LA AUTOPERCEPCIÓN NORCOREANA
Luis Barragán
Estos son los
tiempos de la autopercepción y del derecho a imponerla al resto de los
mortales, aunque contradiga clara y abiertamente la naturaleza, la realidad y,
en definitiva, lo que entendemos por verdad. Nos sorprenden cada vez más las
noticias – faltando poco – judiciales, respecto al reconocimiento obtenido por
un sexagenario que se siente niña de seis años de edad y ha conseguido una
orden para que una escuela lo reciba y pueda compartir con los infantes en el aula diaria; ha
corrido la noticia de una viva protesta de aquellos que se creen y exigen
respeto como perros, sí, literalmente
perros que juran razonar sus reivindicaciones; o de los que luchan por el
pretendido derecho de contraer matrimonio con una nevera, tortuga, o cualesquiera
otras ocurrencias, aunque tarden los insectos en comparecer frente a tal
demanda.
El problema
cuenta con una vertiente militante y estridente: el género, y hay quienes se
dicen que pueden trascender a la consulta del ginecólogos o del urólogo,
adoptando un sexo y una sexualidad absolutamente imaginaria. Nada raro, el asunto que esa parte parte
obscura de la sociedad que desea iluminada, exclusivamente ocurre en las
sociedades libres y occidentales, pero nunca en las teocracias, las dictaduras
comunistas y fascistas, en los más cercanos o lejanos rincones del
totalitarismo.
La otra
vertiente de peligros cada vez más inminentes, capaces de llevarse por el medio
a los más inocentes, añadidos los pobladores del apartadísimo Bután, está
representada por años norcoreanos que ostentan a un dictador tan dictador como
su padre y su abuelo, creyéndolos por muchísimas generaciones algo radical y
absolutamente normal. A Kim Jong-un no
se le ha ocurrido otra cosa que declararse en términos constitucionales como
una potencia nuclear, algo a la que se atrevió con una ley ordinaria de tres o
cuatro años atrás.
Que sepamos,
Israel no anda vociferando por ahí que tiene sendos artefactos atómicos, pero
Crea del Norte necesita hacer gala de su carrera armamentista. La tupida propaganda interna, presumimos,
convierte a Kim en la única garantía de supervivencia frente al resto del
planeta que asedia a los norcoreanos, y se creerán el cuento de una superiorísima
calidad de vida frente al occidente decadente, miserable, explotado y
explotador.
Esto de la
autopercepción llega demasiado lejos y habrá quien invente una pira para acabar
con los oficiantes de la psicología y psiquiatría, quemando siglos de un
aprendizaje vital en ambos campos. Mientras tanto, la España también
empastelada por Irene Montero, vaya legado que deja, o las guerras de Ucrania y
las de África, hablan por sí mismas.
03/10/2023:
https://guayoyoenletras.net/2023/10/03/la-autopercepcion-norcoreana/

No hay comentarios.:
Publicar un comentario