PREDECIR EL PASADO
Luis Barragán
Convengamos, abunda la literatura en torno a los usos
y abusos de la historia. E, incluso, desafortunadamente, sabemos y muy bien del
asunto con la realización del pasado como proyecto político bajo el socialismo
de este siglo que pretende despojarnos del futuro.
Los pensa
arbitrariamente reformulados por todos estos años, constituyen una
extraordinaria herramienta del más burdo proselitismo político en las aulas,
impuesta la dirección del Estado a todo evento. La manipulación de todo cuanto
ocurrió en este país y en el mundo, está orientada a una diaria y forzada
plebiscitación de la ciudadanía, porque – con o sin ocasión – debe reiterar
públicamente su adhesión al régimen para un trámite cualquiera de taquilla, la
defensa en un juicio ordinario, la inscripción de los escolares de la casa, la
compra de combustible, etc.
Hay individualidades y sectores que no pertenecen y quizá ni aspiran a
integrarse al poder establecido, pero tienen la propensión a tergiversar los
hechos que condujeron a Venezuela a ser sencillamente lo que es. Acaso, por un
sentimiento antipartidista convertido en tradición, la terquedad es la de negar
los aportes que hizo y pudiera aún hacer
la institucionalidad partidista al país libre y democrático que demandamos,
aunque lo cierto es que la versión que suele deslizarse sobre los propios
acontecimientos de esta centuria que nos redujeron a las actuales
circunstancias, resulta de una grosera simplicidad.
Aquí, nadie está sosteniendo que el dirigente deba ser un consumado académico:
el oficio lo obliga a contar con los conocimientos indispensables y a sostener
una necesaria consciencia histórica, clave del olfato y de las ideas
estratégicas que pueden categorizarlo. A menos que sea un terraplanista siempre en trance de predecir el pasado,
contento con las versiones que fulguran en las redes digitales, amaestrado en
el tablero, desleal competidor político hasta en las propias filas opositoras.
Por mucha y densa que sea la sombra autoritaria, importa mantener vivo,
o, mejor, políticamente vivo el interés por la historia, estimulando o
auspiciando cualesquiera iniciativas reales o virtuales para su difusión y
polémica. Acumulamos una experiencia precursora e inédita en este lado del
mundo, aleccionadora.
Ilustración: LB.
05/08/2025:
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