"Abre de nuevo los ojos y vuelve a palpar los escalones con la mano izquierda para bajar hacia la luz difusa. Entonces oye los tacones que resuenan en el pasillo del piso superior. Tratando de no tocar los fragmentos de los lentes rotos, empieza a subir apoyándose en las manos y las rodillas. No hay duda alguna. ¡Son los tacones de la mujer! Golpea la barandilla de hierro con el puño y también le pega varias veces con su pesada cartera. Aunque ella no pueda oír, quizá pueda sentir las vibraciones"
Han Kang
("Las clases de griego", Lectulandia, S/l, S/f: 86)
Ilustración: Franck Gerard.
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