martes, 17 de junio de 2025

Acá y allá

LOS PRISIONEROS DE MÁS ALLÁ

Luis Barragán

Por supuesto, duelen los de más acá, pero – también -  han de doler los de más allá, pues, los delincuentes - por iniciativa propia o por encargo - constituyen una minoría de los centenares de aprehendidos. La mayoría de los venezolanos que llegaron a Estados Unidos, muchos como protagonistas de una travesía épica de la que suelen hablar con atinada prudencia, no lo hicieron por aventura, gusto y deleite, cuales viajeros de Indias que convierten el desarraigo en un oficio y una apuesta; menos, un significativo porcentaje de coterráneos que salieron de nuestro país exactamente por su desempeño político, recalquemos, no otro que político.

Casos como el de Leonardo Gómez y Gregory Sanabria, por ejemplo, ilustran la amarga ironía del exilio forzado que nunca quisieron. Ambos perseguidos, el uno, por cierto, militante de Encuentro Ciudadano, hubo de abandonar el estado Apure, pasando de Guayaquil a Dallas tras un duro periplo semejante al del otro, cuyas luchas cívicas lo condujeron a la cárcel y, luego, prohibida la salida del país, logró alcanzar los predios de Houston.

En distintas circunstancias, arribaron a Texas y todavía en trámites del respectivo asilo político de una muy holgada probanza, fueron detenidos por las autoridades del país de una reconocida y prolongada vocación democrática. País soberano que tiene y decide sobre el complejo problema migratorio que sufre, pero que, al mismo tiempo, debe reparar que dos ciudadanos de limpios antecedentes, bregadores por la libertad, entre otros, merecen la comprensión y el consiguiente amparo humanitario.

Leonardo y Gregory, finalmente, pueden ser deportados a El Salvador o a Venezuela, sin que sepamos cuál alternativa es peor. Quizá lo es la desorganización social de la diáspora venezolana y la negligencia de sus más importantes dirigentes, con las excepciones del caso, que no hacen posible siquiera respaldar moralmente y ayudar a sufragar en lo posible los gastos judiciales a que hubiera lugar, pareciendo impensable alguna diligencia ante las autoridades del país centroamericano o las que suponemos naturales ante las gubernamentales de Washington.

Imposible perder la fe en medio de las peores circunstancias atravesadas, añadidos los forzados a incursionar en territorio extranjero, reiterando: realmente forzados, en contraste con los muchos de los que literalmente inventan historietas. Por lo demás, ¿cómo la administración Trump puede convertir a los dos paisanos en cuestión en sus propios presos políticos al confundirse y mal interpretar lo que ocurre en este lado del mundo?

17/06/2025:

https://www.elnacional.com/opinion/los-prisioneros-de-mas-alla/

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