domingo, 31 de agosto de 2025

Caza de citas


Por sí solas, unas protestas no degeneran en una guerra civil. De hecho, las protestas están motivadas, fundamentalmente, por la esperanza. Los ciudadanos corrientes salen de sus hogares y toman las calles con pancartas y letreros y empiezan a entonar proclamas porque creen que su Gobierno los escuchará y sus vidas mejorarán. Si la gente pensara que el Gobierno iba a abrir fuego sobre ellos, o bien se quedaría en casa, con miedo a actuar, o bien saldría blandiendo armas. Salir a las calles armados solo con un teléfono móvil es un acto de optimismo”

Barbara F. Walter

(“Cómo empieza una guerra civil y cómo evitar que ocurra”, Ediciones Península, Barcelona, 2025:  105)

Ilustración: Saul Steinberg.

Noticiero retrospectivo


- Rafael Poleo. “Anticomunismo inconveniente”. Últimas Noticias, Caracas, 20/10/60.

- Rodolfo José Cárdenas. “Los intereses partidistas”. Resumen, Caracas, N° 66 del 09/02/75.

- Rodolfo José Cárdenas. “Denuncias sobre torturas”. La Esfera, Caracas, 01/02/61.

- “Disturbios en el Hipódromo”. El Nacional, Caracas, 24/11/58.

Reproducción: Mercedes Pulido de Briceño, según Pedro Angel Echevarría. El Globo, Caracas, 29/06/1997.

Líderazgo

PROFESOR VÍCTOR MÁRQUEZ

Luis Barragán

Naturalmente, lo conocimos en el común esfuerzo de defender la autonomía y la propia noción de universidad en la Venezuela de todos estos años, desde aceras diferentes. Empero, no sostuvimos una amistad personal, algo que le agrega un poco más de valor agregado a esta nota.

El profesor Víctor Márquez, fue un luchador insigne dentro y fuera de la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela (APUCV), cuya presidencia cedió realizados los correspondientes comicios. Por cierto, son pocos los gremios profesorales que se han actualizado en nuestro país, y, uno de ellos, desafiando a las propias autoridades interventoras que no lo deseaban, fue la Asociación de Profesores de la Universidad Simón Bolívar (APUSB).

El supuesto ladrón de siete suelas, como Márquez, según la campaña hecha por sus más enconados adversarios, tuvo que recurrir a la caridad pública para sufragar los gastos del tratamiento del cáncer y, cuando ya parecía recuperado, días atrás recibimos la noticia de su desaparición física para conmover a todo el mundo universitario. Para nadie es un secreto el nivel de los ingresos reales del profesorado, dramáticamente contrastante con el nivel ostentado tiempo atrás.

Señalado el anterior referente, parece necesario subrayar que bregó con tenacidad, abierta y frontalmente por el profesorado, por toda la comunidad universitaria, por la institucionalidad de la educación superior en Venezuela, su autonomía y libertad de cátedra.  Tenía una extraordinaria capacidad de convocatoria y a las diligencias habituales que lo caracterizaban, se sumaron las concurridas ruedas de prensa, y, por ello, tanto le disgustó que hubiese una minoría sin representación del gremio que fue capaz de acudir inconsultamente a Miraflores para una gestión de antemano fracasada. Así las cosas, tenía pendiente la celebración de las elecciones nacionales de la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (FAPUV), con más de veinte años sin hacerlas ni intentarlas.

Una tercera referencia, el profesor Márquez se comprometió valiente y decididamente y a fondo con la causa democrática, activando enérgicamente, incluida la aceptación y efectiva participación en la consabida, meritoria y arriegada Comisión Nacional de Primarias. Este aspecto, el del compromiso cívico que inevitablemente se hace político, manteniendo la independencia de las organizaciones de la sociedad civil, constituye una magnífica lección y legado.

31/08/2025:

https://lapatilla.com/2025/08/31/luis-barragan-profesor-victor-marquez/

Fotografías: LB (UCV, 2023).

sábado, 30 de agosto de 2025

"... Dichoso tú, porque no pueden pagarte"

HUMILDAD Y GRATUIDAD VERSUS VANIDAD Y APROPIACIÓN

(San Lucas, 14: 1, 7-14)

Enrique Martínez Lozano

El ego se mueve siempre desde sus necesidades y sus miedos –las dos caras de la misma realidad-, que son los que le dan una sensación de existir. Y ahí es donde se forma el círculo vicioso en el que se retroalimenta el engaño: necesidades/miedos me hacen sentirme "yo" // al sentirme "yo", no puedo renunciar a "mis" necesidades" y soy víctima de "mis" miedos // vivo esclavo de ellos // cada vez me identifico más como un "yo" asediado por ellos... y cada vez me siento más frustrado y desconectado de quien verdaderamente soy.

Dentro de esas necesidades, la más básica probablemente sea la de "ser reconocido", que deriva en la de "ser el primero" y en la de buscar que todo gire alrededor del yo y de sus intereses.

Las palabras de Jesús abordan precisamente ambas cuestiones: ¿qué lugar busco? y ¿por qué hago las cosas? Cuestiones que tocan realidades tan básicas como la vanidad/humildad y la apropiación/gratuidad.

El ego busca "los primeros puestos": sueña con destacar, ser visto, sentirse reconocido; ama el aplauso y los gestos de admiración a su paso; le encantan los ropajes especiales –también lo decía Jesús: Mt 23,5ss- y signos distintivos de su valía; quiere tener razón y busca imponerla a los demás...

Frente a esa tendencia, la palabra de Jesús no es solo una "receta". Si se viviera así, podría inducir, incluso, a la falsa humildad –algo frecuente en el mundo religioso-, al hacerlo desde la voluntad.

Sabemos que el ego es muy hábil y puede alimentarse por igual tanto de lo uno como de lo otro. Existen "egos vanidosos" y existen "egos (falsamente) humildes", que hacen virtud de su (aparente) ocultamiento.

La palabra de Jesús va a la raíz: se trata de desidentificarse del ego. No soy esas necesidades, no soy el ego con sus intereses. Solo cuando lo comprendo, dejo de vivir para él. La ironía se produce cuando se quiere seguir la indicación de Jesús desde el ego: entonces adopta el papel de "equilibrista" para afirmarse a la vez que manifiesta que quiere negarse.

Solo cuando vemos, somos transformados. Pero no podemos ver desde la mente. Vemos desde aquella Sabiduría mayor que nos permite experimentar nuestra verdadera Identidad, que está más allá de todos los contenidos mentales y emocionales. Y es entonces, al serla, cuando la conocemos.

Al reconocernos en ella, el ego cae (aunque mantengamos inercias anteriores). Y, con él, aquellas necesidades que guiaban nuestra vida.

Del mismo modo, al ego tampoco se le puede pedir gratuidad, porque la esencia misma del ego es la apropiación. Hasta el punto de que, sin apropiación, no hay ego. Su aparente existencia proviene del hecho de apropiarse de contenidos mentales de todo tipo, con los que se identifica. A partir de ahí, entenderá la vida como una apropiación incesante de todo aquello que considere "bueno" para él.

La gratuidad únicamente puede vivirse cuando ha caído la identificación con el ego. Porque entonces emerge una nueva consciencia, en la que los otros son percibidos como "parte" de sí mismo. Dar a los otros es darse a sí mismo; dañar a los otros es dañarse a sí mismo.

Los "pobres, lisiados, tullidos y ciegos", de que habla el texto, eres tú mismo: "tú eres otro yo". Y Jesús proclama una bienaventuranza: "dichoso tú porque no pueden pagarte". Ahora bien, la dicha no consiste –como se apresuraría a leer el propio ego- en los "méritos" que supuestamente conseguirías con esa acción –de nuevo, se engordaría la vanidad del ego apropiador-, sino en que has descubierto la Dicha, el Gozo, la Bienaventuranza, como tu verdadera identidad. Aquella en la que todos estamos en todos, como en una inmensa red interrelacionada.

La dicha –como antes la humildad- no viene de la mano de lo que hacemos, sino de lo que somos. Basta únicamente acceder a esa comprensión, que es Sabiduría y, simultáneamente, Compasión.

Fuente:

https://www.feadulta.com/es/buscadoravanzado/item/4053-humildad-y-gratitud-versus-vanidad-y-aprobacion.html


Padre S. Martín: La Misa salva, homosexualidad, León XIV.








Luto en el aula superior

ADIÓS AL AMIGO VÍCTOR MÁRQUEZ

William Anseume

Despedidas dolorosas hay en varias facetas de la vida. Víctor enfermó, pero uno nunca cree en el desenlace final, percibe todo como un proceso natural y reversible. Conocí al luchador social en esos eventos normales del gremio. Discusiones, resoluciones, acuerdos y desacuerdos. Pero con los años fue solidificándose una relación signada por la política y los derechos laborales, en las calles, las oficinas o las redes.

Nos respetábamos ambos mucho en nuestras labores. Más yo a él, quien tenía una vida ampliamente recorrida cuando llegué a las intervenciones públicas o privadas sobre la vida gremial. Me cuidaba, además. Ante cada artículo altisonante o declaración, un llamado de atención seguro: "Mejor libre que preso; ayudas más". Intraficable ante sus convicciones fundamentales. Pregunten en la Fapuv, por ejemplo, y el tema electoral, entre muchos otros, que ya va para largos veinte años. Uno de los asuntos en los que siempre coincidimos. En uno de sus últimos mensajes, los que no se borraron, dice, luego de unas críticas generales impublicables: "De los pocos que veo luchando y corriendo riesgos es a ti". Exceso seguramente, por aprecio.

No fue solo profesor, dirigente de asociación o de asociaciones en el comité respectivo de Fapuv, fue guía gremial nacional, permanente. Arriesgó vida y familia en tiempos muy turbulentos. Su gremio supo pulirlo como quien más. Pero no podemos soslayar  sus participaciones políticas inolvidables: la agrupación gremial sindical donde me invitó a participar habló permanentemente de su amplitud. Para nada sorprendió su concurrencia a la Comisión Nacional de Primarias, después de su excelente trabajo en el Frente Amplio. Fue testigo de mis molestias políticas y gremiales y yo de las suyas. En oportunidades múltiples  compartíamos ideas y estrategias. Algunas de las mías le provocaban cierto espanto.

Afortunadamente, coincidimos también respecto al rectorado de la Universidad Central de Venezuela, él con su autoridad de profesor y yo con mi carácter de egresado. Me sorprendía su edad, para alguien jovial y fuerte, al menos hasta la última vez que lo vi.

El mejor homenaje que puede hacerle la universidad y la política venezolana, cuando ya no podremos contar desafortunadamente más con él, es recuperar la libertad, la democracia, traer a la vida normal a los presos políticos, al país, a nuestras instituciones universitarias.

Para que su lucha nuestra, que seguirá permanente en nosotros como una seguidilla de pensamiento y acción, haya tenido algún sentido real, para que no quede en el viento y la tierrita que tapa.

Siento mucho la partida definitiva de Víctor.  En ese sentido, comparto las opiniones expresadas por otro amigo de la UCV, también luchador de voz y hechos: https://talcualdigital.com/adios-victor-gracias-por-todo-por-tulio-ramirez/. Hasta el triunfo definitivo. Sino, no habrá valido la pena. Triunfaremos y su nombre será guardado con el cariño que merece quien hizo todo lo que estuvo a su alcance para lograrlo.

30/08/2025

https://www.elnacional.com/2025/08/adios-al-amigo-victor-marquez/

Fotografía: LB (UCV, 2023). 

Acto cultural

BOB DYLAN EN CARACAS: ARTE Y COMPROMISO

(Nota Editorial)

El pasado miércoles 27 de agosto, el profesor Eugenio Hernández-Bretón ofreció en el Centro Venezolano Americano la conferencia Bob Dylan en Caracas, con la moderación del escritor Karl Krispin. El acto fue reflejo de la vitalidad cultural del CVA y de la permanente conexión de los venezolanos con la vida intelectual estadounidense, donde Dylan ocupa un lugar significativo. Y aunque Bob Dylan nunca pisó Venezuela, su presencia estuvo allí —al menos en sentido metafórico— en ese encuentro.

Cuando en 2016 la Academia Sueca le otorgó el Premio Nobel de Literatura "por haber creado nuevas expresiones poéticas dentro de la gran tradición de la canción estadounidense", reconoció lo que ya era evidente: Dylan llevó la poesía al territorio de la música, convirtió el verso en canción y dio voz a una generación. Temas como "Like a Rolling Stone", "Blowin’ in the Wind" o "Hurricane" se transformaron en himnos donde confluyen crítica social, fuerza poética y un lenguaje que marcó época.

La irrupción de Dylan en los años sesenta coincidió con un periodo trepidante en Estados Unidos: la lucha por los derechos civiles, la polarización en torno a la guerra de Vietnam y los asesinatos de John F. Kennedy, Martin Luther King y Robert Kennedy. En ese contexto, Dylan emergió como la voz de quienes buscaban expresar el descontento y la esperanza. Sin ser político ni activista formal, sus canciones captaron el espíritu de su tiempo con versos simples y memorables, convirtiéndolo en referente cultural y material para la reflexión política.

Un ejemplo decisivo es "Hurricane" (1975), inspirada en el caso de Rubin Carter, boxeador afroamericano condenado injustamente por un triple asesinato. Con un tono periodístico, Dylan denunció un proceso judicial marcado por racismo, intolerancia, corrupción y manipulación. La canción atrajo la atención pública, generó conciertos benéficos y contribuyó a la revisión del caso: tras dos décadas preso, Carter fue liberado. "Hurricane" mostró el poder del arte para visibilizar injusticias concretas, lección particularmente cercana a la realidad venezolana, donde abundan denuncias de procesos judiciales utilizados para la persecución política.

Hernández-Bretón subrayó que la huella de Dylan trasciende su generación. Su influencia se percibe en artistas tan diversos como Guns N’ Roses o Adele. La versión de "Make You Feel My Love", grabada por la británica en 2008, demostró cómo la sensibilidad de Dylan puede adaptarse a nuevos estilos y conquistar audiencias distintas.

La conferencia genera una pregunta clave: ¿por qué es importante acercarse hoy a la poesía musical de Dylan en Venezuela? La respuesta apunta a la función social del arte en contextos de crisis política y de autoritarismos. En un país marcado por la polarización política, precariedad económica, persecución, intolerancia y vulneración de derechos, la música de protesta no solo conmueve, también despierta conciencia y refuerza la dignidad individual y colectiva.

Más de medio siglo después de su debut, Dylan continúa activo, publicando discos y ofreciendo conciertos. Su permanencia demuestra que su obra no fue una moda, sino un proyecto cultural de largo aliento. En Venezuela, donde la crisis amenaza con debilitar las expresiones artísticas, estudiarlo es recordar que la música puede ser herramienta de reflexión, de resistencia y de cambio político.

La voz de Dylan, que en su tiempo denunció guerras injustas, la discriminación y los procesos judiciales viciados, es una referencia para un país donde centenares de hombres y mujeres permanecen encarcelados por razones políticas. Su legado demuestra que el arte no solo acompaña el dolor colectivo, sino que también mantiene viva la esperanza, porque cada canción puede erigirse en denuncia contra la intolerancia, los fanatismos ideológicos y la persecución.

Y recuerda, sobre todo, que la dignidad humana es un valor irrenunciable que la cultura y la inteligencia pueden y deben defender.

Fuente:

https://www.elnacional.com/2025/08/bob-dylan-en-caracas-arte-y-compromiso/ 

Ilustración: https://bigwalldecor.com/shop/bob-dylan-graffiti-wall-art/?srsltid=AfmBOor8TDEvlbBerPx0U0f8y2AGCiAAL-W-8X5g2ReegDsG0hp_bUsc

Conferencia y captura de pantalla: https://www.youtube.com/watch?v=eLYK80EuW6Q


Breve nota LB: Nos ha parecido interesante y excepcional la actividad y, por supuesto, la grata exposición experta de un reconocido jurista como Eugenio Hernández-Bretón, absolutamente espontáneo. Nos pareció obvio que la nota editorial de El Nacional de hoy, fuese hecha por Ramón Escovar León, quien no desmintió su autoría al escribirle esta mañana el mensaje correspondiente por WhatsApp.

martes, 26 de agosto de 2025

Caza de citas

“La utopía de una risa libre acompaña al liberalismo político. La libertad de reírse de todo es como la de hablar de todo, una conclusión lógica del rechazo a que alguien decida unilateral y coercitivamente de qué no se puede reír, de qué hay que hablar, qué voces no conviene que escuchemos. En esta utopía de una risa libre y con potencial dañoso atenuado se ríe o no se ríe porque se quiere, no por miedo. Retomando la cita de Wittgenstein, se diría que con esta universalización del derecho a reír de lo que sea se recupera esa cosa más profunda e importante, el juego del lenguaje humorístico que nadie controla de antemano.”

Daniel Gamper

(“De qué te ríes. Beneficios y estragos de la broma”,  Herder Editorial, 2024): 66)

Ilustración: Yue Minjun. 

Noticiero retrospectivo

- José Font Castro. “Crónicas de fin de siglo: Las fronteras del poder”. Economía Hoy, Caracas, 05/10/1989.

- Jorge Villalba. “Las juventudes políticas enjuician: Donald Ramírez”. El Universal, Caracas, 14/03/79.

- Marcel Roche. “La ´realidad´”. El Diario de Caracas, 18/07/83.

-Eduardo Fernández. “Perspectivas: El Congreso y las Fuerzas Armadas”. El Universal, 06/11/75.

- “El violento fin de Pancho López”. Élite, Caracas, N° 2072 del 12/06/65.

Reproducción: Renny Ottolina: "Un día con los genios del cine". Momento, Caracas, nr. 342 del 03/02/63.


Millones de barriles atrás (II)

MEDIO SIGLO DE LA NACIONALIZACIÓN PETROLERA

Luis Barragán

Todo parece indicar que fue tardía la toma de conciencia del venezolano promedio en torno al petróleo y su trascendencia en la vida del país, a pesar del creciente peso adquirido en las estadísticas oficiales. Además, siendo una mentalidad de mayor antigüedad, el rentismo adquiría nuevos e inadvertidos bríos en un paisaje social de irreprimible transformación al galope de las exportaciones de un rubro inesperado.

Cincuenta años después de sancionada y promulgada la Ley Orgánica que Reserva al Estado la Industria y el Comercio de los Hidrocarburos, hay un retroceso significativo y preocupante en relación al interés, el seguimiento y la discusión públicas de una materia que será ineludible - por varios años más y ojalá que décadas -  entre nosotros. Amén de la (auto)censura y el bloqueo informativo, diferentes sectores vivos del país no le prestan una visible atención ni demuestran la suficiente vocación por estudiarla, y un primer contraste apunta al viejo y provechoso afán de la élite política por aproximarse, dominar y adoptar las soluciones correspondientes, frente a la negligencia de aquellos que, por estos días,  la creen un asunto de política pública harto consumado, exhaustivamente tratado, y fastidiosamente reiterado.

Muy antes, supusimos que el crudo repentinamente se agotaría para velar solamente por el celoso ahorro del recurso y la defensa de sus precios internacionales, aunque muy ahora sospechamos que la venidera década será la del definitivo reemplazo del combustible fósil en los grandes países consumidores, por lo que nuestra será la condena a un inútil subsuelo inundado de un crudo pesado y extrapesado. Ayer, muchos lo aseguraron, las inversiones extranjeras fueron una maldición bien ejemplificada por los dependentólogos en el campo energético, mientras que los fuerzan a bendecir a aquellos que ahora las atraigan aún bajo el esquema de las zonas económicas especiales, olvidadas las tercas banderas de una estridente nacionalización sin ninguna fórmula de indemnización, otrora proclamada y vitoreada la gasolina barata.

No digamos de los antiguos elencos políticos y ejecutivos de la industria, diferenciado el papel del tren ministerial con el de la empresa de un vital,  necesario e irrebatible desempeño mercantil. La sola mención de los estupendos equipos gerenciales que hicieron carrera en la industria (como igualmente comenzamos a apreciar el equivalente habido en el metro de Caracas y en el Seniat),  conviniendo en dirigentes y voceros partidistas de fuste, nos releva de un comentario adicional respecto al presente siglo.

Manía alguna de historicistas que le niegan originalidad a la actual coyuntura, recordamos aquella época de una extendida, sostenida y vibrante deliberación de la que nadie, absolutamente nadie, estuvo eximido de pronunciarse sobre la nacionalización del petróleo. Importa y mucho decirlo para extrañeza de las nuevas generaciones, tomando un ámbito más amplio, como el debate de profundidad que estupendamente lo ilustraron los senadores (destacando los llamados vitalicios), y los diputados, la cámara política por excelencia, por cierto, ambos hemiciclos irreductible y libremente plurales; y, en otro más restringido, a mediados de nuestro bachillerato, entre los partidarios o los adversarios de las empresas mixtas y el famoso y decisivo artículo 5 del proyecto de ley en cuestión, reducidas las fuerzas minoritarias de la ultraizquierda a las cajas sonoras y sus panfletos, recordamos la remota pasión por temas nada banales.

Reproducción: Volante, 1975.

Collage: LB, con gráficas tomadas de Resumen (Caracas, 1975 y 1976), El Universal (1981), y una pieza de Rolando Peña.

26/08/2025:

https://www.elnacional.com/2025/08/medio-siglo-de-la-nacionalizacion-petrolera/

lunes, 25 de agosto de 2025

Millones de barriles atrás (I)

DE LA PALABRA NACIONALIZADORA

Luis Barragán

El venidero 29 de los corrientes, cumplirá medio siglo de promulgada la Ley Orgánica que Reserva al Estado la Industria y el Comercio de los Hidrocarburos. Efectiva su aplicación a partir del primer día de enero de1976, hoy pocos imaginan el colosal nivel de discusión y de pasión públicas que suscitó la sola intención de nacionalizar la industria petrolera venezolana.

En los espacios más amplios, los partidos, los medios de comunicación social, las distintas expresiones de la sociedad civil, incluyendo a las más desorganizadas, intensificaron el debate que muy bien condensaron los senadores y diputados del extinto Congreso, y los múltiples aportes bibliográficos a los que obligó. Por supuesto, siendo necesario decirlo, que la dirigencia partidista estimuló y protagonizó una profunda polémica para la cual estuvo en buena medida preparada, añadida la academia que abría sus puertas para actualizar el más común de los sentidos.

En los espacios más restringidos, a mediados de nuestro bachillerato, el liceo público fue un referente inevitable para extender los más contrastantes planteamientos, a favor o en rechazo del artículo 5° y las empresas mixtas. La ultraizquierda actuaba con sus consabidas tesis anti-imperialistas, intentando  a todo trance la alteración del orden público.

Por entonces, al fin y al cabo, el adolescente ingenuo que fuimos, adquiría con frecuencia, sin entenderlas en demasía, las revistas Resumen y SIC, enterándose de nombres como los de Gustavo Coronel y Alberto Quirós Corradi, procurando asistir a distintos foros, añadido los febriles del regañón Domingo Alberto Rangel, en la UCV o en el gremio de los periodistas. Es el mismo adolescente que preguntó e intentó asistir al debate parlamentario en cualquiera de los hemiciclos, sin saber que se requería de algún nexo partidista para los limitados palcos públicos del Capitolio Federal. No obstante, leyó y escuchó las versiones radiales del debate de senadores y diputados, impresionándole la intervención de Abdón Vivas Terán de quién muy poco o nada sabía; sobre todo – si mal no recordamos -  escuchándolo personalmente, een un lugar cercano a la casa, llamado “La Lugareña”: al igual que los líderes sindicales, el novel parlamentario se había quitado el saco, aflojado la corbata, arremangada la camisa, para dar un encendido discurso nacionalizador.

Época lejana, remota, distante, pero se nos antoja que fue ayer

El venidero 29 de los corrientes, cumplirá medio siglo de promulgada la Ley Orgánica que Reserva al Estado la Industria y el Comercio de los Hidrocarburos. Efectiva su aplicación a partir del primer día de enero de1976, hoy pocos imaginan el colosal nivel de discusión y de pasión públicas que suscitó la sola intención de nacionalizar la industria petrolera venezolana.

En los espacios más amplios, los partidos, los medios de comunicación social, las distintas expresiones de la sociedad civil, incluyendo a las más desorganizadas, intensificaron el debate que muy bien condensaron los senadores y diputados del extinto Congreso, y los múltiples aportes bibliográficos a los que obligó. Por supuesto, siendo necesario decirlo, que la dirigencia partidista estimuló y protagonizó una profunda polémica para la cual estuvo en buena medida preparada, añadida la academia que abría sus puertas para actualizar el más común de los sentidos.

En los espacios más restringidos, a mediados de nuestro bachillerato, el liceo público fue un referente inevitable para extender los más contrastantes planteamientos, a favor o en rechazo del artículo 5° y las empresas mixtas. La ultraizquierda actuaba con sus consabidas tesis anti-imperialistas, intentando  a todo trance la alteración del orden público.

Por entonces, al fin y al cabo, el adolescente ingenuo que fuimos, adquiría con frecuencia, sin entenderlas en demasía, las revistas Resumen y SIC, enterándose de nombres como los de Gustavo Coronel y Alberto Quirós Corradi, procurando asistir a distintos foros, añadido los febriles del regañón Domingo Alberto Rangel, en la UCV o en el gremio de los periodistas. Es el mismo adolescente que preguntó e intentó asistir al debate parlamentario en cualquiera de los hemiciclos, sin saber que se requería de algún nexo partidista para los limitados palcos públicos del Capitolio Federal. No obstante, leyó y escuchó las versiones radiales del debate de senadores y diputados, impresionándole la intervención de Abdón Vivas Terán de quién muy poco o nada sabía; sobre todo – si mal no recordamos -  escuchándolo personalmente, een un lugar cercano a la casa, llamado “La Lugareña”: al igual que los líderes sindicales, el novel parlamentario se había quitado el saco, aflojado la corbata, arremangada la camisa, para dar un encendido discurso nacionalizador.

Época lejana, remota, distante, pero se nos antoja que fue ayer

El venidero 29 de los corrientes, cumplirá medio siglo de promulgada la Ley Orgánica que Reserva al Estado la Industria y el Comercio de los Hidrocarburos. Efectiva su aplicación a partir del primer día de enero de1976, hoy pocos imaginan el colosal nivel de discusión y de pasión públicas que suscitó la sola intención de nacionalizar la industria petrolera venezolana.

En los espacios más amplios, los partidos, los medios de comunicación social, las distintas expresiones de la sociedad civil, incluyendo a las más desorganizadas, intensificaron el debate que muy bien condensaron los senadores y diputados del extinto Congreso, y los múltiples aportes bibliográficos a los que obligó. Por supuesto, siendo necesario decirlo, que la dirigencia partidista estimuló y protagonizó una profunda polémica para la cual estuvo en buena medida preparada, añadida la academia que abría sus puertas para actualizar el más común de los sentidos.

En los espacios más restringidos, a mediados de nuestro bachillerato, el liceo público fue un referente inevitable para extender los más contrastantes planteamientos, a favor o en rechazo del artículo 5° y las empresas mixtas. La ultraizquierda actuaba con sus consabidas tesis anti-imperialistas, intentando  a todo trance la alteración del orden público.

Por entonces, al fin y al cabo, el adolescente ingenuo que fuimos, adquiría con frecuencia, sin entenderlas en demasía, las revistas Resumen y SIC, enterándose de nombres como los de Gustavo Coronel y Alberto Quirós Corradi, procurando asistir a distintos foros, añadido los febriles del regañón Domingo Alberto Rangel, en la UCV o en el gremio de los periodistas. Es el mismo adolescente que preguntó e intentó asistir al debate parlamentario en cualquiera de los hemiciclos, sin saber que se requería de algún nexo partidista para los limitados palcos públicos del Capitolio Federal. No obstante, leyó y escuchó las versiones radiales del debate de senadores y diputados, impresionándole la intervención de Abdón Vivas Terán de quién muy poco o nada sabía; sobre todo – si mal no recordamos -  escuchándolo personalmente, een un lugar cercano a la casa, llamado “La Lugareña”: al igual que los líderes sindicales, el novel parlamentario se había quitado el saco, aflojado la corbata, arremangada la camisa, para dar un encendido discurso nacionalizador.

Época lejana, remota, distante, pero se nos antoja que fue ayer

Reproducción: El Garol, Caracas, septiembre de 1946.

domingo, 24 de agosto de 2025

El camino de la autenticidad

LA ETERNIDAD ES AHORA

(San Lucas, 13: 22-30)

Enrique Martínez Lozano

No resulta fácil en este texto, que "suena" como uno de los más duros de todo el evangelio, llegar a saber lo que procede de Jesús y lo que fue una elaboración posterior de la propia comunidad.

Pero hay un indicio claro que nos induce a pensar que nos hallamos ante un relato construido por la tradición, probablemente a partir de algunos dichos sueltos de Jesús. El indicio no es otro que el papel "extraño" que se atribuye a Jesús en el juicio, una idea más propia de la primera comunidad que del Maestro de Nazaret.

Paralelamente, parece lógico pensar que fuera la naciente comunidad cristiana, en su pugna con la sinagoga, quien se viera a sí misma compuesta por los que han llegado "de oriente y occidente, del norte y del sur", en contraposición con el pueblo judío que –según la lectura de aquella misma comunidad- ha sido "echado fuera".

Otras expresiones resultan bien conocidas.

  • La "puerta estrecha" hace alusión a la puerta más pequeña que daba acceso a las ciudades amuralladas;
  • el "esfuerzo" o la "lucha" (agon) constituía un término frecuentemente utilizado por los filósofos de la época para referirse a la acción humana;
  • la idea misma de los "pocos salvados" pertenecía a la tradición judía, tal como se recoge en el libro cuarto de Esdras: "Muchos han sido creados, pero pocos se salvarán".

En cualquier caso, y más allá del uso que de ellas hicieran las primeras comunidades, me parece claro que las palabras de Jesús no tendrían un carácter condenatorio, sino exhortativo. Y no podría ser de otro modo, porque quien "ha visto" no condena jamás; lo que hace es "advertir" de la ignorancia que nos lleva a "perdernos".

Sea lo que fuere, en último término, de la "autoría" del texto que nos ocupa, tratemos de abrirnos a los "ecos" que despierta en nosotros.

La pregunta inicial –"¿serán pocos los que se salven?"- es la pregunta más característica del yo religioso. Tenemos claro que el yo no busca otra cosa sino su propia autoafirmación. Debido a su carácter vacío y a su incapacidad de existir en el presente, busca constantemente aferrarse a algo, en la expectativa de un futuro que le traiga la "satisfacción" ansiada.

La ironía consiste en que ese futuro es tan inexistente como el propio yo que se proyecta en él. Pero, entre tanto, el yo sueña con llegar a ser feliz algún día, identificándose con diferentes señuelos –tener, poder, placer-, sin ser consciente de que es esa misma identificación la que hace imposible la felicidad. Dicho con más rotundidad: el único obstáculo para la felicidad es la identificación con el yo.

Sin embargo, mientras no se "despierta", esa trampa mortal no se ve. Y si el yo es "religioso", a su futuro definitivo lo llamará "salvación": buscará salvarse a toda costa, en una perpetuación "eterna" de la autoafirmación siempre imposible. ¿Podría imaginar una promesa mayor para su insaciable ambición?

Eso explica que la religión mítica –la religión del "yo"-, en la que todos nosotros hemos crecido, haya pivotado en torno a la cuestión de la "salvación del alma". No existía una preocupación mayor: ¿cómo salvarme?

Frente a esa inquietud del yo, la respuesta de Jesús anima a "entrar por la puerta estrecha". Pero el texto no nos dice en qué consiste exactamente.

Dentro de la lógica del propio "yo religioso", no sorprende que, a lo largo de la historia, se haya entendido como "sacrificio", "mortificación", "sumisión" incluso... El yo –cuya religión se basaba en el esquema del mérito y la recompensa- es amante del voluntarismo perfeccionista, con el que, en no pocos casos, trataba de saldar, sin darse cuenta, antiguas culpabilidades inconscientes.

Una lectura más serena de aquellas palabras, sin embargo, nos hace ver que no se puede confundir "puerta estrecha" con "carrera de méritos" –aunque fuera en forma de obstáculos-, sino que debe referirse a algo bien distinto.

Si caemos en la cuenta de que, por su propio carácter, el yo busca "inflarse", de un modo inevitable y compulsivo, nos resultará patente que es justamente el yo el que nunca podrá entrar por la "puerta estrecha".

Por tanto, la invitación para alcanzar la "salvación" –no la que espera el yo, sino el "despertar" de la ignorancia y del sufrimiento- pasa por desidentificarse del yo. "Entrar por la puerta estrecha" es desapropiación del yo.

Ahora bien, el trabajo de desapropiación no se consigue con voluntarismo –un voluntarismo que, una vez más, no haría sino seguir alimentando al yo-, sino que es fruto de la comprensión.

No buscamos desidentificarnos del yo por ningún motivo "ascético", sino sencillamente porque hemos empezado a comprender que ésa no es nuestra verdadera identidad. Por eso, en la medida en que crezcamos en esa comprensión, notaremos también un movimiento interior a poner en práctica los medios que nos capaciten para vivirla.

Los diferentes medios coincidirán en el hecho de que nos hacen crecer en consciencia de no ser el "yo" que nuestra mente piensa y nos hacen vivir de una manera desapropiada, sin sentirnos como "hacedores".

Aprenderemos progresivamente a observar a nuestro yo, en cualquiera de los "disfraces" que use –eufórico o deprimido, sumiso o airado...-, y a tomar distancia de él. Y cuidaremos, por encima de todo, venir al instante presente, como medio privilegiado de experimentar la Presencia que somos.

Desde la nueva percepción de nuestra identidad, todas las cuestiones quedan redimensionadas: se ha modificado la percepción de la realidad. Si el yo andaba buscando desesperadamente su "salvación" en un futuro que imaginaba "eterno", venimos a reconocer que la Presencia es ya la eternidad, en cuanto Plenitud atemporal.

Si era fácil identificar al insaciable yo con el chiste de Woody Allen –"¡qué feliz sería si fuese feliz!"-, desde la nueva comprensión, venimos a reconocer, con Ludwig Wittgenstein, que "para la vida en el presente, no existe la muerte".

Como ha escrito el lúcido filósofo ateo André Comte-Sponville,

"la muerte no me robará más que el futuro y el pasado, que no tienen existencia. Pero el presente y la eternidad (el presente, luego la eternidad) están fuera de su alcance. Sólo me arrebatará el yo. Por eso me desposeerá de todo y no me desposeerá de nada. La muerte sólo me despojará de mis ilusiones"

(A. COMTE-SPONVILLE, El alma del ateísmo. Introducción a una espiritualidad sin Dios, Paidós, Barcelona 2006, p.194).

La "salvación" –según el texto- consiste en "sentarse a la mesa en el reino de Dios", una imagen festiva, convivencial y comensal, con la que en la Biblia se suele designar la Plenitud divina.

Esa "mesa" coincide también con la Presencia, es decir, con la atemporalidad o eternidad. La mesa ya está puesta –siempre lo ha estado-, pero sólo podremos "saborearla" si, trascendiendo la identidad egoica que anda buscando "migajas", en las que ha puesto sus expectativas de bienestar, venimos a la Presencia luminosa y eterna, nuestra identidad más profunda.

Al acceder a esa identidad, descubrimos que la pregunta inicial –"¿serán pocos los que se salven?"- nace únicamente de la mayor ignorancia. Porque, anclados en la Presencia que somos, descubrimos que ya estamos en el reino de Dios: la eternidad es Ahora. Y nos privamos de la felicidad, porque nos escapamos del Presente.

Comprendo bien que esto pueda sonar hiriente a quien dice estar envuelto en el sufrimiento y pueda sublevar a nuestra sensibilidad ante la constatación diaria de situaciones de injusticia.

No sé por qué el mundo es como es, ni creo que nuestra mente llegue a encontrar una respuesta a ello. Sólo sé –y no es una "creencia", sino algo que cada uno puede experimentar- que, más allá y a un nivel más "hondo" que el de nuestro "sueño cotidiano", en la Presencia que es nuestra identidad compartida, todo está bien.

Y que sólo creciendo en esa consciencia –que es comprensión- y desde ella, lo que brote será Vida. Porque, quizás, nuestro mayor problema es la incapacidad para reconocernos y vivirnos en la –como- Presencia.

Fuente:

https://www.feadulta.com/es/buscadoravanzado/item/1758-la-eternidad-es-ahora.html

Ilustración: Carlos Xavier Duque Rangel. 

Fotografías: LB, Iglesia de la Coromoto (CCS, 24/08/2025).

Padre Peraza: https://www.facebook.com/arperaza/videos/1944787026342671

Padre S. Martín: https://www.youtube.com/watch?v=ruW5JT7LI88


Padre J. Martín: https://www.youtube.com/watch?v=-XOuHtSsxOE


Monseñor Biord: 

https://www.youtube.com/watch?v=OjGIOWIzCgg&list=RDOjGIOWIzCgg&start_radio=1

Por cierto, hemos consignado nuestra observación por lo que respecta a la Iglesia: "Buenas tardes. De nuevo, nuestra modesta observación sobre la data del video que se ha orbitado. Por ejemplo, intitular y etiquetar con la fecha, la lectura de hoy, el nombre del oficiante, entre otros datos. Importante para que quede para la posteridad. He acá el argumento, por lo que respecta a la práctica digital de nuestra Iglesia: https://www.elnacional.com/2025/08/de-lo-politicamente-efimero/" (ello, en la cuenta de la arquidiócesis: https://www.youtube.com/watch?v=aMyUmPIC3a0&list=RDaMyUmPIC3a0&start_radio=1).


Padre Gálvez: https://www.youtube.com/watch?v=3dco-J3J0To&list=RD3dco-J3J0To&start_radio=1 (Colocamos una nota de reconocimiento por la correcta identificación de la fecha y el nombre del oficiante).


Noticiero retrospectivo

- “Fue creado ayer el Ministerio de Defensa Nacional” (por el Consejo Supremo de Defensa Nacional). La Esfera, Caracas, 23/06/1946.

- “(Eleazar) López Contreras, un estilo político”. Signo, Caracas, N° 1 del 05/07/51.

- Elio Gómez Grillo. “Entre trazos y trizas: El segundo libro del coronel Machillanda” (“Poder político y Poder Militar en Venezuela 1958-1986”). El Globo, Caracas, 17/10/93.

- José María Chacón y Calvo. “Un maestro de la literatura venezolana: Pedro Emilio Coll”. El Nacional, Caracas, 07/09/47.

- B. Siso Planchart y Co. Sucres, presentó nuevos modelos de los automóviles Chevrolet en Caracas. El Nuevo Diario, Caracas,  09/04/35.

Reproducción: "El poeta y pedagogo Héctor Guillermo Villalobos, Presidente del Estado Bolívar, hablando con nuestro compañero de redacción Carrillo Moreno". Élite, Caracas, 27/10/1947. 

jueves, 21 de agosto de 2025

Ojalá, un esbozo de lo que vendrá

TESOROS DE LA MEMORIA

Ramón Guillermo Aveledo 

En 1968 presencié por primera vez una sesión de la Cámara de Diputados.

Debate sobre la invasión soviética a Checoeslovaquia. El discurso de Rodolfo José Cárdenas, una obra maestra de cultura, valores democráticos, buen humor y buen decir. A los dieciocho recién cumplidos estaba muy emocionado, soñaba con que ese hemiciclo llegara a ser algún día mi lugar de trabajo como representante de los larenses. Y así fue.

La vida me ha regalado pequeñas emociones que son muy grandes para mí. Hay las personales que son las más grandes: matrimonio, graduación en el Aula Magna o antes, el nacimiento de mis tres hijos.  Pero hablo aquí de otras emociones, más pequeñas agrandadas por mi vocación y mi formación personal.

La invasión soviética a Checoeslovaquia sacudió nuestras conciencias juveniles. La primera manifestación universitaria en la que participé fue un homenaje a Jan Palach en la Plaza Cubierta del Rectorado. La Juventud Comunista, que defendía la “solidaridad proletaria” del Ejército Rojo para aplastar la Primavera de Praga, vinieron a sabotear y la cosa desembocó en una pelea donde los estudiantes socialcristianos sacamos la peor parte. Mucho después pude visitar la bellísima Praga, creo que en 2008 y en la primera mañana salimos para ir al bulevar con la estatua de San Wenceslao, la clásica radiofoto de los tanques rusos, llegamos a la esquina de vista magnífica, el museo a nuestras espaldas, y cuando explicaba a mi esposa y a mi hija menor su significación, me doy cuenta que estoy parado exactamente donde Jan Palach se inmoló. Imaginen ustedes mi emoción.

Así han sido varias, todas muy poderosas para mí. Como cuando en abril de 1966 vi publicado en El Impulso mi primer artículo o mi primer viaje fuera del país, en 1959 a una Bogotá que le pareció muy fría y lloviznosa al niño barquisimetano que era. Otra emoción inolvidable fue mi primera vez en el Estadio Universitario. Papá me llevó a la final del Mundial Juvenil que Venezuela ganó a México. No imaginaba cómo sería un juego nocturno, tampoco sabía que el estadio era verde –en Barquisimeto era de tierra y la televisión era en blanco y negro- así que aquella imagen se quedaría para siempre en mi memoria y vuelve cada vez que voy a un encuentro. Fenway Park en Boston el ochenta y tres, entrar al dogout de los Medias Rojas, la foto con Yastrzsemski, pisar su grama, fue muy emocionante, pero no equivale a aquella primera en el Universitario.

20/08/2025:

https://opinionynoticias.com/opinionpolitica/43363-tesoros-de-la-memoria

Despliegue de una vocación

UNA JUVENTUD PARA EL CAMBIO  Luis Barragán A  Julio César Moreno León , in memoriam                                                        ...