PROFESIONALES DEL DESEMPLEO
Luis Barragán
Innegable la destrucción
del mercado laboral en Venezuela, evadiendo
el exigente debate económico, tendemos sólo a quejarnos pública e incansablemente
respecto a las insuficiencias del salario real frente al asedio constante y
macabro de la inflación. Poco sabemos de
las cifras de desempleo en un país en el que, muy antes, el solo reconocimiento
oficial del 8%, provocaba un escándalo de duras resonancias gremiales y
parlamentarias. Y es que, hoy, según el canon, no luce fácil precisar la tasa
correspondiente, porque no se conoce la cantidad de personas efectivamente
ocupadas para dividirla entre el monto total de los ocupantes del territorio nacional,
comprendido entre 18 y 65 años de edad.
Las encuestas
interesadamente divulgadas, privilegian las candidaturas presidenciales y
escasamente revelan una data socialmente sensible de obvio riesgo político, dada
la vocación represiva del régimen, además del costo económico que acarrea una
metodología más cuidadosa para la recolección, clasificación e interpretación
de la información. Parecido a los tiempos de la consabida pandemia, mientras no
se supiera el número de las víctimas entre los residentes del edificio, en casa
nos creímos la excepción.
La banca
privada no cuenta con los viejos esplendores que le concedieron una
extraordinaria capacidad empleadora de los más jóvenes, u, otro ejemplo, la
industria de la construcción está delimitada a los pocos afortunados que pueden
edificar en medio de la devastación urbana, a veces, levantando suspicacias. Al
respecto, por lo menos, años atrás, podía denunciarse a los adecos que
controlaban los sindicatos de la construcción y la oferta de trabajo, pero –
ahora – son los colectivos, logias o entidades de dudosos afanes gremiales,
adscritos al gobierno de tan prolongado turno, los que ejercen descaradamente
el monopolio aún para la más modesta remodelación que pretenda cualquier hijo
de vecina.
La notable
profusión de las ventas supuestamente (de)ambulantes de comida chatarra,
amparada por un eufemismo que encubre la guerra urbana contra el legítimo
comercio formal, convierte a los novísimos emprendedores en campeones de la
explotación del esfuerzo ajeno. Demasiado grandes y visibles son los
contingentes de subempleados y falsamente empleados de destrezas muy
elementales, atendiendo los carros hamburgueseros, por supuestísimo que de
precios dolarizados, cuyos propietarios jamás se entienden con una
fiscalización ministerial del trabajo o sanitaria, las autoridades tributarias
o las del INCES, siendo exclusivos devotos de quienes le otorgaron tan particularísima
concesión en los espacios públicos, en la calle que ya no es para andarla.
Debe llamar a
Mandrake el perro-calentero que sabe del altísimo costo de una demanda laboral
e intuye la respuesta del inspector del trabajo, porque la normativa es
absolutamente ornamental, los principios
se hicieron para cambiarlos según el gusto del burócrata socialista, y no hay
más institución que la consigna por excelencia referida al presidente-obrero.
¿Para qué versar en torno a la seguridad social, las condiciones ambientales de
trabajo, o la OIT, teniendo por única fuente del derecho laboral los discursos
de Maduro Moros y la asombrosa situación macroeconómica que destila en el
ámbito microeconómico?
Los
profesionales de la desocupación predominante en el país, saben que los más
sortarios que consiguen cupo en las nóminas de la administración pública, tienen
por esencial actividad la del bullicioso proselitismo asegurado por la bonificación
en lugar del salario, y la bolsa de comida en reemplazo de las prestaciones sociales
tan devaluadas que es más caro diligenciarlas que cobrarlas, convidados a hacer
méritos a través de la delación e, incluso, los actos violentos. La normativa constitucional, legal y
reglamentaria, trátese del derecho del trabajo o del administrativo, están
integrados a un formalismo estetizante, campeando la tercerización, y ganadas
las condiciones requeridas por las zonas económicas especiales que apuntan a
una radical flexibilización laboral.
Fotografías: LB (CCS, 22/08/23).
29/08/2023:
https://www.elnacional.com/opinion/profesionales-del-desempleo/
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