DEL ÉXITO COMERCIAL AL CULTURAL
Luis Barragán
El nuevo
propietario de Twitter ha decidido cambiarle de nombre a la exitosa empresa y
experiencia comercial, trastocando otras facetas. Y tan poderoso es todavía el
alcance mundial de la firma que millones de personas, algo desconcertadas, se
mantienen fieles a pesar de ofertas también atractivas, como la novísima Threads.
Más de diez
años en el mercado digital de claras tendencias monopólicas, avalan la masiva
adscripción a la transnacional del pájaro azul (“Larry the Bird”), ahora
reemplazado por una letra negra que posiblemente autorizó el correspondiente
estudio. No obstante, el mayor cambio de identidad, probable preámbulo a una
distinta diagramación, radica en el lenguaje.
En efecto, la denominación mercantil viene del término
inglés “twitter”, pajarito que pía: “tuit” en lugar de “pío”. Una rápida
consulta en línea advierte la onomatopeya “tweet” que, antes, solían escribir
“Tweed”, como todavía acostumbramos a poner.
El sustantivo
se convirtió con el tiempo en un verbo que, nada más y nada menos, la Real
Academia Española también aceptó: Tuiter y Tuitear, naturalizando ambos
anglicismos. Así, corroboramos un
éxito tan grande, profundo y,
aparentemente, perdurable de una marca comercial trastocada en hecho cultural.
Valga el
ejemplo venezolano, la marca “PAN” es la precursora que se hizo equivalente a
la harina precocida de maíz, un producto alimenticio nacional que legitimó y
llevó la arepa de instantánea preparación a la mesa con un rango semejante al
pan de trigo y, ya vencida la patente, no impidió que surgieran otras marcas
semejantes en el mercado. Es decir, sin la ventaja de un visado académico, el
nombre se confundió con el género mismo, como ocurrió muy después con Twitter.
No obstante, debidamente registrada la marca comercial, con el beneficio
publicitario que comporta cualquier
alusión directa e indirecta, no entendemos el motivo para que Elon Musk
menosprecie el uso de términos que, por los días que corren, ya fueron
sustituidos en la versión española: “postear” y “repostear”, no remiten al
rótulo X, como sucedió eficazmente con “tuit” y “tuitear”, respeto a “Tuiter” o “Twitter” de una larga e intensa
masificación.
Collage: Alper Özer/SZ, fotografiado por Angela Weiss/AFP (https://www.sueddeutsche.de/wirtschaft/twitter-elon-musk-uebernahme-social-media-1.5683260?reduced=true).
28/08/2023:
https://guayoyoenletras.net/2023/08/28/del-exito-comercial-al-cultural/
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