CONSTITUCIONALISTAS DE AULA Y DE HECHO
Luis Barragán
Despedido el
siglo XX, Venezuela se convirtió en un magnífico laboratorio para Fidel Castro
y sus secuaces. Marcó toda una pauta,
ahora, actualizada en países como Chile y que seguramente seguirá Colombia: una
constituyente a la medida de los intereses de la nueva oligarquía política que
no tardará en hacerse económica.
En nuestro país, ¿estuvo planteada
real y urgentemente una distinta
Constitución? ¿Acaso, no crearon una
poderosísima ilusión en torno a la constituyente como solución ipso facto de todos nuestros problemas?
¿No es deudora la Carta de 1999 de las propuestas de reforma de principios de
la década, respecto a sus aspectos más sobrios, coherentes y convincentes? ¿No
ha sido persistentemente violentada en más de veinte años? ¿No lo hemos
denunciado millones de veces, incluso, en las plenarias del parlamento
enfrentado adicionalmente a los palcos (por ejemplo, https://www.youtube.com/watch?v=tnbWq-tA_pQ)?
Pretendiendo reglar absolutamente
toda la vida social, al sur del continente sobresale un proyecto constitucional
de más de quinientos artículos que inutiliza la propia existencia del derecho
constitucional. Mirando atentamente Castillo del Perú a Boric de Chile, nada,
completamente nada, augura un camino diferente al de los venezolanos, cuya
voluntad en un referéndum constitucional jamás fue respetada y el régimen
implementó su fracasado proyecto en los próximos quince años, sin el menor
rubor de quienes lo defienden dentro y fuera de la cátedra, dentro y fuera del
país.
A todas estas, la propia Cuba pasa
ilesa y ahí si cabe respetar por completo la autonomía y soberanía de los
pueblos para todo constitucionalista de aula o de hecho que, inseguro, cavila
sobre el futuro latinoamericano (y caribeño). Desde su origen, la Constitución
cubana fue una aberración al jurarse como fruto de la discusión de las organizaciones
de base, como si éstas hubiesen existido plural y libremente junto a los medios
de comunicación social igualmente libres y plurales; al respecto, recomendamos un breve texto de
opinión suscrito por Amalio Fiallo para El Nacional de Caracas (1976), desafiando
la absurda posición asumida por Luis Beltrán Prieto Figueroa (https://apuntaje.blogspot.com/2022/07/cuba-la-olvidada.html).
Todos nos convertimos en
constitucionalistas con el simple enunciado de una constituyente, su realización
y el parto de una propuesta, perdiendo los datos fundamentales en torno a la realidad a
la que se desea estafar. A modo de
ilustración, por cierto, el debate constituyente venezolano de 1999 estuvo muy
lejos de ser ejemplar.
Captura de pantalla: Plaza de la Revolución, La Habana: https://www.youtube.com/watch?v=CMViQPGHSjU
10/07/2022:
https://www.lapatilla.com/2022/07/10/luis-barragan-constitucionalistas-de-aula-y-de-hecho/
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