores sueños por una definitiva transformación social.

Inevitable acotarlo, en las restantes instituciones de educación superior, aparentemente públicas y autónomas, muy pocas veces y, seguramente, en forma alguna, el gremio profesoral y los otros que conforman la comunidad universitaria, se atreven a convocar y a celebrar sus elecciones. Y, podría aseverarse, que la entidad nacional que vincula a todas las asociaciones afines (FAPUV), tiene una inmensa deuda institucional acumulada por más de una década: añales con la misma directiva, con muy pocos integrantes activos que cuentan con el  régimen como el mejor pretexto para sus más notables omisiones.

Ganó la universidad, porque resulta necesaria la constante actualización de su comunidad, y, en lugar de rogar o gestionar la ya imposible auto-corrección del poder establecido, agitando el fantasma de la antipolítica, la universidad misma se defiende realizando sus más elevados valores, precisamente, con coraje. El profesor Anseume ha cubierto la etapa más dura y arriesgada en toda la trayectoria histórica de la APUSB que tiene en su haber casi medio siglo de existencia, asumiendo la más adecuada perspectiva para defender los derechos de todos y cada uno de los agremiados; y, ahora, el profesor Pérez Avendaño demostrará sus mejores capacidades para perfeccionar un compromiso y una tarea de innegable trascendencia.

Fotografía: Tomada de la cuenta X de APUB.

09/03/2025:

https://www.lapatilla.com/2025/03/09/luis-barragan-el-triunfo-de-la-universidad-simon-bolivar/

Orar en la Cuaresma

LOS DEMONIOS INTERIORES

(San Lucas, 4: 1-13)

Enrique Martínez Lozano

Los evangelios sinópticos (Marcos, Mateo y Lucas) colocan el relato de las tentaciones de Jesús al inicio de su actividad pública. Quizás con ello nos están diciendo que, antes de empezar una misión liberadora, es necesario enfrentarse con los propios "demonios interiores".

Sin haber pasado por ahí, lo más probable es que veamos los "demonios" en los demás o que estemos a merced de esas fuerzas que permanecen ocultas, pero bien activas, en nosotros, conduciéndonos adonde no queríamos ir.

Los demonios de los que hablan estos relatos son tres que caracterizan bien al ego: el tener, el poder y el aparentar. Es en ellos donde el ego se atrinchera y donde se aferra para sentirse que es "algo". Bienes materiales, poder e influencia, imagen y prestigio: he ahí los intereses del ego.

Si nos damos cuenta, lo que se busca detrás de ellos, es una misma cosa: seguridad. Precisamente por eso, la manera de "lidiar" con esos demonios es reconocer la necesidad pendiente y descubrir la falsedad de sus promesas.

Quien se halla sometido a esos "demonios" es nuestro/a niño/a interior, necesitado de seguridad. Si miramos bien, veremos que, detrás del estereotipo del avaro, del déspota o del vanidoso, hay siempre un/a niño/a que está reclamando seguridad y afecto.

A quien tenemos que rescatar, por tanto, es a ese/a niño/a, con quien tenemos que ejercer hoy una tarea de maternización. Hoy, adultos/as, hemos de ser madres de aquel/lla niño/a, poniendo los medios para que pueda darse un encuentro amoroso que le otorgue seguridad y confianza.

Solo entonces podremos ayudarle a comprender que la seguridad que ofrecían aquellas voces no era tal: todo el dinero del mundo, todo el poder y toda la fama son incapaces de otorgar seguridad y plenitud. No solo eso: aquellas voces nos confunden y nos hacen olvidarnos de nuestra verdadera identidad. Antes o después vendremos a reconocer que el futuro del ego es la desaparición y que, como decía Jesús, vivir para él es "perder la vida".

La seguridad no se halla al alcance del ego. Por eso se desespera, al percibir que, haga lo que haga, no puede tenerla bajo su control. Tampoco se encuentra fuera de nosotros, en otro lugar o en el futuro. Ni siquiera podemos situarla en nuestras ideas o creencias.

Es indudable que necesitaremos un trabajo psicológico que nos permita construir una relación positiva con nosotros mismos, gracias a la cual sintamos que nos habitamos gustosa y amorosamente: estamos en casa.

De otro modo, es probable que las mayores energías se nos consuman en soportar el malestar ocasionado por la fractura interior –porque nos sentimos extraños a nosotros mismos- o en buscar compensaciones sustitutorias y siempre frustrantes.

Sin embargo, siendo importante y en ocasiones incluso decisivo, ese trabajo psicológico, por sí mismo, tampoco es capaz de ofrecernos la seguridad que nuestro corazón anhela.

Porque lo que anhelamos no es "algo" que, de pronto, nos completara. Anhelamos nada menos que lo Absoluto ("Al Señor tu Dios adorarás y a él sólo darás culto", responde Jesús), pero no como "algo" o incluso "alguien" separado, sino ese Fondo último y común que a todos nos constituye. El es el objeto de nuestra sed y de nuestra búsqueda porque es nada menos que nuestra verdadera identidad.

Tenemos hambre y sed de lo que ya somos, pero que con frecuencia permanece oculto. Al no poder apagar la sed que nos define, lo que hacemos es proyectarlo fuera y buscar apropiárnoslo.

Es más simple. Prueba a descansar en lo que es. Ve acallando las voces de tu mente y los movimientos de tu sensibilidad, recógete, escucha el Silencio y saborea la Espaciosidad que se abre ahí, en forma de Presencia consciente y amorosa..., hasta que te "re-conozcas" en Ella: esa Presencia es seguridad y constituye el núcleo de quien eres. ¿Dónde la estabas buscando?

Fuente:

https://www.feadulta.com/es/buscadoravanzado/item/3347-los-demonios-interiores.html

Ilustración: Adolfo Pérez Esquivel, "El Cristo del Poncho y los pueblos latinoamericanos".

Padre S. Martín: Actualidad católica, salud de Francisco I, inteligencia artificial: https://www.youtube.com/watch?v=SQCwWQc5NUc



Extendida responsabilidad penal

 

EL PAÌS, Madrid, 07/03/2025.

jueves, 6 de marzo de 2025

Memorandum

DIRECTORES QUE NUNCA GANARON UN PREMIO ÓSCAR

1️⃣ Stanley Kubrick - 4 nominaciones

2️⃣ Alfred Hitchcock - 5 nominaciones

3️⃣ Orson Welles - 1 nominación

4️⃣ Federico Fellini - 4 nominaciones

5️⃣ Ingmar Bergman - 3 nominaciones

6️⃣ Akira Kurosawa - 1 nominación

7️⃣ Sergio Leone - 0 nominaciones

8️⃣ Andrei Tarkovsky - 0 nominaciones

9️⃣ Sidney Lumet - 5 nominaciones

🔟 David Lynch - 3 nominaciones 

lunes, 3 de marzo de 2025

Cañoneros de aire

DE LA REVERENCIADA PUSILANIMIDAD POLÍTICA
Luis Barragán

Sobrevivimos a un régimen que es el de un constante e irresponsable castigo emocional y, por consiguiente, nada casual, sectores de la oposición lo retroalimentan negados al uso y ejercicio de la razón, renunciando a toda semántica y discusión a favor de un par de estereotipos que sufren el típico desgaste de una coyuntura reiterada. Cosa ésta en la que puede incurrir un gobierno, el mismo para toda la centuria, por la ventajosa disposición de los recursos materiales y simbólicos, los del Estado, destinados a vulnerar la voluntad del resto de los venezolanos, a contaminar sus ilusiones, a generar la desconfianza en el esfuerzo y las tareas comunes.

Admitamos, la polémica no es la misma de antes y no, por simple añoranza: ahora, falta la profundidad necesaria en los planteamientos que espera el ciudadano común, acaso, sospechoso de una radical incomprensión de su propia vivencia, todo un supuesto de falsedad porque la realidad es dolorosa en todas las dimensiones posibles de nombrar. Y es que, sufrida, necesitamos mencionarla y caracterizarla, perfeccionando una interpretación tan irremediablemente compleja, como compleja es sentirla, experimentarla y ponderarla.

Presentándose lo harto consabido como una novedad, aliterada fácilmente la tribuna política y la de opinión, recreados por el cliché devenido análisis, diagnóstico y pronóstico, la interlocución se reduce a una inevitable pusilanimidad militante, conveniente y – por supuesto - calculada para asombro de aquellos que la explican por naturaleza, nacimiento e irresistible vocación. Luego, sintonizados con el régimen, justo y pecadores tienden a reverenciar a los pusilánimes que, lógico, vacilan en todo lo que les sea aconsejable, jamás se comprometen dizque dejando la puerta abierta a otras opciones, empobrecen deliberadamente el lenguaje, nunca responden por un exilio que partió por y vuelve a Maiquetía al tratarse de un increíble receso vacacional, evaden sistemáticamente la controversia, convierten la morisqueta en una gracia, y – encima – tienen la enfermedad de Aladino: el mal genio.

Recordado por nuestro amigo Freddy Millán Borges, días atrás, solemos realzar el mito en lugar de la historia, el deseo frente a la realidad, el espectáculo ante la política, realzando el vulgar mensaje panfletario, subestimando la quiebra de la industria petrolera que, nada más y nada menos, afecta aquella jerarquía geopolítica y geoestratégica que ostentamos en el siglo XX.  El oficialismo puede darse el lujo de profesar el señorío de la pusilanimidad que lo sostiene, concupiscente el desempeño del poder, al fin y al cabo, pero no sus adversarios recurrentemente indecisos, anecdóticos y cabalmente oportunistas que, venerados por sus laboratorios digitales, conscientemente o no, desde el ámbito ajeno o propio de la política, provocan la aguda crisis del liderazgo venezolano transitado dentro y fuera del efectivo ejercicio del poder.

Agradecidos por el respaldo que le dio Donald Trump en su anterior gobierno a la causa de la libertad por estas latitudes, sin que estemos aquejados por una suerte de sobrevenido trumpismo, valoramos las diferencias ampliamente televisadas que tuvo recientemente con Volodimir Zelenski. Lo deseable era que el diferendo fuese tratado en un recinto alejado de las cámaras, pero también ha ocurrido que la posterior tergiversación de los hechos, la interesada puerilidad de sus versiones, y la confusión que se hace políticamente rentable, obligó a la Casa Blanca a una inmediata difusión del encuentro presidencial y sus desavenencias.

Salvadas las distancias, en las actuales circunstancias de nuestro país, se han propuesto fórmulas de negociación entre la oposición y el gobierno. No obstante, por el sobrepeso de las suspicacias que el solo esbozo de la iniciativa suscita para ambas partes, la experiencia negociadora acumulada y las incontables interpretaciones, equívocos y malestares que desencadenan, sacrificada la verdad, luce recomendable que toda negociación se haga pública, simultánea y transparentemente para superar la pusilanimidad trastocada en una burda majadería, pues, imposible aceptar y legitimar que, a la postre, sea igual elegir una alternativa u otra para el decisor de una oposición resignada a serlo por siempre.   

Los hubo, sin lugar a dudas, aunque pocas veces en nuestro historial republicano los pusilánimes fueron determinantes y duraderos, cañoneros del aire acondicionado que juran facilitar los retos, clamando por las comodidades de una lucha.  Y, finalmente, una indispensable acotación en el caso  de asumir lo que podría convertirse en el otro diagnóstico estratégico que derive en un plan de recuperación del liderazgo político: por favor, no confundamos la pusilanimidad con la discreción, la prudencia, la moderación.

Fotografías: LB, La Grand Plaz (Caracas, 28/02/2025).

04/03/2025:

https://www.elnacional.com/opinion/de-la-reverenciada-pusilanimidad-politica/

La otra declaración

EL CODAZO DE DENUNCIA

Luis Barragán

Más allá del contenido, dar una rueda de prensa (RDP) tiene sus dificultades: tratándose de varios voceros, es preferible sentarlos ordenadamente, porque – de pie – todos procurarán adueñarse del micrófono, pestañándole a las cámaras y descompaginando la exposición central. E, incluso, si fuese una sola persona la protagonista, rodeada por los compañeros de causa, será rudo el torneo de codazos, ya que – por lo menos – en casa deben celebrar la aparición en los medios de comunicación.

Los codazos en el bosque de los acompañantes dibujan una terrible e incómoda situación, y, además, poco importa que simultáneamente hable el ponente, ya que todos se aprietan en el pódium real e imaginario, inconscientemente para minimizarlo.  Un errado movimiento, significará salir del encuadre con el consiguiente reemplazo del otro que pugnará por no moverse, pescuecear, y hasta sonreír aun cuando no sepa que la declaración corporativa – faltando poco, inconsulta -  pueda comprometerlo severamente.

A lo Warhol, los cinco minutos de fama se erigen como un derecho fundamental del pantallero que pugna por una RDP que también pudiera serle ajena, porque se ha hecho costumbre rellenar y abultar el escenario y, varias veces, el planteamiento.  Claro, excepto los días de censura y represión que convierte en una temeridad el solo asomarse a la calle.

El asunto viene al caso, porque se hizo viral recientemente un video del encuentro con la prensa de un conocido vocero oficialista donde dos damas incurrieron en una riña silenciosa por ocupar un sitial de honor frente a las cámaras, y, por supuesto, muchos pegaron el grito al cielo por el incidente que fue mejor que lo referido por el declarante. No obstante, a ambas debemos agradecerles la sinceridad de un conflicto que tuvo su mejor pasaje estético frente a todo el mundo, por una sencilla razón: es lo que recurrentemente sucede en toda RDP que se tenga por tal en estas latitudes tropicales, aunque por siempre procuren taparear la cosa.

Propio del oficio político, fue y es natural el encuentro con los medios, pero odiamos librar una batalla campal de cuarta generación por  ocupar  o compartir el momento estelar, y, aún declarantes, preferíamos tomar luego un extremo del escenario para observar el desenlace del acto. Por ello, al mencionar el video, le agradecemos a las damas en cuestión que declarasen corporal y efectivamente en torno a una realidad que suele evadirse, convertido el codazo en denuncia.

03/03/2025:

https://opinionynoticias.com/opinionpolitica/42545-del-codazo-de-denuncia-

Gráficas: https://es.wikipedia.org/wiki/Radiografía / https://www.instagram.com/reel/DF_syW3p_Yb/ /  https://www.youtube.com/shorts/GiFnL8U9u3o

domingo, 2 de marzo de 2025

Caza de citas








"Volví a abrir la puerta, con cuidado de no tropezarme con las piernas estiradas de los pasajeros, y al final encontré mi sitio en el rincón. Ay, el olor a pies, vos pieds, messieurs, vos pieds, hasta Cristo les habría golpeado con una pastilla de jabón al lavarles los pies el Jueves Santo"

André Aciman

("Mi año romano. Memorias",  Alfaguara, Barcelona, 2025: 428)

Ilustración: Aad Goudapel.

Noticiero retrospectivo

- Juan Jones Parra. “La Batalla de Carabobo”. Revista Shell, Caracas, N° 3 de 06/1952.

- Alejandra Villasmil. “Los partidos se debaten entre la muerte y la resurrección. Totalitarismo y populismo: Los riesgos de la antipolítica”. Economía Hoy, Caracas, 07/04/97.

- Jonán Millán Boada. “Juan Liscano y la psiquiatría”. El Nacional, Caracas, 13/02/74.

- Nicolás Vega Rolando. “Sobre el mal uso de los símbolos de la nacionalidad”. Resumen, Caracas, N° 79 del 11/05/75.

- Guillermo Meneses. “Cuento de Caracas en sus 399 años”. Momento, Caracas, N° 524 del 31/07/66.

Fotografía: Aporte de Jerjes Meléndez Núñez para Caracas en Retrospectiva II (Facebook), carnavales de Caracas, en 1954. 

Paja y viga

Fotografía: Javier Gago (Facebook), Pantokrator en MNAC de Barcelona.


Padre J. Martín:  https://www.youtube.com/watch?v=zoZRzn8Tl88







La diáspora útil y comprometida (parábola histórica)

PLAN DE BARRANQUILLA, O EL OTRO MODO DE HACER POLÍTICA Luis Barragán La situación política y existencialmente planteada para los venezol...