sábado, 16 de agosto de 2025

Puertas afuera, puertas adentro

CUANDO REGRESEN NUESTROS HERMANOS

William Anseume

Se fueron. Es verdad. Con la calamidad encima. Aventurando vidas. Buscándolas. ¿Volverán todos? Parece imposible. Muchos crearán raigambre con su situación actual fuera, como es natural, como hicieron aquellos que se quedaron acá a partir de los años cincuenta y más. Construyendo sus porvenires, sus familias, sus labores, sus sueños.

Pero también es verdad que muchos tienen planificado un regreso, así sea tentativo. A ellos apelaremos. No basta con internacionalizar nuestra gastronomía, nuestra medicina y todo lo que podamos buenamente  internacionalizar de lo bueno de aquí. Se precisa un regreso más o menos inmediato. Nueve millones, o una cifra cercana a ello son muchos de nuestros hermanos sin estar en su tierra. Nos hacen falta ahora. Nos harán falta. El reencuentro será fenomenal. Los abrazos. Las risas.

Los delincuentes no. Esos, como todos los delincuentes, los de verdad, deben ser procesados y pagar por sus fechorías, como corresponde, como ellos saben muy bien que les corresponde. Aquí no queremos violencia de ningún tipo, ahora ni después. No la necesitamos. No la queremos más. Esa sí debe ser desterrada para siempre. Para la reconstrucción del país soñado. ¿Utópico? Seguramente. Pero esa nueva situación, la situación deseada, ha de venir.

¿Cómo? Vendrán en su mayoría. Un buen porcentaje al menos. Y los recibiremos del mejor modo posible. No vendrán obligados. No vendrán a trancas y barrancas. Vendrán, porque sabrán que habrá un país de libertades, de reconstrucción social, económica, política, sin perseguideras, sin atropellos. Porque la justicia tendrá que ser justicia. Y las libertades económicas deberán serlo así. Para producir, para generar empleo digno, para abrir el pensamiento plural y la democracia, alternativa. La reconstrucción. Es lo que necesariamente vendrá. Labrada por todos. Con nuestras diferencias. Pero todos. Unidos en la divergencia.

Libertad para todos los presos políticos. Y nunca más esa figura. Los delincuentes juzgados, procesados, con sus garantías cubiertas. Regreso de todos nuestros compatriotas que quieran regresar, de buen modo. Y a trabajar dignamente, a producir todos, dignamente. A cubrir la educación y el trabajo, como debe garantizarse. A respetar celosamente los derechos humanos. A ser ejemplo democrático, con nuestros verdaderos aliados internacionales, para América Latina y el mundo.

Cuando regresen nuestros hermanos habrá una nación por reconstruir, con muchas ganas, en paz, en libertad, en democracia. ¿Regresarán? Sí.

16/08/2025:

https://www.elnacional.com/2025/08/cuando-regresen-nuestros-hermanos

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