MIRANDINIDAD DEL COVID-19
Luis Barragán
De acuerdo a los
medios, el estado Miranda encabeza de nuevo las cifras de contagios. El
Covid-19 ostenta un señorío en la entidad federal que parece no preocupar ni
molestar siquiera a los responsables del área de la salud, con olvido de
otras dolencias en una población desasistida.
Los funcionarios públicos cuidan de no declarar al respecto, aunque la
Constitución de la República los ampara o dice ampararlos así no tengan
responsabilidades de dirección. Además de mal pagados, con salarios que no
guardan correspondencia con la galopante hiperinflación, saben bien que la más
elemental y pública orientación médico-sanitaria puede acarrearles los peligros
que algunos han sabido hábilmente sortear.
Lo hemos señalado en distintas ocasiones, la pandemia es objeto de una
asombrosa (auto) censura que no es frecuente en los países de una acreditada
democracia liberal, en los que, por cierto, la academia igualmente ha hecho
aportes para una cabal comprensión del fenómeno en el terreno de las ciencias
sociales. Un rápido vistazo a las redes, nos impone de autores y títulos, en
casi dos años de declarado el huésped peligroso, capaces de reportar un
diagnóstico y vislumbrar algunos escenarios de salida desde una perspectiva
económica, sociológica o psicológica, por ejemplo, sin equivalentes en una
Venezuela reprimida, con universidades devastadas y un inexistente mercado
editorial.
El periodista que se interna en la Miranda profunda, conoce del doble riesgo de
indagar sobre el comandante Covid-19 y sus avances, porque puede ganarse
una detención arbitraria, además de contraer la enfermedad. En todo lo posible,
hemos denunciado la situación en nuestros recorridos por la entidad, ahora, convalecientes
de las secuelas que nos quedan, apuntando a la constatada
indisciplina social que cuenta con un poderoso estímulo del Estado
negligente.
Tal como ha ocurrido con anterioridad, por siempre, desaprendida la lección, se
espera un severo repunte de las variaciones acaso más inusitadas del flagelo,
luego de las festividades decembrinas, cercanas las carnavalescas: festividades
muy particulares, porque el escaso consumo de una población diezmada, no guarda
correspondencia con los niveles de concentración de las personas en los
espacios públicos, en los medios colectivos de transporte, añadidas las
reuniones privadas de una numerosa concurrencia, sin las más elemental
precaución de un tapabocas o de un humilde chorro de alcohol y agua. Pendiente
la tarea, importa reflexionar en torno a esa asociación del régimen con una
pandemia que le ha servido paradójicamente para sobrevivir, imprimiendo una
pedagogía perversa a favor de la muerte prematura, sumisa y casual.
Fotografía: Google Imagen.
09/01/2022:
https://www.lapatilla.com/2022/01/09/luis-barragan-mirandinidad-del-covid-19/
https://theworldnews.net/ve-news/luis-barragan-mirandinidad-del-covid-19
https://www.costadelsolfm.org/2022/01/09/luis-barragan-mirandinidad-del-covid-19/
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