DEL LIDERAZGO CONTINENTAL
Luis Barragán
Convengamos,
en décadas anteriores hubo líderes políticos y referentes morales que
traspasaron las fronteras, como ahora no se conocen. Por cierto, no era
necesario el tránsito por el poder en cada uno de los países de la región para
la extraordinaria proyección internacional de un ideario y de una personalidad,
a veces, involuntaria.
Fundamentalmente, en el siglo XX las
diferentes y prolongadas dictaduras militares que asolaron a América Latina
forzaron el relacionamiento internacional de una dirigencia política que
exploró y encontró afinidades importantes para la defensa de la libertad y de
la democracia, como no lo había conseguido antes de las dos guerras mundiales.
E, incluso, después del triunfo bolchevique en Rusia, alentada una estrategia de definido y
decidido carácter ideológico en el hemisferio, esas afinidades encontraron no
sólo un cauce diferente al proclamar determinados principios, sino
diligenciar ante un Departamento de Estado (EE.UU.) que tardó en asumir los
cambios generados en la época.
Hubo tiranos con una vocación hasta
cierto punto incomprensible de intromisión en otros países, como el dominicano
Chapita Trujillo que tramó un bombardeo de Caracas para acabar con una
experiencia de una accidentada vocación democrática, en 1948. Se hizo inevitable
el protagonismo de Rómulo Betancourt al contener y derrotar las pretensiones
expansionistas de Fidel Castro; o, empleando otro ejemplo ajeno al poder
político, antes que la teología de la liberación fuese un novedoso suceso – incluso - editorial, el obispo brasileño Hélder Câmara
ejercía una poderosa atracción en este lado del mundo.
Sentimos que hoy son muy pocos los
mensajeros de alcance latinoamericano, genuinos y respetados, marcando un rumbo
en medio de los infinitos peligros para las libertades, conscientes que un
aislamiento en los países facilitará la
tarea del Foro de São Paulo y sus derivados. Regímenes como el venezolano, se
han encargado de minimizar esos referentes (recordemos, Chávez Frías temió un
debate al que tuvo siempre dispuesto Vargas Llosa, descalificándolo), tratando
de insuflar artificialmente figuras muy poco señeras, pero – además –
aventajado por las torpezas y afanes turísticos que las consabidas
internacionales políticas aportan.
A las puertas de los comicios
colombianos tan decisivos para el continente mismo, entre los pocos intérpretes
de alcance continental que nos quedan, está Andrés Pastrana. Seguimos de cerca
las vicisitudes del vecino país, pero también de las voces que entienden la
enorme e inocultable trascendencia que los caracteriza.
01/05/2022:
https://www.lapatilla.com/2022/05/01/luis-barragan-del-liderazgo-continental/
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