martes, 16 de septiembre de 2025

Sin sombra, no hay luz

PINK FREUD Y FUENTEOVEJUNA

Luis Barragán

A modo de  ejemplo, la crítica deportiva en nuestro país gozó de una larga y aplaudida tradición no sólo por las libérrimas transmisiones radiales de un gran soporte publicitario, sino por las voces muy reconocidas y autorizadas que solían respetar las exigencias, retos y vicisitudes del propio terreno de juego, a sabiendas que no debían y, mucho menos, podían reemplazar de modo inmediato a sus protagonistas; y, si éste fuera el caso, hablaríamos de una frustrada aspiración por razones de edad, entre otras. La sola idea de un reemplazo - convirtiendo al comentarista en jugador - seguramente hubiese remitido a la vocación, talento y entrenamiento necesario de exponer, como datos fundamentales para explicar las hazañas del béisbol, por mencionar una disciplina, pues, de lo contrario, sólo sería una necedad el descrédito personal del manager, coach o jugador visto y, peor aún, la pretensión de eliminar la práctica, el club y la liga entera.

A no pocos, la política como idea, propuesta, acción y emoción, se les hace difícil de comprender y quizá el dominio académico de una actividad tan inherente al ser humano, comprometida nada más y nada menos que la noción de poder, no siempre lleva a una exacta correlación entre las expectativas y los resultados reales, pero – es la convicción generalizada – cualquiera puede improvisar una opinión y, faltando poco, en nombre de una Hannah Arendt de la que oyó alguna cosa por ahí, sustituir por decreto a quienes de un modo u otro lidian por un destino inevitablemente  compartido. Y, ocurre en el reino de este mundo, a falta del talento, la vocación y el entrenamiento que se suponen indispensables, se cree suficiente denunciar cualesquiera de las calamidades del oficio, sus corrupciones e indeseadas consecuencias, aunque no se tengan las virtudes que exhibió alguna vez el Pink Floyd para reivindicar el rock progresivo con su álbum “The Dark Side of the Moon”, otro ejemplo, diciendo de la avaricia y la locura, la muerte, el tiempo y el conflicto.

Hasta los promotores de una ciudadanía crítica que haga naturalmente crítica ciudadana, están plenamente convencidos de las respuestas de mediano y de largo plazos para resolver problemas de imposible solución en el más corto o breve posible y deseado: con mayor razón en el ámbito político que compromete a toda una sociedad, sin excepción alguna. De un inning para otro, el equipo no tendrá al mejor pitcher ni al hazañoso jonronero, como tampoco el género musical encontrará repentinamente un inédito horizonte, pues, el simple voluntarismo a lo Regis Debray no hace del crítico un ejecutante ideal, ni al manager o director el más inspirado héroe sobre todo cuando se tiene por delante a un implacable régimen político y no, una serie televisiva que rivaliza con las más cotizadas de la industria del espectáculo.

En la política, como aspiración y oficio, todo dirigente se presenta con un determinado historial y equipaje personal que también dirá de sus éxitos y fracaso, en cuanto a preparación, vivencia y experiencia acumulada, y, de tratarse de lugares obscuros que únicamente universaliza - sin más - la llamada y bien conocida antipolítica, sólo podemos admitir los que aporte el psicoanálisis, por citar una escuela, porque no todo es Fuenteovejuna.  Lo cierto es que la mitomanía y la moralina, las del poder y contrapoder, causan mayores estragos al impedir una consideración estratégica de la situación hoy planteada, la necesarísima dimensión que llama y compromete a un esfuerzo creador, que la nada novedosa denuncia de las obscuridades, por lo demás, tampoco exclusivas de la política, lo político y los políticos.

Valga la acotación, lo referido no significa que toda ambición presidencial de aquí en adelante tenga que pasar por una evaluación psiquiátrica bajo la mirada del más alto tribunal de la República, como alegremente se planteó en los años setenta del veinte indicando algunos síntomas en líderes nacionales que ni siquiera se observaron años más tarde en el caso de un aspirante que alcanzó el rectorado de la Universidad Central. Solamente observamos que todo ensayo (algo más que) autoritario, inexorablemente gravita en las regiones del narcisismo que incluye a varios de sus críticos.

Ilustración inicial: Huertas para un texto de Ron Charles, "For this Little family, no stable place in a shiftinh world" (The Washington Post, 25/06/2025); y, posterior: reelaboración de una idea trillada en las redes.

16/09/2025:

https://www.elnacional.com/2025/09/pink-freud-y-fuenteovejuna/

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