CUANDO REGRESEN NUESTROS
HERMANOS
William Anseume
Se fueron. Es verdad. Con la calamidad encima.
Aventurando vidas. Buscándolas. ¿Volverán todos? Parece imposible. Muchos
crearán raigambre con su situación actual fuera, como es natural, como hicieron
aquellos que se quedaron acá a partir de los años cincuenta y más. Construyendo
sus porvenires, sus familias, sus labores, sus sueños.
Pero también es verdad que muchos tienen planificado
un regreso, así sea tentativo. A ellos apelaremos. No basta con
internacionalizar nuestra gastronomía, nuestra medicina y todo lo que podamos
buenamente internacionalizar de lo bueno
de aquí. Se precisa un regreso más o menos inmediato. Nueve millones, o una
cifra cercana a ello son muchos de nuestros hermanos sin estar en su tierra. Nos
hacen falta ahora. Nos harán falta. El reencuentro será fenomenal. Los abrazos.
Las risas.
Los delincuentes no. Esos, como todos los
delincuentes, los de verdad, deben ser procesados y pagar por sus fechorías,
como corresponde, como ellos saben muy bien que les corresponde. Aquí no
queremos violencia de ningún tipo, ahora ni después. No la necesitamos. No la
queremos más. Esa sí debe ser desterrada para siempre. Para la reconstrucción
del país soñado. ¿Utópico? Seguramente. Pero esa nueva situación, la situación
deseada, ha de venir.
¿Cómo? Vendrán en su mayoría. Un buen porcentaje al
menos. Y los recibiremos del mejor modo posible. No vendrán obligados. No
vendrán a trancas y barrancas. Vendrán, porque sabrán que habrá un país de
libertades, de reconstrucción social, económica, política, sin perseguideras,
sin atropellos. Porque la justicia tendrá que ser justicia. Y las libertades
económicas deberán serlo así. Para producir, para generar empleo digno, para
abrir el pensamiento plural y la democracia, alternativa. La reconstrucción. Es
lo que necesariamente vendrá. Labrada por todos. Con nuestras diferencias. Pero
todos. Unidos en la divergencia.
Libertad para todos los presos políticos. Y nunca más
esa figura. Los delincuentes juzgados, procesados, con sus garantías cubiertas.
Regreso de todos nuestros compatriotas que quieran regresar, de buen modo. Y a
trabajar dignamente, a producir todos, dignamente. A cubrir la educación y el
trabajo, como debe garantizarse. A respetar celosamente los derechos humanos. A
ser ejemplo democrático, con nuestros verdaderos aliados internacionales, para
América Latina y el mundo.
Cuando regresen nuestros hermanos habrá una nación por
reconstruir, con muchas ganas, en paz, en libertad, en democracia. ¿Regresarán?
Sí.
16/08/2025:
https://www.elnacional.com/2025/08/cuando-regresen-nuestros-hermanos
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