"Una jaula es perversa: no te sofoca sino que te acostumbra a vivir con la mínima cantidad de aire indispensable. Así vivía Misia, eligiendo cada palabra como si tuviera que administrar el aire que entraba y salía de sus pulmones"
María Gainza
("El nervio óptico", EpubLibre, 2014: 80).
Ilustración: Alighiero Boetti.
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