ÉRASE EL FONDO DE LA CÁMARA
Guido Sosola
La
distribución física de los parlamentarios venezolanos en ambos hemiciclos del
consabido Capitolio Federal Legislativo, por lo menos, a partir de 1959, dependió
del tamaño de cada fracción parlamentaria. En las cámaras del Senado y en la
cada vez más angosta de Diputados, las curules delanteras correspondían a las
más numerosas bancadas, mientras que las filas intermedia y última a las
minoritarias.
En la presente
centuria, luego de las megaelecciones de 2000, el chavismo quiso que se
agruparan en el hemiciclo de trabajo y en el protocolar, conforme a cada entidad federal pretendiendo “ingenuamente”
que la paisanidad y apego regional estaría por encima de las afinidades
políticas e ideológicas. Al dominar la escena, el oficialismo sinceró la
distribución de los grupos naturales.
Muy antes, por
supuesto, los jefes y subjefes de las fracciones con sus viejos aparatos
telefónicos de escritorio, encabezaban las filas. Las noveles figuras se
confundían con las más experimentadas, en una “playa” apenas visible desde el
borde de los incómodos palcos, pero todos sabían, incluyendo las fuentes
especializadas de la prensa, quiénes eran los más destacados parlamentarios por
su verbo, por sus iniciativas y habilidades.
La parte menos
visible aún, incómoda y calurosa, fue la del fondo del hemiciclo, debajo del
techo, a la que frecuentemente estaban destinados los minoritarios, y,
cualquiera, hoy, podría pensar erróneamente que las curules las ocupaban los
más grises y obviados voceros. Sin
embargo, no fue así por tres razones a la mano: más de las veces, se trataban
de brillantes e insoslayables oradores, liderizaban a sus partidos, y, la más
decisiva, periodistas y fotógrafos no
estaban relegados a un palco de prensa, y perfectamente accedían al expositor
casi en penumbras, trastocándolo en una inevitable noticia.
Los manuales
parlamentarios no suele prestarse atención a la distribución de sus miembros en
un determinado espacio físico y, si bien es cierta la necesidad de conceder una
indispensable cercanía de los líderes y estrategas de cámara a la dirección de
debates, no menos cierto es que ella ha de garantizar una igualdad de
oportunidades de visibilidad. a toda y cada una de la membresía. Los hemiciclos
de Guzmán Blanco que sólo garantizan significativamente la mirada casi por
igual a la tribuna de oradores, no están diseñados para la transmisión
televisiva y, aunque las más recientes digitalidades puede salvaguardar esa
igualdad, ubicándonos en los predios del derecho parlamentario, lo conveniente
es echar a la suerte la asignación de las curules.
Desde el fondo
de la cámara, varias veces Domingo Alberto Rangel, Germán Borregales, Edwin
Burguera, Moisés Moleiro, Gustavo Machado, o Jorge Olavarría, por citar algunos
ejemplos, estremecían y deleitaban al país. Otro ejemplo, ¿quiénes dudan que
Jóvito Villalba o Miguel Angel Carpriles, cumplidor de un periplo muy breve por
el Senado, fuesen noticia aunque no estuvieran en la primera fila de las
veleidades?
Reproducciones: Semana, Caracas (1969).
08/07/2024:
https://www.lapatilla.com/2024/07/08/guido-sosola-erase-el-fondo-de-la-camara/
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