martes, 29 de julio de 2025

Momento maquiavélico

LA UNIVERSIDAD REPUBLICANA

Luis Barragán

En las postrimerías del siglo pasado, el término desregulación gozó de un extraordinario auge en el ámbito económico, proyectado – no mentado - abusivamente en el político para buscar la mínima formalidad posible de sus procederes y procedimientos; esto es, la promoción e imposición de aquellas conductas derivadas de un liderazgo personal, afortunado y quizá circunstancial, en detrimento de toda expresión institucional, estable y perfectible. En un sentido, pareció fácil confundir el modelo de desarrollo abierto y competitivo que pugnaba por consensuarse, con una total y absurda ausencia del Estado, mientras que, en el otro, la antipolítica arremetió fundamentalmente contra los partidos y cualesquiera otras instancias colegiadas de conducción política y social en clara apuesta por el mesianismo de ocasión.

Jurando combatirlo, la paradoja estuvo en la entronización de un populismo de izquierda, como pudo serlo de derecha, según el canon, consagrando la anomia en la presente centuria, pues, la desregulación se ha cumplido a plenitud por la interesada abstracción y manipulación de las normativa vigente, la conveniente y oportuna interpretación judicial, y, constituyendo una mayor ventaja, la pérdida generalizada, creciente, distraída o inadvertida del sentido y del sentimiento republicanos. Metidos en un gigantesco berenjenal que J. G. A. Pocock denominó el “momento maquiavélico” de más de prolongado, todo apunta a la reconstrucción de la sociedad civil desde abajo para reivindicar y darle soporte a una distinta experiencia política,  aunque parezca una osada utopía de acuerdo a las circunstancias actuales:  división y equilibrio efectivo de los órganos del Poder Público, ejercicio real de las virtudes cívicas a las que conducen los principios y valores constitucionales, y una libre, limpia y transparente participación y competencia ciudadana.

En principio, significa el reaprendizaje de la convivencia social, la autorregulación del genuino comportamiento ciudadano, el redescubrimiento de la política fuera de los cauces de la fulanización extrema y mesiánica, al encuentro de la sanción moral eficaz, como algún remoto día  lo demostró la ejemplar disciplina de los usuarios del metro de Caracas, igualmente atendidos por las fallas del servicio que pudieran sufrir. Agreguemos el acatamiento voluntario de los peatones y automotores frente a las señales del semáforo, el respeto al orden de una cola que se haga frente a toda taquilla, la moderación del volumen de los equipos de sonido en vehículos e inmuebles, como indicio de una cultura cívica alternativa en gestación, añadida la realización de los comicios que las legítimas organizaciones de la sociedad civil tienen pendientes para volver a la más amplia y promisoria acepción de la política.

En poco tiempo, la Universidad Simón Bolívar cumplirá cuatro años bajo la dirección de las autoridades interventoras designadas por el Ejecutivo Nacional, las cuales – en su momento – tuvieron un plazo de 180 días para convocar las elecciones rectorales de conformidad con la normativa vigente.  Siendo un caso particular de desregulación política,  importa reivindicar la vida institucional de la casa de estudios como dato fundamental de su recuperación, propulsando – como lo ha hecho decididamente el gremio profesoral – las elecciones en mora y ventilando abiertamente los problemas; vale decir, reinscribiéndose en una tradición republicana que les es tan indispensable para cumplir la misión ética, académica y sociopolítica que la inspiró al fundarse.

Acotemos, las sedes de Sartenejas y del Litoral Central exponen sendos problemas que son los estructuralmente propios de la universidad venezolana, por lo que la deseada excelencia y prestigio no dependen de una absurda ocultación, sino de la reemergencia de una cultura cívica capaz de ventilarlos y de solventarlos por los medios institucionales, por lo además, actualizadores. Incluso, aún las entidades de una expresa vocación científica y tecnológica, son y deben ser compatibles, por una parte, con los valores republicanos como la libertad, la igualdad, la participación, el compromiso con el bien común; y, por otra, nociones tan angulares como la autonomía universitaria y la libertad de cátedra, constitucionalmente establecidas, nos orientan a la autorregulación, necesariamente democrática, que ha de fundamentar la indispensable vida institucional, hoy, urgidos frente al populismo obviamente mesiánico de cualquier signo.

Composición gráfica: Steph Goralnick.

Fotografía: LB, Universidad Simón Bolívar (Sartenejas, 08/05/2023). 

29/07/2025:

https://www.elnacional.com/2025/07/la-universidad-republicana/

domingo, 27 de julio de 2025

Caza de citas

"Problemas muy distintos, pero tampoco sencillos, presenta el tratamiento de este tipo de episodios para los historiadores, que deben desplegar especial desapasionamiento y sutileza al narrarlos, evitando al máximo la subjetividad, el partidismo y los juicios exagerados o simples, en uno u otro sentido. Esto último, sobre todo, porque el historiador debe saber distinguir siempre, y en estas ocasiones más aún, su papel respecto del de un juez o el abogado de una causa, y atenerse estrictamente a su función, que consiste en descubrir y explicar lo que ocurrió, con la máxima ecuanimidad posible, sin realzar o minimizar datos que favorezcan o perjudiquen a una de las partes. Lo que de ningún modo significa, desde luego, equiparación, equivalencia o asepsia, ni excluye que, en sus conclusiones, emita valoraciones y lance juicios éticos, siempre que estén nítidamente deslindados de los datos que cree probados"

José Álvarez Junco

("Qué hacer con un pasado sucio", Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2022:  256)

Ilustración: Aleksandra Waliszewska.

Noticiero retrospectivo

- Óscar Mago. "La ópera en Venezuela". El Nacional, Caracas, 01/08/1974. Papel Literario.

- Ernesto L. Rodríguez. "Creación de presupuesto paralelo de Bs. 18 mil millones propone Teodoro Petkoff". Últimas Noticias, Caracaa, 03/01/85.

 - Alianza político-electoral de Betancourt y Caldera, prevé el PCV (Jesús Faría). El Nacional, Caracas, 13/08/80.

- Rubén Abreu Montes de Oca. "En crisis el gobierno de Leoni con la pérdida de control del Congreso". Bohemia, Carracas, N° 259 del 17/02/68.

- Terry L. McCoy. "Guyana, el próximo reto de EE. UU.". Economía Hoy, Caracas, 13/09/89.

Fotografía: U.S. Naval Institute Archives Photo of the Week. "In 1939, beginning of World War II, Venezuela was the world’s leading oil exporter and main beneficiary of the American Lend-Lease programs. Though Venezuela never declared a side, they covertly supported the Allies and officially declared war on the Axis powers in February 1945". Cuenta de Instagram:  navalinstitute (Agradecemos el dato a Ramón Alberto Rivero, Facebook). 

Línea directa con el Padre

LA ORACIÓN DEL PADRENUESTRO

(San Lucas, 11: 1-13)

Fray Marcos [Rodríguez]

El "Padrenuestro" es mucho más que una oración de petición. Es más bien un resumen de las relaciones de un ser humano con el absoluto, consigo mismo y con los demás. En la primera parte del padrenuestro se mira hacía Dios; en la segunda se mira hacia el hombre.

Es muy probable que el núcleo de esta oración se remonte al mismo Jesús, lo cual nos pone en contacto directo con su manera de entender a Dios. El Padrenuestro nos trasmite, en el lenguaje religioso de la época, toda la novedad de la experiencia de Jesús.

La base de ese mensaje fue una experiencia única de Dios como "Abba", y la experiencia de ser un "Hijo de Hombre", conectado con todos los demás seres humanos.

La mayoría de las veces, hemos reducido el padrenuestro a un rezo mecánico que no supone para nada una actitud determinada. Y hemos destrozado su profundo sentido cuando hemos convertido su recitación repetida, en una penitencia por nuestros pecados.

Sin embargo, como expresión de una actitud interior puede abrirnos horizontes insospechados. Hemos repetido muchas veces que el mensaje de la Palabra, no está en la letra, sino en el espíritu. Alcanzar el espíritu, supone siempre ir más allá de las formulaciones literales.

Entendido literalmente, el Padrenuestro no tiene para nosotros mucho sentido. Ni Dios es padre en sentido literal; ni está en ningún lugar, llamado cielo; ni podemos santificar su nombre, porque no lo tiene; ni tiene que venir su Reino de ninguna parte, porque está siempre en todo y en todos; Ni su voluntad tiene que cumplirse, porque se cumple siempre aunque no queramos nosotros. Ni tiene nada que perdonar, mucho menos, puede tomar ejemplo de nosotros para hacerlo; ni podemos imaginar que sea Él el que nos induzca a pecar; ni puede librarnos del mal, que depende sólo de nosotros.

Es imposible abarcar todo el padrenuestro en una homilía. Cuentan de Sta. Teresa que al ponerse a rezar el padrenuestro, era incapaz de pasar de la primera palabra. En cuanto decía "Padre" caía en éxtasis... ¡Qué maravilla! Efectivamente, esa palabra es la clave para adentrarnos en la experiencia de Jesús. Comentar esa sola palabra nos podía llevar varias horas de meditación. De todas formas vamos a repasarlo todo brevemente.

Padre. Llamar a Dios Padre, fue la gran revelación de Jesús. El "Abba" es la piedra maestra de todo su mensaje. En los evangelios se pone una sola vez en labios de Jesús, pero lo hace con tal rotundidad, que se ha convertido en resumen de todas las enseñanzas de Jesús. Es una fuente inagotable de vivencias.

El descubrir a Dios como Papá supone la situación de un niño pequeño que ni siquiera sabe lo que debe pedir. Esta actitud es muy distinta de la nuestra que nos comportamos como personas mayores que podemos decir a Dios lo que nos debe dar en cada momento. La aparente oración debe convertirse en confianza absoluta en aquel que sabe mejor que yo mismo lo que necesito.

Dios es Padre en el sentido de origen y fundamento de nuestro ser, no en el sentido de dependencia biológica. Queremos decir mucho más de lo que esas palabras significan, pero no tenemos el concepto adecuado; por eso tenemos que intentar ir más allá de las palabras.

Procedemos de Él sin perder nunca esa dependencia absoluta, que no limita mis posibilidades de ser, sino que las fundamenta absolutamente. El padre natural, da en un momento determinado la vida biológica. Dios nos está dando constantemente la Vida.

Pero Dios es también Madre. Hay que eliminar de Dios la idea del padre dominador y represor, que a veces le hemos atribuido y que nos ha llevado a desarrollar en relación a Él, los complejos que con frecuencia sufrimos con relación al padre natural.

No podemos empeñamos en proyectar sobre Dios ideas negativas del "padre" que hemos elaborado a través de los siglos. No tiene ni pies ni cabeza considerar a Dios superior al hombre, mucho menos enemigo del hombre. Al liberarse hoy de ese Dios falso, y no experimentar el verdadero, el ser humano se ha quedado en la más absoluta orfandad.

El concepto de padre, es siempre relativo. Hace referencia a un hijo. No hay padre si no hay hijo; y no puede haber hijo si no hay padre.

Para la cultura semita, Padre era, sobre todo, el modelo a imitar por el hijo. Cuando Jesús dice que no llaméis a nadie padre, quiere decir que el único modelo a imitar por el seguidor deJesús, es únicamente el mismo Dios. Este es el verdadero sentido que da Jesús a su advocación de Dios como Padre. "Mi alimento es hacer la voluntad de mi Padre"

Jesús experimentó a Dios como su "Abba", por ello descubrió que era Padre para todo ser humano. De esta experiencia sacó Jesús todo su mensaje: si todos somos hijos, todos somos hermanos y debemos comportarnos como tales. Ser hermano supone el sentimiento de pertenencia a una familia y de compartir todo lo que se tiene y lo que se es.

Que estás en el cielo. Juan Pablo II dejó dicho, con toda claridad, que el cielo no era un lugar, sino un estado. ¿Cuántos cristianos han superado la idea de un cielo como lugar al que un día aspiran a llegar? Había que traducir: "Que estás en ti mismo". La verdad es que no puede estar en otro sitio ni de otra manera. Otra traducción podía ser: Que no puedes dejar de ser lo que eres. En Dios, el SER y el ESTAR se identifican.

Santificado sea tu nombre. Ya sabéis que aquí "nombre" significa persona, ser. Nada ni nadie puede añadir nada a Dios. Está siempre colmado su ser y no se puede añadir ni una gota más. Lo que quiere decir es que nosotros descubramos ese ser y lo demos a conocer a los demás tal como es, a través de nuestra propia existencia.

Venga tu reino. No podía faltar aquí el símbolo clave de toda la predicación de Jesús: El Reino de Dios. Pero el mismo Jesús nos dijo que no tiene que venir de ninguna parte ni está aquí ni está allí. Está ya dentro de vosotros. Nuestra tarea consiste en descubrirlo y hacerlo salir al exterior, manifestarlo en la vida con nuestras obras.

Debemos contribuir a que ese proyecto de Dios y de Jesús, que es el Reino, se lleve a cabo en nuestro mundo de hoy. Todo lo que tiene que hacer Dios para que su Reino llegue, ya está hecho. Al expresar este deseo, nos comprometemos a luchar para que se haga realidad.

Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Cielo supone un lugar contrario a la tierra, donde se cumple su voluntad. Esto no es inteligible. En Dios la voluntad no es una facultad, como en el ser humano. Es un ser simplicísimo que no puede tener facultades o potencias. La voluntad de Dios es su propio ser que se plasma y se manifiesta en cada criatura, es decir, en todas las cosas y las personas. La voluntad de Dios no es un añadido que se hace realidad en el tiempo. Nosotros si podemos manifestar esa naturaleza de Dios en el tiempo acomodándonos a las exigencias de nuestro propio ser.

Danos cada día nuestro pan de mañana. Dios no puede dejar de darnos todo lo que necesitamos para ser nosotros mismos. Sería ridículo un dios que se preocupara sólo del que se lo pide y se olvidara del que no le pide nada.

No se trata sólo del pan o del alimento en general, sino de todo lo que el ser humano necesita, tanto lo necesario material como lo espiritual. Jesús dijo: "Yo soy el pan de Vida". Al pedir que nos dé el pan de mañana, estamos manifestando la confianza en un futuro que se puede adelantar.

"Perdónanos, que también nosotros perdonamos" Sería ridículo que nosotros pudiéramos ser ejemplo de perdón para Dios. Más bien deberíamos aprender a perdonar de ese Dios que nos perdona sin condiciones.

La primera lectura de hoy nos da una ridícula perspectiva del hombre cuando trata de dar lecciones a Dios. Dios no perdona. En Dios los verbos no se pueden conjugar, porque no tiene tiempos ni modos. Dios es perdón.

También es verdad que sólo será capaz de perdonar el que se sienta perdonado. El descubrir que Dios me sigue amando sin merecerlo es la clave de toda relación con Él. Si perdonamos es señal de que hemos descubierto y aceptado el perdón de Dios.

"No nos dejes ceder a la tentación" También esta formulación es complicada. Tanto el griego como el latín apuntan a que no nos induzca a pecar el mismo Dios, lo cual no tiene ni pies ni cabeza. Los intentos que se hacen al traducirlo no terminan de aclarar los conceptos. Pensar que Dios puede dejarnos caer o puede hacer que no caigamos es ridículo. La única manera de no caer es precisamente la oración, es decir, la toma de conciencia, (conocimiento) de lo que verdaderamente soy y lo que es Dios.

Líbranos del mal. Si Dios pudiera librarnos del mal y no lo hiciera, no sería Dios. Claro que tiene su sentido, pero está más allá de la letra. La única manera de librarnos del mal es el conocimiento. Todo el mensaje de Jesús está encaminado a librarnos del mal, es decir, del engaño, del error, de la mentira. No hay manera de librarnos del mal sin el conocimiento del bien. Si yo supiera lo que es bueno o malo para mí, nunca elegiría el mal.

Meditación-contemplación

Dios es Abba.

Como Padre, es fundamento de todo lo que yo soy.

De mi ser material y de mi ser espiritual.

Mi existencia depende totalmente de Él en todo momento.

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Como Padre es el único modelo al que debo imitar.

Mi plenitud consiste en imitarle.

Cuando sea capaz de experimentar que yo y el Padre somos uno,

habrá terminado mi camino de perfección.

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Como padre de todos, todos participamos de lo que Él es.

Somos todos mucho más que hermanos.

Somos idénticos. Somos una sola cosa en Él.

Éste es el fundamento del amor que nos pide Jesús.

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Fuente:

https://www.feadulta.com/es/buscadoravanzado/item/1834-la-oraci%C3%B3n-del-padrenuestro.html

Ilustración: Da Vince. 

Padre S. Martín: https://www.youtube.com/watch?v=luE0sdybmNw


Padre Guzmán: https://www.youtube.com/watch?v=h7-1w-2o6Io




jueves, 24 de julio de 2025

Breve crónica de la Venezuela Saudita

EL JEQUE QUE BAILABA SALSA Y FIRMABA CHEQUES SIN FONDO

Luis Perozo Padua 

En julio de 1982, la habitación 5003 del Hotel Tamanaco, una “Junior Suite” de 420 bolívares por noche, fue testigo silencioso de una de las estafas más extravagantes de la historia venezolana.

Durante los primeros cinco días, el huésped —alto, moreno, elegante y con voz grave— caminaba solo por los pasillos. Hablaba un inglés fluido con cierto acento latino, cargaba fajos de billetes en bolívares y dólares, y sonreía con naturalidad a todo el que lo saludaba. Se hacía llamar Alá Al Fadelli Al Tamini.

Pronto llegaron dos amigos rubios desde Boston, uno de ellos de apellido Fortuchi, invitados por el mismo jeque a través de Pan Am. Se hospedaron en la habitación contigua.

Fue uno de ellos quien, en voz baja, con aire de importancia, reveló en la recepción: —Es un jeque de los Emiratos Árabes Unidos. Tiene muchos contactos en Venezuela. Quiere invertir en grande.

El rumor encendió las pasiones. Caracas, ciudad propensa a la exageración, comenzó a ver en ese huésped un mesías financiero. En pocos días, joyeros, banqueros, políticos e inversionistas lo buscaban.

Querían invitarlo a sus clubes, a sus fincas, a sus mesas. Lo llevaron a Canaima, Guayana, Mérida y Valencia. Los fines de semana viajaba a Aruba. Vestía con distinción. Lucía túnicas de lino, trajes hechos a la medida y un reloj Cartier de oro, brillante como una promesa.

Según se decía, el jeque había venido con intenciones grandiosas: invertir millones en la banca venezolana, adquirir participación en el negocio petrolero y apostar por empresas de minería nacional. Su llegada despertó expectativas en los círculos financieros, que lo recibieron como a un magnate dispuesto a transformar sectores clave de la economía.

Llegó a Caracas como invitado del empresario Juan Manuel Mezquita, dueño de explotaciones auríferas en la región de Guayana. Ambos se habían conocido poco tiempo antes en Curazao, donde el magnate venezolano quedó cautivado por el encanto y la supuesta opulencia del visitante árabe.

Para deslumbrar a sus incautos anfitriones, el supuesto jeque comenzó a obsequiar pequeñas pepitas de oro a empresarios venezolanos como prueba tangible de su fortuna. Sin embargo, esas mismas piezas doradas no eran otra cosa que las que él mismo había recibido de Mezquita durante su paso por Curazao. El oro no provenía de sus míticas minas en Arabia, sino del engaño hábilmente tramado.

Joyas, Rolex y cheques de viajero

En la joyería del Hotel Tamanaco el jeque se interesó por una gargantilla de zafiros valorada en 100 mil bolívares. Abrió su maletín. Comenzó a sacar billetes de 100 dólares en fajos gruesos.

—Es para una amiga venezolana —dijo. Luego, pausadamente, cambió de opinión. —No. Mejor pago con cheque. Era un gesto repetido, casi un ritual. Entregaba los cheques con la misma solemnidad con la que un príncipe firmaría un decreto. En su rostro, serenidad. En sus ojos, estrategia.

Samuel Milgran, dueño de la Orfebrería Milán, también cayó en la trampa. Le vendió relojes Rolex y joyas por 96.000 dólares, pagados con un cheque de gerencia falso contra el National City Bank.

El sastre de presidentes también cayó

Una tarde llegó a la boutique de Álvaro Clement, el reputado sastre de presidentes y embajadores. Iba acompañado de un conocido hombre de negocios caraqueño.

Estrechó la mano de Clement y, en inglés refinado, le expresó:

—Quiero varios trajes. Pronto ofreceré una cena en la Suite Presidencial. Se probó varias piezas, encargó siete trajes adicionales y entregó un cheque por 40.000 bolívares. Clement, aunque intrigado, no quiso perder el negocio.

—Hay algo que no me gusta de este sujeto —diría después. Recién había llegado de Europa y en España, precisamente había oído hablar de un falso jeque buscado por la Interpol.

Pese a su sospecha, entregó dos trajes valorados en 6.000 bolívares. Al día siguiente recibió una elegante invitación: “Fiesta del jeque Alá Fadelli Tamini”. Y asistió.

Una noche de alfombra roja

Fue él mismo quien organizó aquella fiesta memorable en la Suite Presidencial del Hotel Tamanaco, un escenario de lujo que ayudaba a reforzar su leyenda de magnate árabe. Todo estaba calculado: el derroche, la música, el escándalo. Cada detalle formaba parte del montaje cuidadosamente orquestado para impresionar y engañar.

Aquel salón fue decorado como un palacio de Las Mil y Una Noches. El menú, preparado por el restaurante El Rincón del Medio Oriente, costó 15.000 bolívares. Champaña francesa, cordero especiado, dátiles, pan árabe y dulces. El conjunto de Carlos Pinto puso la música. Todo era esplendor.

El jeque, en traje Clement, se quitó la túnica y salió a bailar salsa con una hermosa y atractiva joven de cabello castaño.

No tardó en robarse las miradas: bailaba con una destreza inesperada, combinando pasos modernos con un ritmo contagioso que desmentía cualquier cliché sobre la rigidez oriental.

Sorprendía también su afición por el whisky, que consumía en cantidades generosas, un rasgo poco común —y casi herético— para alguien que decía provenir de la península arábiga.

—Qué sencillo Su Majestad… hasta salsa baila —le susurró ella. Él sonrió, galante.

Recibía a cada invitado con una reverencia solemne y una sonrisa medida, pronunciando en un español impecable: '¡Alá te proteja y el emir te colme de riquezas!' La frase, repetida como un mantra oriental, añadía un aire de autenticidad a su personaje de noble del desierto, y dejaba a muchos convencidos de estar ante un verdadero príncipe del petróleo.

En la madrugada del 26 de agosto de 1982, tras una noche de lujo y excesos, Alá Al Fadelli Al Tamini se despidió con cortesía de sus invitados y se retiró a sus aposentos en la suite presidencial. Poco después, el personal del Hotel Tamanaco descubría la otra cara del espectáculo: una cuenta por 27.000 bolívares —la mitad de los gastos de la fastuosa velada— había sido cancelada con un cheque del Banco del Caribe. También sin fondos. El telón comenzaba a caer.

Cuentas, papeles y un jet sin alas

El comisario Efraín Prato Castillo, jefe de la División Criminal de la PTJ, informó que el jeque abrió cuentas en City Bank y Banco del Caribe por 300.000 bolívares cada una. Todo parte del montaje.

Entre sus pertenencias se halló un documento de inversión firmado por dos empresarios venezolanos: un compromiso por 76 millones de bolívares para levantar un centro comercial de lujo. Incluso compró un jet al diputado Rafael Tudela. El motor no encendió. El cheque tampoco.

Lo más llamativo era el método: usaba cheques de viajero, aprovechándose de la lentitud del sistema bancario nacional. Para cuando el cheque era verificado, ya había cambiado de habitación… o de ciudad.

Un harén criollo

Al glamur financiero se sumaba el sentimental. Se le veía rodeado de bellas jóvenes venezolanas. A cada una le prometía viajes, regalos, joyas, cenas exclusivas y protección eterna. Algunas creyeron haber sido cortejadas por un príncipe verdadero.

Las revistas de la época, entre discretas y divertidas, hablaban del “harén criollo del Tamanaco”. Un jeque, decían, que no solo invertía… también enamoraba.

El silencio de la vergüenza

Se estima que el impostor estafó más de 20 millones de dólares en bienes, servicios, promesas y documentos. Sin embargo, nadie lo denunció. Ni los banqueros, ni los modistas, ni los joyeros. La vergüenza pudo más que el escándalo. La PTJ y su director Fermín Mármol León investigaron en secreto. Sin éxito.

La ciudad no olvidó. En los meses siguientes, en tiendas, vitrinas y restaurantes aparecieron letreros improvisados: “NO SE ACEPTAN CHEQUES, NI JEQUES”. Era el escarnio hecho cartel.

La televisión no perdonó

Ese mismo año, RCTV produjo la película El jeque sin fondos, escrita por Ibsen Martínez, dirigida por Luis Alberto Lamata y producida por Esteban Trapiello. Fue transmitida en horario estelar.

Carlos Olivier interpretó al jeque. Lo acompañaron Julie Restifo, Chelo Rodríguez, Carlos Márquez y Amalia Pérez Díaz.

El guion era comedia, pero el trasfondo era trágico: Venezuela había sido burlada en su corazón más frágil: el deseo de grandeza.

La verdad detrás del turbante

En febrero de 1984, la Interpol logró su captura. Fue identificado como Paulino Cipriano Nieto, nacido en Ámsterdam en marzo de 1952, hijo de padres segovianos, nacionalidad belga. Usaba pasaportes diplomáticos falsos, como el del supuesto embajador “Said Ben Zayl Al Nihayyan”.

Había estafado bancos y comerciantes de arte en Bélgica, Holanda y España, y robado piezas de museos y estudios de televisión flamencos. Viajaba en un Rolls-Royce con matrícula holandesa, acompañado por un asistente disfrazado. Hablaba cinco idiomas y tenía carisma.

Fue detenido en Madrid el 13 de febrero de 1984. España no le imputó delitos, y fue extraditado a Países Bajos, donde lo esperaba una larga lista de cargos.

Una nota como despedida

Cuando el personal del Tamanaco subió al día siguiente a la suite presidencial, el jeque ya no estaba. No había maletas, ni trajes de lino, ni pasaportes de bordes dorados. Solo quedaba el eco del escándalo y una hoja sobre el escritorio, escrita con pulso sereno:

“Dígales a mis amigos… que pronto volveré.”

Nunca más lo vieron.

20/07/2025:

https://www.opinionynoticias.com/opinionhistoria/43220-el-jeque-que-bailaba-salsa-y-firmaba-cheques-sin-fondo

martes, 22 de julio de 2025

Autoritarismo sentimental

PENSAR Y DEJAR (DE) PENSAR ... POLÍTICAMENTE

Luis Barragán

Debemos admitirlo, ya no luce tan obvio que el pensamiento sea un elemento fundamental de la política, pues, ahora, ella jura hacerse únicamente de las emociones y, en buena medida, lo ha logrado por lo que respecta al presente siglo venezolano: principalmente en, desde y por el poder forzado de alguna u otra manera a zanjar sus contradicciones, diferencias y liderazgos, con mayor facilidad y holgado ventajismo frente a sus adversarios. Quizá contrariando a Manuel Arias Maldonado y uno de sus específicos libros sobre la democracia, asistimos al cabal desarrollo de un autoritarismo sentimental que obliga a caracterizarlo y a escrutarlo como toda una experiencia inédita de ese marxismo guevarista obcecado por el socialismo de la renta inalcanzable; por cierto, habrá que indagar en qué medida las actuales heredaron de las viejas generaciones la propensión a dramatizar la vida propia más que la ajena, en clave de radio/telenovela para facilitar la realización de un proyecto político devenido espectáculo.

Comprendemos y asumimos nuestras urgencias, pero – entre ellas – está la impostergable reflexión de profundidad sobre las alternativas pendientes y la conquista de un consenso indispensable que obligue a la reinvención del liberalismo, la socialdemocracia, el humanismo cristiano, el propio marxismo, o la actualización de aquellas novedades que reclaman un nombre definitivo, como aportantes. No pretendemos la ociosa academización de los partidos de naturaleza esperamos que consabida, pero sí de la politización del pensamiento requerido de liderazgos con una materia gris un poco más densa, acotemos, algo típico de aquellos propulsores de la transición democrática de la pasada centuria; vale decir, reivindicando la razón que es tan esencial hasta para idear, discutir, elaborar y realizar una estrategia de oposición que no ha de ganar su identidad confiándose a una simple apuesta por las circunstancias y a los juegos digitales que suscita.

Quien no quiera hacerlo tampoco debe impedir que otros lo hagan, pretendiendo encarnar toda la habilidad, destreza y pericia de sus aún más modestas actuaciones, fallando consecutivamente, y descalificando a quienes demandan una mínima racionalidad. Lo peor es dejar de pensar, induciendo a otros, renunciando a una básica colegiación de la conducción política y de la formulación estratégica, suponiendo que todo dependerá del más sórdido pragmatismo y de una viveza que la aseguran inherente a nuestro gentilicio.

Por definición, la democracia liberal es competitiva, o creciente y fuertemente competitiva, capaz de ofrecer resistencia, como ocurre, según la fortaleza de sus instituciones, frente a la manipulación de las emociones que ejercen o tienden a ejercer un sobrepeso considerable, y, por ello, es importante el seguimiento de todo lo acaecido y lo que acaezca en  la era Trump, algo más que una administración. Convengamos que el miedo y el resentimiento como artificios, por ejemplo, empleados sistemáticamente para fines arbitrarios, nunca expresarán una sentimentalidad genuinamente limpia y democrática, y esa “intimidad pública” de la que habla Lauren Berlant habrá de convertirse en una franca, cotidiana y descarada intimidación.

La política es vida ineludiblemente compartida, e, igualmente, oficio y trayectoria, por lo que, encaminados hacia una sociedad abierta y competitiva, centrada en la dignidad de la persona humana, ha de combatir los sesgos y prejuicios a través de una pedagogía de sus modos y formas que son tan importantes como el fondo y trasfondo. La legítima reprofesionalización de la política, apostolado y servicio que exige vocación y talento, no debe confundir jamás un comunicado de prensa orientador de la opinión pública, con un documento de trabajo, verbal o escrito, cuya densidad puede hablar de una especialidad, una determinada formación y experiencia acumulada, y un fuerte compromiso conciudadano; además, la política es también actuar y dejar (de) actuar con sus variadas (in)satisfacciones.

Probablemente, el curso ambiental que ha tomado el país hoy emotivamente condicionado, tenga por remoto origen la absurda renuencia de determinados sectores a aceptar la derrota guerrillera desde mediados de los años sesenta, convertida en cultura y aptitud, frente a aquellos compañeros de armas que acogieron luego la política de pacificación y protagonizaron un extraordinario debate que marcó época y, no por casualidad, produjo una copiosa y meritoria bibliografía. Todo lo ocurrido posteriormente, desembocó en una cancha electrificada de tensiones de variado voltaje, en rechazo de cualquier reflexión y polémica, afecto y sensatez, respeto y tolerancia, a favor del sectarismo, el fanatismo y la satanización de la contraparte.

Aceptemos que no siempre fue así, y viene a nuestra memoria un encuentro con Iván Loscher en la FIA de 2013: recordemos que fue un exitoso locutor y publicista radial, como un reconocido amante del rock, e, igualmente, inclinado a la izquierda, le interesó la filosofía política e hizo buenas entrevistas a dirigentes e intelectuales trastocando el micrófono en dos o tres libros relacionados. Y es que a la política le concernía el irrenunciable deber de pensarla, y, así no fuese la persona un profesional u oficiante de ella, ajena a la pugna interpartidista, la invocaba sin temor a la controversia en un clima de libertades públicas.  

Fotografía: LB, Iván Loscher en la Feria Iberoamericana de Arte (Caracas, 2013).

lunes, 21 de julio de 2025

Paradójica exposición

DE LA VIRALIDAD (IN)DESEADA

Luis Barragán

De la noche a la mañana, Andy Byron y Cristin Cabot constituyen una referencia internacional con millones de reproducciones a cuestas, como lo desearían otras personas para bien o para mal. A pesar del altísimo costo que acarrea, la fama es un deseo demasiado frecuente, incluyendo a personas que no hacen mérito alguno para ello, aunque protagonistas en cuestión rechazaban cualquier exposición pública como se evidenció.

El reconocimiento de los demás es importante, pero – abrumador – suele incomodar y espantar también a muchos, en contraste con la extendida enfermedad del narcisismo que lo convierte, por supuesto, en una obsesión. Por mucho que la quieran, muy pocos alcanzan la celebridad y pesa más el azar que la calculada y paciente estrategia, como obligada inversión para trillarla.

Lo sorprendente es lo antes impensable; entre las miles de personas que garantizaban la asistencia y el disfrute anónimos en el concierto bostoniano de Coldplay, justo le cayó la cámara a la pareja (https://www.youtube.com/watch?v=4fHihfj-gvo), cayéndoles propiamente el mundo encima. La ocasión ha generado otras miles de versiones del suceso, algunas jocosas y otras muy geniales, conformando un masivo linchamiento moral de los compañeros de trabajo, respectivamente casados y con familias presuntamente estables, cuyos divorcios lucen tan inevitables como el despido laboral de una empresa importante; inmediatamente las redes exhibieron todos los datos personales y personalísimos de los hogares y del trabajo, demostrando así que hay secretos difíciles de guardar.

Se ha dicho y muchísimo del caso, por lo que sólo queremos referir dos aspectos: modestamente creemos, en sano juicio, que la repentina exposición no puede configurar un delito contra la privacidad de Byron y Cabot tratándose de un espacio público, resultando imposible pedir la autorización previa de las personas para enfocarlas; si puede haber delito con el uso y abuso de las informaciones después reveladas, violentando toda intimidad. Quizá sea oportuno el asunto, porque hay quienes sostienen en Venezuela, por ejemplo, que una fotografía o un video tomado en las concurridas calles, no puede ventilarse sin la autorización de las personas fotografiadas o videograbadas por mucho que tratemos  de un espacio público, algo que nos parece absurdo.

Finalmente, el caso puede resultar paradójico, pues, independientemente de la tragedia hogareña, si es que no estaba anunciada a través de un conflicto previo o un trámite de separación en camino, esa repentina fama tiene también un precio: no pocos medios de comunicación estarán diligenciando una entrevista exclusiva, alguna editorial proyectando revolucionar el mercado, y hasta un cineasta soñando con arrancarles un poco de esa fama sobrevenida, quizá ocurriendo algo semejante al caso de Monica Lewinsky. Vale decir, sobornado o no el camarógrafo, advertida la audiencia por el propio Chris Martin de una toma al público, o cualesquiera otros motivos que se aleguen, lo cierto es que el inesperadísimo incidente puede significar y traducirse en un realero para las víctimas como nunca lo imaginaron.

21/07/2025:

https://opinionynoticias.com/opinionpolitica/43222-de-la-viralidad-indeseada

domingo, 20 de julio de 2025

Caza de citas


"Aunque todo aquello me parecía exagerado, disfrutaba de sus relatos, sin saber cuánto contenían de verdad y cuánto de fantasía. ¿Hasta qué punto su vida, y su propia desaparición, quedaron teñidas por las auras de invención que le daba a todo lo que hacía?"

Karina Pacheco

("El año del viento", Seix Barral / Planeta, Barcelona, 2021:  12)

Ilustración: Dominique Appia. 

Noticiero retrospectivo


- "Piñerúa llamó ´pillo´ a Luis Guevara".  Economía Hoy, Caracas, 28/09/1989.

- Lorenzo Batallán y los cien años del nacimiento de Reinaldo Hahn. El Nacional, 09/08/74.

-  "La Liga Socialista define un socialismo ecológico" (Julio Escalona, Vladimir Acosta). El Diario de Caracas, 18/07/83.

- Eduardo Fernández. "El partido de gobierno". El Nacional, Caracas,09/08/80.

- Eduardo Fernández. "La nueva clase empresarial". Al Cierre, Caracas, 28/02/75.

Reproducción: Esquina de Carmelitas. Nótese la sede del Colegio San José de Tarbes. El Nacional, CCS. 

Recta de cien millas


DE UNA METÁFORA BEISBOLÍSTICA

Luis Barragán

Por fuera o por dentro, la procesión que llevamos necesita de una coordinación de esfuerzos, un ritmo adecuado y una constancia indispensable para soportarla y superarla. Claro está, la paciencia es otro dato fundamental, trátese de una cadencia fúnebre, de un evento religioso, o de los propios problemas que intentamos afrontar macerándolos.

La breve ilustración, nos remite también a otra: por mucho talento y vocación por el béisbol que se tenga, quien desee practicarlo profesionalmente ha de aceptar un intenso período de aprendizaje en las ligas menores para competir eficazmente por un cupo en las mayores.

Luego, la carrera del beisbolista, como ocurre en otras disciplinas, entiende el ascenso como una acumulación de experiencias para perfeccionar las virtudes naturales que se traen en el equipaje. Vale decir, contar una mínima trayectoria, aunque es demasiado excepcional que alguien nazca aprendido y bata todas las marcas con una prematura promoción a la gran carpa.

Son varios los motivos para ensayar una trayectoria con la paciencia que exige una procesión exterior e interior, soportando los pesares, pero creemos que una es de las más estelares: un novato que llega a destiempo al béisbol mayor estadounidense, japonés o de cualquier otra latitud, puede resultar innecesariamente lesionado por su impericia o, lo que es peor, lesionar a otros más experimentados, superastros, con el riesgo de afectar severamente su desempeño y el peligro de forzarlos a un retiro imprevisto.

Parece útil la metáfora, cuando se habla de la política y su ejercicio. Al respeto, huelgan las palabras. 

Ilustración: https://www.peintures-tableaux.com/baseball-09-impressionnistes.html

20/07/2025:

https://lapatilla.com/2025/07/20/luis-barragan-de-una-metafora-beisbolistica/

sábado, 19 de julio de 2025

"Dichosos más bien los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica"

ESCUCHAR LA PALABRA Y PONERLA EN PRÁCTICA

(San Lucas, 10_ 38-42)

José Enrique Galarreta

El relato se presenta sólo en Lucas. El carácter de ambas hermanas es muy similar al de la Marta y María que presenta el cuarto evangelio en la escena de la resurrección de Lázaro. Otras Marías "amigas" de Jesús, y la "María" Magdalena, la pecadora que unge los pies de Jesús, y la escena en Betania, donde María unge los pies a Jesús, inducen a los exegetas a ver en estas dos hermanas del texto de Lucas a las mismas de los otros acontecimientos, aunque, evidentemente, la identificación de esta María de Betania con María de Magdala es inadecuada.

Por otra parte, esta mujer llamada Marta que le recibe en su casa no parece tener un hermano, que sería el jefe de la familia (como no fuese menor de edad); y la localización de esta escena en Betania, tan cerca de Jerusalén, es difícil en el itinerario de Lucas (Jesús está todavía lejos de Jerusalén, y tiene que pasar aún por Jericó...) aunque sabemos que el itinerario de Lucas es sólo un recurso literario.

Prescindiendo por tanto de localizaciones e identificaciones, la esencia del relato es sencilla y no necesita mayor explicación para su comprensión. Jesús no llega solo; le acompañan muchas personas, y alojarle es un problema (algo así está en el trasfondo de la falta de vino en Caná).

Hay una variante en los textos; en vez de la expresión "una sola cosa es necesaria", algunos prefieren "hay necesidad de pocas cosas" o incluso "a mí me basta con poco". La fórmula "sólo una cosa es necesaria" tiene más resonancias teológicas y probablemente es una elaboración de la fórmula primitiva. Ha tenido más fortuna probablemente por su mayor resonancia "espiritual".

Jesús, predicador itinerante al que acompañan discípulos y discípulas, acogido con reverente hospitalidad... es una buena imagen del Jesús real. Nada posee, no tiene dónde reclinar la cabeza, pero su condición de profeta, la fe en él como mesías, le hace ser recibido muchas veces con gran solicitud, aunque otras veces es rechazado, como vimos en el evangelio del domingo 13º (Lucas 9,51) en una aldea de Samaria.

La preocupación de Marta es lo lógico: huéspedes (al menos trece), huésped importante, tirar la casa por la ventana, muchísimo trabajo... El comportamiento de María es incorrecto; le deja a su hermana con todo el trabajo. Jesús da la razón a lo incorrecto. Una vez más, Jesús presenta una inversión de valores.

Es un tema permanente en los evangelios, y se nos ha presentado varias veces en los últimos domingos. En la profesión de fe de Pedro, en quién es el más grande, en el rechazo de los que quieren seguirle, en el evangelio proclamado a los sencillos, en el buen samaritano... La imagen de Jesús invirtiendo los criterios y los valores habituales está presente en todo el evangelio (y culminará, dentro de pocos domingos, en el capítulo 15 de Lucas, con las paradójicas parábolas de la misericordia).

Tratar bien al huésped es un criterio honroso. Pero cuando llega la Buena Noticia, el Reino, todas estas honras quedan purificadas. Tratar bien al huésped revierte en honra del que lo hace: quedar bien con todo el mundo. Y éste ya no es un criterio que a Jesús le importe mucho. Sobre todo, porque hay otra cosa más importante en aquel momento. Llega Jesús, y es importante recibirle como se merece; pero es más importante escucharle. A María no le importa tanto lo primero; escuchar a Jesús, mano a mano, en su propia casa, ¡eso sí que es fascinante!

En este sentido, cobra gran importancia la interpretación olvidada de las palabras de Jesús: "Marta, tranquila, no se trata de tirar la casa por la ventana, que nos basta con cualquier cosa", es mucho más profundo que una fórmula de cortesía del huésped que no quiere molestar. Expresa una manera de ser de Jesús, coherente con la actuación de toda su vida. Es coherente sobre todo con el "mesianismo" que Jesús rechaza y con el que ofrece. La gloria externa, el agasajo, los honores al Rey... no son lo de Jesús.

Pero en el texto no solamente se afirma que todo eso no tiene importancia, sino que se aclara qué tiene importancia: escuchar la palabra. La llegada de Jesús a la casa es una oportunidad sin igual de escuchar la palabra: eso es lo importante. Por eso tiene razón María.

Aplicar este evangelio a la superioridad de la vida contemplativa sobre la vida activa es una deformación del mensaje. Cuando se redacta este texto, no existía esa "vida contemplativa" a que suele referirse tal interpretación. No hagamos que los textos digan lo que a nosotros nos parece. Aquí podríamos extendernos sobre esa presunta "superioridad", pero evidentemente no es el lugar adecuado.

Escuchar la palabra. Todos los seguidores de Jesús, no solamente los "contemplativos profesionales", tenemos que atender a "lo único absolutamente imprescindible", que es escuchar la Palabra. Absolutamente imprescindible porque escuchar la palabra es el alimento, el agua. Sin eso, no hay vida espiritual. Jesús mismo se define como Palabra, que es Agua viva venida del cielo, que es maná dado por el Padre... Los mejores símbolos del AT. se aplican de este modo a Jesús.

"Oyente de la Palabra" ha sido una de las más bellas fórmulas inventadas para describir al que sigue a Jesús. Nos viene a la mente la importancia de aquel pasaje, breve y desapercibido a veces, de Lucas 11,27.

"Estando él diciendo estas cosas, una mujer del pueblo alzó la voz:

- ¡Dichoso el vientre que te levó y los pechos que te amamantaron!.

Pero Jesús le dijo:

- Dichosos más bien los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica".

Este evangelio nos invita por tanto a reflexionar sobre la fuente misma de nuestra conversión, de nuestra vida cristiana. El itinerario interior del que sigue a Jesús se resume en: atender constantemente a la Palabra, dejarse guiar por la Palabra, ponerla en práctica. La Palabra y nuestra respuesta van cambiando nuestros criterios, van produciendo nuestra conversión. Nos identificamos quizá con Marta: la Palabra está ahí, pero nosotros nos dedicamos a otras muchas cosas, no a lo verdaderamente necesario.

Como aplicación práctica para nuestra vida, debemos hacer dos reflexiones: la enorme responsabilidad de los sacerdotes que en las homilías dominicales tienen la misión de presentar la Palabra; la enorme urgencia que tenemos todos los que queremos seguir a Jesús: conocer a Jesús en los evangelios, dedicar un tiempo a orar, no a pedir, sino a escuchar.

Deberíamos ser insaciables en nuestra dedicación a conocer a Jesús, a contemplarlo: es eso lo que puede transformar nuestras vidas, ése es el grano de mostaza, la levadura que ha de fermentar la masa.

Y aquí, no podemos menos que subrayar esta grave carencia del pueblo cristiano: orar, orar con la Palabra. Insistimos una vez más: muchos cristianos rezan mucho y escuchan poco. Escuchar la Palabra, entender el mensaje, masticarlo, asimilarlo. Contemplar a Jesús, para que se nos vaya metiendo dentro y sea levadura que nos vaya cambiando, desde dentro.

La dificultad que muchos sienten es "no tengo tiempo". No es verdad. "No tengo tiempo" significa, simplemente, "otras cosas me importan más". Si no tenemos tiempo para orar, esto significa que escuchar la palabra nos importa poco.

Fuente:

https://www.feadulta.com/es/buscadoravanzado/item/1853-escuchar-la-palabra-y-ponerla-en-practica.html

Ilustración: Jorge Cocco. 

Fotografía: Retablo, Iglesia de la Coromoto (CCS,. 20/07/25).

Padre Peraza:  https://www.facebook.com/arperaza/videos/1831139741155475

Padre S. Martín: León XIV abre camino a la tradición. Atacan templo de Gaza. Lamentación provida: 

https://www.youtube.com/watch?v=vRHYfxpuGnU


León XIV: https://www.youtube.com/watch?v=cdAl9r9CuHQ


Monseñor Biord:  





Una firme defensa de la universidad venezolana

USB Y ELECCIONES

William Anseume

Raúl Leoni fue el presidente que firmó el decreto de creación de la Universidad Simón Bolívar el 18 de julio de 1967

Ayer se conmemoraron 58 años de aquel maravilloso decreto de creación de nuestra Universidad Simón Bolívar, que tuvo como primer nombre Universidad de Caracas. La firma de ese hermoso documento correspondió al demócrata presidente Raúl Leoni. 

Sería extenso exponer aquí la cantidad de beneficios educativos, académicos, sociales, científicos, humanísticos, y pare de contar, que ha traído al país, y más allá, la Universidad Simón Bolívar. Son prácticamente invaluables. Sin embargo, a nuestra institución le ha caído la mavita del poder central. No podía pasar agachada, no podía quedar incólume, como a todos sus miembros actuales nos habría gustado. 

En la segunda quincena de septiembre, el 16 para ser exactos, se cumplirán ya cuatro años de una gestión nefasta para la USB y la educación en Venezuela. En esa fecha fueron designadas de muy mal modo tres de las cuatro autoridades por parte del Consejo Nacional de Universidades, ente al que le corresponde legalmente tal designación, pero no así, como ocurrió, con los votos salvados de varias universidades, incluyendo la propia USB, extendiendo su mano en esa designación más allá de lo establecido, sin evaluación detenida previa de los currículos presentados, con una sola intención... Legalmente las designaciones de autoridades ocurren por 180 días y no por 4 años. 180 días en los que los impuestos han debido convocar elecciones, casi como por única función de su gestión. Nada de eso. Extienden y extienden un mandato indeseado por la comunidad de la USB, por el mundo académico nacional, por el país. 

No se han cansado los interinos de perseguir profesores, de abrir expedientes a profesores y alumnos, de causar calamidades además de las normales: arrebatar espacios significativos, como la Casa del Profesor, o los del Instituto de Previsión del Profesorado; ahora cursa una demanda que debe resolverse este año en los tribunales por ello. Han modificado inconsultamente y con rechazo de varios sectores el reglamento interno de la universidad, ahora pretenden, en estos días últimos del trimestre, antes de las vacaciones, cambiar el régimen de permanencia. Esto entre muchas otras menudencias indignas siquiera de mencionar. 

Ayer mismo los tres gremios, de estudiantes, egresados y profesores, que en 2023 entregamos al Consejo Directivo una propuesta de reglamento transitorio, como exigió el Tribunal Supremo de Justicia y aplicó la Universidad Central de Venezuela e ignoraron olímpicamente, divulgamos y entregamos un comunicado exigiendo elecciones rectorales inmediatas. A sabiendas de que la USB está tomada, intervenida de este modo por el poder que así se la apropia insanamente. En la USB exigimos elecciones. Insistiremos cuanto sea indispensable en ello. 

Todo esto es una muestra más del deterioro de la educación y de las universidades, ocasionado por un poder al que la educación le importa menos de un bledo. Razón por la cual se distancian cada vez más de la ciudadanía, como no se ha cansado esta de demostrarlo. Y como seguimos demostrando día a día, hasta liberar no solo a la universidad. 

19/07/2025:

https://www.elnacional.com/2025/07/usb-y-elecciones/

Valiente e irrefutable respuesta


«AREPA Y RON» EL SABR AMARO DEL NACIONALISMO EN LA POLÍTICA CHILENA

Jonatan Alzuru Aponte

Una frase del diputado socialista Daniel Manouchehri sobre “vino y empanada”, frente a “arepa y ron”, ha abierto en Chile un debate más grave que la xenofobia: la validación de una noción de “cultura nacional” cuya raíz es idéntica a la que sostuvo el ideal de raza pura del nazismo. Y en el plano político, el olvido de lo que Venezuela hizo por el socialismo chileno no solo agrava el agravio, sino que exhibe con nitidez la ignorancia supina del parlamentario.

Este artículo desmenuza la retórica de Daniel Manouchehri, que al oponer la “cultura del vino y la empanada” a la de la “arepa y el ron”, no solo reproduce discursos excluyentes, sino que evoca con total descaro ideas peligrosas de pureza cultural y desconoce la historia de solidaridad entre Venezuela y el socialismo chileno. Analizaremos cómo esta visión esencialista de la cultura deriva inevitablemente en exclusión política y mutila la riqueza de la diversidad latinoamericana.

Una aclaratoria para el pueblo chileno: no escribí un artículo contra George Harris, el comediante venezolano. Grabé un podcast en cuatro entregas titulado “Clase magistral: Mi respuesta a George Harris”, que suma tres horas con cuarenta y cinco minutos. En él, hice una crítica tajante y profunda a sus declaraciones, me opuse abiertamente a los venezolanos que lo defendían en redes sociales, y aproveché para examinar, sin anestesia, las complejidades y conflictos de la migración venezolana en Chile. Está disponible en YouTube desde el 4 de marzo de 2025. Lo aclaro para que nadie me confunda con un nacionalista emocional.

El diputado Daniel Manouchehri, del Partido Socialista, declaró hace pocos días: “Queremos una política con olor a vino tinto y empanada, no con arepa y ron. No queremos una Chilezuela. Esa es otra cultura”. Como si no bastara, propuso que los migrantes venezolanos sean excluidos del derecho al voto. Pocas veces un político progresista ha dicho tanto, tan rápido y con consecuencias tan graves.

Esto no es una torpeza aislada ni un arrebato de folclorismo mal calibrado. Lo que Manouchehri expresa es una estructura ideológica sólida y peligrosa: una concepción de la cultura y de la política que debe ser desmontada a fondo. Detrás de su “olor a vino” se oculta algo más rancio: la misma idea antropológica que en el siglo XX legitimó el proyecto de la raza pura, ahora con el maquillaje amable de una supuesta “identidad nacional”.

Cuando la cultura se convierte en frontera

Decir que “la política chilena debe oler a empanada y vino” y no a “arepa y ron” implica suponer que existe una cultura chilena original, cerrada, fija, que debe ser defendida de lo foráneo. Ese es el primer y más insidioso error. Las culturas no son esencias: son procesos. No hay culturas puras. Toda cultura es mezcla, cruce, incorporación, diálogo. Es, por definición, híbrida.

El vino y la empanada también fueron importaciones. Y la propia idea de “nación” en América Latina es un injerto: indígena, africano, español, italiano, alemán, palestino, judío, croata, haitiano, colombiano, venezolano. No hay identidad sin extranjería. Negar esto no protege lo chileno: lo petrifica.

Aún más grave que el error conceptual es su consecuencia política: usar la noción de “otra cultura” para justificar la exclusión de derechos ciudadanos. Si una comunidad migrante trabaja, tributa, convive y participa en la polis, negarle el voto es negarle humanidad cívica. Es decirle: puedes limpiar nuestras veredas, pero no opinar sobre ellas; puedes cuidar a nuestros enfermos, pero no decidir sobre el sistema de salud. Es una ciudadanía amputada. Una democracia que excluye por origen es una caricatura. Y quien siembra esas diferencias no defiende una nación: erige una oligarquía de sangre y suelo.

Lo idéntico: del nazismo al nacionalismo popular

El argumento de Manouchehri no es nuevo. Tiene una genealogía precisa y letal. Es exactamente el mismo  supuesto antropológico que nutrió al régimen nazi: la creencia de que existe una comunidad originaria, auténtica, que debe protegerse de los cuerpos culturales invasores. Ayer fue el “judío errante”; hoy es el “venezolano invasor”. Cambia el nombre, no la estructura lógica.

Hitler hablaba de la sangre. Manouchehri del “olor” de una comida. Pero en ambos casos, el problema no es la diferencia real, sino la construcción simbólica de una amenaza: la alteridad, la mezcla, lo que no encaja. Es el viejo principio totalitario: lo que no soy yo, me contamina.

Este pensamiento esencialista y jerárquico ha sostenido todas las formas de exclusión sistemática: desde el apartheid sudafricano hasta las limpiezas étnicas en los Balcanes. Aquí se disfraza de cocina patria. Pero su lógica sigue intacta: hay una cultura verdadera, y el resto es estorbo.

Arepa y empanada: desmontando el fetiche de lo propio

La arepa y el ron no son exclusivos de Venezuela, ni el vino y la empanada lo son de Chile. Estos alimentos encarnan una cultura latinoamericana compartida, con variaciones y resonancias múltiples, pero con un tronco común y un diálogo permanente.

La arepa, ese disco de maíz cocido, es el eje de la cocina venezolana y colombiana, y parte central de la cultura mesoamericana. Como lo muestra Miguel Ángel Asturias en Hombres de maíz (1949), el maíz es mucho más que alimento: es cosmovisión, es tierra sagrada, es resistencia ancestral. Desde México hasta Bolivia, desde la tortilla al tamal, del pozole a la chicha andina, el maíz es una forma de humanidad. También en Chile, aunque con menor centralidad simbólica, el maíz tiene presencia: en el mote, en la patasca del norte, en los cultivos de las comunidades mapuche y andinas. La arepa no es solo venezolana: es pan americano.

El ron, hijo de la caña de azúcar colonial, se ha convertido en emblema del Caribe. En él habita la historia afrodescendiente, las fiestas populares, los rituales, y también la sofisticación del ron añejo. El vino, por su parte, se asocia al Cono Sur, a la herencia europea y al ritual del mantel. Pero ambos licores —ron y vino— coexisten en la historia de la región como expresiones complementarias de una identidad compartida. Ninguno es “más latinoamericano” que el otro.

La empanada, aunque emblema chileno con su pino y su forma, está presente en toda América Latina. Argentina, Bolivia, Colombia, Venezuela: todas tienen su versión. Todas vienen del mismo molde cultural y todas han sido recreadas en clave local. La cultura se transforma al cruzar fronteras. Y ese cruce es su única fuente de vitalidad.

Negar este mestizaje es traicionarse a sí mismo. La cultura no se defiende emparedándola: se expande al compartirla.

La ingratitud como política: escupir la mano que salvó

Pero hay un cuarto nivel de gravedad, quizás el más indigno: el de la desmemoria del Partido Socialista. Porque si algún país contribuyó a la sobrevivencia del socialismo chileno, fue Venezuela.

En 1975, el gobernador de Caracas, Diego Arria, por orden del presidente Carlos Andrés Pérez, del partido Acción Democrática, viajó personalmente a negociar con Pinochet la liberación de Orlando Letelier, preso en Isla Dawson. Fue Venezuela, no Francia ni Cuba, quien le ofreció asilo y espacio político. Desde Caracas, Letelier reorganizó su lucha hasta ser asesinado por la dictadura en Washington en 1976. ¿Quién repatrió su cuerpo? Venezuela. ¿Quién lo homenajeó como mártir? Venezuela. Tanto así, que en 1999, la propia Concertación le otorgó a Diego Arria la Gran Cruz de la Orden de Bernardo O’Higgins, la más alta distinción civil del país.

Isabel Allende vivió trece años en Caracas. Allí escribió La casa de los espíritus, trabajó, enseñó, sobrevivió. Miles de chilenos fueron acogidos con dignidad. Venezuela no les ofreció caridad, les ofreció pertenencia. ¿Y ahora el Partido Socialista pretende negar el voto a sus hijos y nietos? ¿Trazar una línea entre la empanada que protegió y la arepa que amenaza?

El olvido no es solo desmemoria: es traición.

¿Qué Chile queremos?

Desde la perspectiva estrictamente política, Chile no está hecho de platos ni de olores. Está hecho de decisiones éticas. La democracia no huele: se ejerce. Y si Manouchehri teme que el voto venezolano altere el mapa electoral, lo que debe preguntarse es qué dice eso de su propio proyecto político. Porque quien necesita excluir para ganar, ya ha perdido.

Decir “no queremos una Chilezuela” no es solo una frase torpe: es una rendición. Es adoptar el lenguaje de las derechas más xenófobas del continente, que inventan una “cultura ajena” para justificar su miedo. Pero esa patria mestiza —la real— solo se enriquece con lo nuevo. Con lo que llega. Con la arepa también.

Lo más inquietante no es que estas palabras las diga un extremista: las dice un socialista. Un heredero de Allende, de Letelier, del exilio. Pero ahí está: con su copa de vino, su empanada purista y su dedo acusador apuntando al que llegó tarde. Al que huele distinto.

Y no hay peor peste que la del miedo a compartir la mesa.

15/07/2025:

https://www.biobiochile.cl/noticias/opinion/tu-voz/2025/07/15/arepa-y-ron-veneno-puro-en-la-politica-chilena.shtml

Cfr. https://www.elnacional.com/2025/07/diputado-chileno-causa-polemica-por-sus-comentarios-sobre-los-venezolanos-no-queremos-que-nuestra-politica-sea-de-arepa-y-ron/

https://www.instagram.com/reel/DMGuvDqugEu/

martes, 15 de julio de 2025

De otro escenario asiático

TAIWÁN PARA UNA HIPÓTESIS NADA DESCABELLADA

Luis Barragán

Muy antes, fue necesaria la tajante distinción entre la China comunista y la que sencillamente no lo era, circunscrita a una isla lo suficientemente  jerarquizada en el contexto de la llamada guerra fría que supo de no pocos hervores: Taiwán. Ésta, al igual que Japón, supo de un formidable respaldo estadounidense que bien aprovechó y trabajó la población para alcanzar los extraordinarios niveles de vida que radicalmente contrastaron con la opresión y las hambrunas del febril ideario maoísta que más tarde recibió la ayuda inimaginable del odiado tigre de papel.

Nuestro país tuvo relaciones diplomáticas con la insular República de China hasta 1974, cuando las decidió a favor de la continental República Popular en un contexto internacional que comenzaba lentamente a cambiar. Desde entonces, perdimos la noción de un exitoso país que se hizo definitivamente de la democracia liberal con capital en Taipéi, a principios de los noventa, conquistada y seducida la opinión pública por el curioso régimen comunista de un decidido y triunfal apalancamiento capitalista, cuyo nervio principal está en Pekín, ahora, en la presente centuria, olvidado todo vestigio de lo ocurrido en la Plaza de Tiananmén por 1989.

Referido anteriormente, la sola y descomunal deuda contraída con la superpotencia continental, nos obliga a una vinculación definitivamente realista y, ojalá, creadora (https://www.elnacional.com/2025/05/liderato-politico-china-y-las-relaciones-sino-venezolanas/), que luce compatible con un relacionamiento necesario respecto al modesto coloso isleño de una relevante importancia geopolítica, geoestratégica y geoeconómica. Entre varias razones, por una parte, a pesar de sus dimensiones territoriales, cuenta con un extraordinario peso al encabezar la producción mundial de semiconductores, con fortísimas inversiones extranjeras que incluyen a la propia China, siendo una de las más importantes economías del mundo por sus niveles de exportación e importación; agreguemos, con una fuerza laboral altamente calificada, bajos niveles de inflación y de desempleo, como una envidiable estabilidad financiera, entre los más importantes países de mayor reserva de divisas del planeta.

Observemos, por otra, más allá del dato económico, hemos obviado tan injustamente el modelo taiwanés, cuyo milagro económico arrancó desde los años sesenta del veinte con la reforma agraria, inversiones extranjeras y una estrategia industrializadora orientada a la exportación. Un fenómeno abiertamente contrastante con China, se hizo perfectible desde mediados de los noventa, con un proceso convincentemente democratizador, amplias libertades públicas, respeto de los derechos humanos, división de poderes, nunca reivindicado en este lado del mundo.

Luego, afinando nuestra estrategia de largo plazo, probablemente nuestro futuro entendimiento será con el referente continental de un pleno y desinhibido desarrollo capitalista que apelará irremediablemente a la democracia liberal y al efectivo federalismo, comprendiendo y asumiendo pacíficamente la independencia y la complementariedad del referente isleño de larga experiencia en la materia. Un módico esfuerzo de investigación que incluye a especialistas extranjeros, siendo tan asombrosamente escasos los venezolanos, nos lleva a transitar la hipótesis nada descabellada.

15/07/2025:

https://www.elnacional.com/2025/07/taiwan-para-una-hipotesis-nada-descabellada/

19/07/2025:

https://guayoyoenletras.net/2025/07/19/taiwan-para-una-hipotesis-nada-descabellada/

El camino de la autenticidad

LA ETERNIDAD ES AHORA (San Lucas, 13: 22-30) Enrique Martínez Lozano No resulta fácil en este texto, que "suena" como uno de l...