DEL IMPREDECIBLE PASADO
Luis Barragán
Días atrás,
por fin, tuve tiempo para ir a la hemeroteca.
Decidí revisar de nuevo algunas revistas de un claro carácter político,
presumiendo haber visto Semana por vez primera a mediados o finales de los
ochenta del veinte, ya que he traspapelado las notas de entonces.
Hubo magazines
de variedades que abordaban el tema político muy bien y puntualmente, al lado
de otras que evolucionaban un poco más a la frivolidad y a una mayor profusión
de fotografías – digamos – estándares. Empero, entre los años sesenta y
setenta, a mi juicio, surgieron algunas revistas semanales o quincenales
muy significativas de corta, mediana y
en algo prolongada duración, como Vea y Lea, Semana, Summa, siendo efímera
Cambio por su escasa vocación comercial y un poco más extendida la militante y
sectaria Reventón, entre otras.
Esta vez, ya
no es necesario el cuaderno y dinero sencillo para las fotocopias, sino la
cámara del móvil celular para luego ponderar en casa los apuntes, repleta la
memoria del perol electrónico. Intuyendo profundidades, es necesario leer lo
indispensable y ganar tiempo clickeando, porque ya los horarios de atención al
público no son los de antes; ganar tiempo, así lo exigen las tres definidas
líneas de investigación que explican ahora nuestra afición por la vieja prensa.
Frente a mí,
la revista Semana, fundada en febrero de 1968, con una junta directiva presidida por Blas Russo Cisneros, dueño de
Yukery; Ciro Urdaneta Bravo, como jefe de redacción; encabezada la empresa
editorial por Leonardo Montiel Ortega, sonoro director de Industrias del
ministerio de Fomento, electo al finalizar el año como diputado por URD. Los columnistas son Franklin E. Whaite y
Aníbal Nazoa, contando con las excelentes gráficas de César Aldana B. y Heberto
Villalobos, teniendo a un magnífico ilustrador como G. Tosa.
En el período
inicial, los redactores fueron René Quevedo Pachano, Moris J. Simón, Carlos
Chávez, Ludovico Silva, Carmen Irene Rivero, Mario Szichman, Rafael Schwart,
Gilberto Agüero y Adel Muhamad Tineo, dirigente socialcristiano, quien logra
establecer un noticiero universitario en el preámbulo de la llamada renovación,
alternativo frente al dominio de la versión marxista de otros medios. Excelente impresión, tinta de buena calidad y
un papel posiblemente de mediano costo, excepto la rutilante portada.
Avanzo en la
revisión, acuciosa y rápida al mismo tiempo en contraste con aquella remota vez
en la que todo era novedad: naturalmente, hoy, soy otro lector. Y también otro
el pasado, frecuentemente impredecible por las perspectivas que surgen y la
presunta inocencia de muchos de los hechos que, en su momento, pasaron inadvertidos.
Avanzo y va
ganando mi respeto la publicación, no sólo por el reportaje central y los
distintos comentarios de las más variadas expectativas dada la campaña
electoral o el nombramiento del gabinete del triunfal Caldera, sino por la
calidad que traslucen las reseñas actualizadas de las breves secciones de
libros, cine y teatro. En esta etapa se equipara a la mejor de la revista
Resumen, fundada en1973 y dirigida por Jorge Olavarría.
Esta emoción
tan particular que me lleva a escribir en la desacostumbrada primera persona
del singular, permite una curiosa y muy probable hipótesis, porque el estelar
marcador permaneció aparentemente inamovible a juzgar por la ligerísima sombra
proyectada en la página del tomo que no la dejó deslizarse por tanto tiempo.
Vale decir, sin que existan otros ejemplares similares en la colección, por
importante que haya sido como referente noticioso y de opinión, durante 43
años, nadie más abrió la revista desde que el otrora muchacho la consultó:
increíble.
Gráficas: LB (CCS, 13/06/2024).
10/07/2024:
https://opinionynoticias.com/opinionpolitica/41532-del-impredecible-pasado
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