Guido Sosola
Todavía peor
ha sido 2023 para la Universidad Simón Bolívar, antes, un referente para todo
el país. Contemporáneos y amigos de muchos años, Herbert Koeneke, tuvo que
mudarse a otro país donde residen sus familiares directos, y, recientemente, Friedrich
Welsch ha fallecido: ambos sintetizan una era de prolongado prestigio y orgullo
para una casa de estudios con decidida
vocación científica y tecnológica, pero de una generosa y amplia
recepción para las disciplinas humanísticas.
Y debo decirlo
por todo el cañón: el único gremio que ha defendido y defiende a la universidad
es el de los profesores, sostenida, valiente y convincentemente. Más amigo del
presidente Caldera que tecnócrata, Ernesto Mayz Vallenilla ponía otra cara
cuando le hablaban de la Asociación de Profesores que prefería no existiera,
pero ni modo, tuvo que calársela.
Es lógico,
plausiblemente lógico que el profesorado denuncie la realidad de una universidad
en ruinas, en evidente ruina. Lo que nos parece absurdo que una voz entre las
autoridades universitarias únicamente designadas por el dedo interventor del
gobierno nacional, amenace al profesor William Anseume, presidente de la APUSB,
por cumplir con su deber de denunciar y de proponer soluciones al drama de
Sartenejas.
Ha sido tan
grosera la reacción de los interventores de la Simón, que por fin provocó la
reacción de FAPUV que nacionalmente expresa a todo el gremio docente
universitario. Un comunicado franco y decidido en respaldo de Anseume, ilustre
muy bien la indignación del país que está perdiendo la noción misma de
universidad.
Se dirá que es
ocioso escribir al respecto, en pleno 31 de diciembre, pero lo creo necesario. ¡Qué mal año para Sartenejas, caramba!
Fotografía: Sede de la APUSB, tomada de su cuenta de Twitter y, además, deseada por las autoridades universitarias como oficina de los remodeladores del régimen.
30/12/2023:
https://www.lapatilla.com/2023/12/30/guido-sosola-defendamos-a-sartenejas/
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