LA UNIVERSIDAD, ENTRE SAN BLAS Y ALMAGRO
Luis
Barragán
Extraordinario
el reciente discurso de recepción del premio Alma Mater UCV 2023, pronunciado por la Dra. Gioconda Cunto de San
Blas (https://giocondasanblas.blogspot.com/2023/06/discurso-de-recepcion-del-premio-alma.html?m=1&s=08).
Supimos por vez primera de ella, gracias al premio que le concedió
tiempo atrás la Asociación de Profesores de la Universidad Simón Bolívar, y,
ahora, con el adecuado y valiente acento que las circunstancias imponen, ha
dado una respuesta que demasiada falta hizo el 26 de mayo al frustrarse las
consabidas elecciones de autoridades en la ciudad de Villanueva.
Voz
eminentemente académica que reconoce la política, la inevitable política en la
vida universitaria y, curiosamente, es una bióloga molecular y bioquímica de
evidente sensibilidad literaria, con sobriedad supo alertar sobre los cambios
ocurridos en el mundo durante estos catorce años y la atención que la
ciudadanía presta a lo que puede acontecer en la casa de estudios, luego de la
“jornada bochornosa” del 26. Imposible soslayarla por la opinión pública
nacional, por lo que con sobrada razón
la comunidad universidad no debe darle la espalda, siendo un mensaje de
indispensable lectura de todo aquel al que le corra sangre por las venas.
Sobre
todo, porque está pendiente la nueva convocatoria electoral que, muy
probablemente, reclame una segunda vuelta para la definitiva resolución de lo
que puede ser un drama ilimitado gracias a la naturaleza del régimen que
prevalece en Venezuela. Lejos de arredrarnos, ha de fortalecernos atendiendo
los inmensos desafíos que, dentro o fuera del país, tenemos los venezolanos
para salvar a la universidad, salvando al país y viceversa.
No
cabe duda que el madurismo quiere echarle la mano a la UCV, dada su innegable
proyección, ubicación estratégica e instalaciones, pero nunca ha logrado
generar fórmulas convincentes y propias en el sector estudiantil y profesoral.
Lo intentó en los inicios del siglo, e,
incluso, interpretándolo por entonces como parte del proceso
constituyente, tomó por la fuerza la sede rectoral, secuestrando al Dr.
Giuseppe Giannetto con la idea de que cediera el rectorado al Dr. Agustín Blanco
Muñoz que aguardaba en la esquina: un grotesco acto de violencia que resistió
gallardamente el legítimo rector, denunciando la confabulación que implicó
también a la dictadura cubana que entrenó a los tomistas.
Fracasada
de antemano cualquier opción protagónica y abierta, el oficialismo ha optado
por candidaturas encubiertas, en buena medida secundarias, o apenas visibles. La
mano peluda va moviendo las piezas, sin dejarse ver por la opinión pública, con
la idea de enredar la situación, poniendo a prueba la resistencia de una
comunidad a la que de un modo u otro
atemoriza.
Digamos
de dos perspectivas: la una, de San Blas que no teme en denunciar los hechos,
pero insiste también en una labor pedagógica. Intensificar la campaña para
elevar las banderas de la autonomía, implica saber qué es la universidad, por
qué defenderla y reivindicar la autonomía misma, como un aporte a la liberación
de Venezuela.
La
otra perspectiva, la de Luis Almagro, el secretario general de la OEA, quien
sorprendió a todo el mundo, tiempo atrás, proponiendo la coexistencia con los
opresores en Venezuela. Esto es, entregar a la universidad para comunalizarla.
Fotografías: LB (UCV, 31/12/2023).
04/06/2023:
https://www.lapatilla.com/2023/06/04/luis-barragan-la-universidad-entre-san-blas-y-almagro/
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