DE LA MEMORIA Y EL OLVIDO
Luis Barragán
Dos hechos recientes, consternan profundamente a la opinión pública: el uno, la muerte de un niño inocente frente a las costas de Trinidad y Tobago, cuya primer ministro justifica los disparos propinados por la Guardia Costera a una modesta embarcación; y, el otro, la extravagante fiesta de los enchufados en un tepuy del Parque Nacional Canaima. Sin embargo, ojalá que no, lo más probable es que incurramos en el rápido olvido de ambos eventos, por muy hondo que haya calado en el alma nacional.
Postrado el país ante una pavorosa catástrofe humanitaria que la pandemia agudizó, la realización de los juegos olímpicos de Tokio era un dato distante, echadas de menos las bulliciosas y rentables transmisiones que alguna emisora televisiva local alcanzaba, varias décadas atrás. Sorprendidos, celebramos el récord olímpico y mundial de Yulimar Rojas para una medalla de oro en triple salto, siendo condecorada en 2021 con el Trofeo Comunidad Iberoamericana de los Reyes de España.
Ha ocurrido a lo largo del presente siglo, muchísimos son los acontecimientos públicos gratos e ingratos, que se unieron y unen a las alegrías y tristezas de casa, muy prontamente olvidados. Se ha dicho de nuestra frágil memoria, aunque – si fuera el caso – jamás la supimos tan disparatadamente agravada, como ahora, elevada la negligencia a la jerarquía de un recurso por excelencia del sistema político dominante.
En efecto, siendo tan numerosos los hechos también artificiales que marcan nuestra existencia, suelen reemplazarlos otros, incluso, banales, que están a la merced de un régimen de muy escasos escrúpulos; coletilla quizá innecesaria, nada casual es la hegemonía ejercida sobre todos los medios, absolutamente todos. Así, nuestros triunfos y fracasos pasan por la tergiversación y demolición de una psiquis colectiva quirúrgica y perpetuamente intervenida por los intereses del Estado Criminal que intenta neutralizar cualquier alteración del desorden actual.
Después de asistir a una jornada de
protesta en la Universidad Central de Venezuela (UCV) de escasa asistencia, por
cierto, crece nuestra convicción de los muy jóvenes que no se imaginan siquiera
la Plaza del Rectorado parcialmente ocupada y, mucho menos, las masivas
movilizaciones de tiempo atrás para la defensa de la autonomía. Y los más
adultos tampoco recuerdan las grandes y últimas jornadas de protesta, entre
2014 y 2017, obviando la ya muy trillada
sentencia de Milan Kundera: "“La lucha del hombre contra el poder es la
lucha de la memoria contra el olvido”.
14/02/2022:
https://www.opinionynoticias.com/opinionpolitica/36686-olvido
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