(CONTRA)SENTIDO
Luis Barragán
Inevitable, el
discurso público es portador y referente de valores, o, mejor, antivalores. El
poder político efectivo juega con las multitudes para las multitudes,
reafirmándose como el único animador y articulador que golea a la fuerza a contrarios atados de mano..
Los partidos
del siglo XX, dígase lo que se diga, fueron escuela ética y agencias de
socialización política, incluyendo a las individualidades y tendencias más
idealistas, paradójicamente, cual moneda verdadera, frente a la grosera desviación
utilitaria, moneda falsa. Valga acotar, la descomposición experimentada que
finalmente dio paso al socialismo del siglo XXI, no fue distinta a la de las
organizaciones de la sociedad civil, léase asociación de vecinos, gremio profesional,
empresarial, laboral, o cualesquiera otras instancias que engreídamente supusieron
que estaban por encima de toda debacle democrática y, en última instancia,
económica como si jamás hubiésemos tenido un destino compartido.
¿Huelga insistir
en la recuperación y el sostenimiento de
las libertades públicas que tendrán como soporte también fundamental a los partidos,
al menos, hasta que se invente otra fórmula democrática y de convincente representación?;
¿por qué de la persistencia en destruir la institución e institucionalidad
partidista misma, so pretexto de la inconformidad, rechazo y animadversión que
algunos puedan ocasionar? Por supuesto que hay inconsecuencias, flaquezas y
debilidades, ¿pero tratamos de un fenómeno consustancial al partido político, u
otro harto generalizado que atañe a un proceso de disolución social
suficientemente advertido con antelación?; ¿es que, acaso, por sí mismas, las
redes digitales aportan los dirigentes real y literalmente políticos que
necesitamos para una tarea que supera con creces las artes de la mecanografía
interestelar y narcisista?
El país que
importa y comercializa cantidades monumentales de motocicletas, emplea los
espacios públicos como estacionamiento seguro y el más arbitrario
desplazamiento, convertidas prácticamente en la única fuente de empleo para
jóvenes sin mayores oportunidades que ni siquiera deben estudiar para obtener
la licencia, ¿no es un ejemplo? Perdida la noción de urbe, urbanismo y
urbanidad, predomina el contrasentido en las calles de un extraordinaria
conveniencia para el poder establecido, y ahora más que nunca resulta inexistente
la normativa de tránsito, abiertas las aceras y demás posibilidades peatonales,
como autopistas para los motorizados: esto, enfermizo y continuo en la
presente centuria, ¿no constituye una diaria escolarización del abuso e
impunidad?
Esporádicamente,
apreciamos algunos grupos de jóvenes escultistas recordando que muy antes
aportaban disciplina, habilidades, cohesión, y, en definitiva, valores como las
incontables organizaciones deportivas para niños y jóvenes de libre iniciativa,
aunque el leninismo de los años sesenta denostaba de los boys scouts por la colaboración ocasionalmente recibida de sectores
privados. La Iglesia Católica, al igual
que otras creencias organizadas, mantiene en pie distintas iniciativas que le
otorgan un sentido de vida a quien desea una alternativa diferente a la que
prevalece y profundiza la discursividad del poder.
Observemos, hay
escuela de delito, cuando la enseñanza es sistemática, profunda y consistente,
en atención a las exigencias propias de un oficio susceptible de perfeccionamiento
y, consabido, transnacionalización; tenemos la antiescuela, respecto al delito
irresponsable consigo mismo, espontáneo, perpetuamente desaprendido, supeditado
a una anomia constante y mutante, fundado en una circularidad viciosa. A este
par de herencias deberemos responder en un futuro próximo, en el que la
aspiración y búsqueda del poder legítimo ha de convertir a los partidos
democráticos igualmente en una experiencia de ética y pedagogía ciudadana,
sabiéndose servidores en lugar de servidos.
Partidos a contracorriente que le den sentido principalmente a las nuevas generaciones, abriéndole caminos al esfuerzo intergeneracional. El destino del país no debemos rifarlo en una mesa de juego repleta de apostadores, es el llamado vital.
22/10/2024:
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