EDUARDO FERNÁNDEZ Y EL CENTRO POLÍTICO
Ricardo
Combellas
«El
primer punto del cambio político tiene que ver con la necesidad de sustituir la
cultura de la confrontación por una cultura del diálogo civilizado y de la
búsqueda de consensos para facilitar la solución de los grandes problemas
nacionales».
Eduardo
Fernández, Ideas para el cambio.
El
centro político es el reino de la moderación, de la prudencia, donde como diría
Maquiavelo predominan el juicio y la reflexión. En la democracia moderna el
centro es la salvaguarda frente a los excesos, donde convergen los consensos
tan necesarios para su robustez, su crecimiento y su durabilidad. Si analizamos
nuestra historia, la democracia solo realmente floreció gracias al acuerdo y la
permanente negociación, donde se moderaron las pasiones y se evitaron los
excesos. Los hombres del centro político no nacen, se hacen, aunque ciertas
condiciones innatas a cada ser humano lo facilitan o lo dificultan. En
Latinoamérica nuestros mejores y exitosos líderes pertenecen al centro
político; algunos transitaron el camino
desde la derecha, otros desde la izquierda, cobijados en el centro
lograron su mejor obra, por ello serán siempre gratamente recordados.
Betancourt, Caldera, Aylwin, Frei, Lagos, Sanguinetti, Cardoso, para solo citar
algunos, representaron con éxito ese papel de ejemplares líderes del centro
político.
Eduardo
Fernández siempre ha pertenecido al
centro político, sus cualidades innatas propenden a ello. Su temperamento
calmado, su sencillez, su apertura al diálogo , lo favorecen. Es un hombre sin
odios, un esposo y padre de familia ejemplar, un ser humano formado en los
ideales y valores de la Doctrina Social de la Iglesia, donde el servicio al
prójimo es la meta ordenadora de la praxis política.
Pienso
y sigo sosteniendo que Eduardo era, y lo sigue siendo, el hombre mejor
calificado, por sus ideas y amplia experiencia, para conducir la inevitable
transición, que ante los estertores del ciclo histórico que agoniza, representa
la mejor opción para conducir el difícil tránsito que se nos viene encima. Soy
osado en mi afirmación confieso, pero es que el desafío que se nos viene
encima, como una suerte de tsunami, si no superamos lo que acertadamente
Eduardo califica como la dialéctica de la confrontación, nos conducirá
inevitablemente a lo que nadie sensato desea: violencia, guerra civil y
enfrentamiento entre venezolanos.
Semanalmente
Eduardo, en sus artículos de opinión, presenta sus ideas sobre la situación del
país, las revelaciones de nuestra traumática experiencia histórica como nación,
algo que no podemos olvidar, así como
sus propuestas de políticas fundamentales para asumir el cambio, y los modos,
la estrategia, para llevarnos con éxito en una ruta segura que nos conduzca al
progreso, la paz y la democracia.
No
se ha atendido, no se ha oído, lo que es más grave, el eje de la propuesta
política de Eduardo Fernández: la construcción de un Gran Acuerdo Nacional
alrededor de un programa para superar la gravosa crisis en que estamos
inmersos. Para llevar adelante una estrategia con aspiraciones de éxito,
Eduardo nos lo recuerda con énfasis: “No basta con cambiar el gobierno, es
indispensable tener presente que debemos conjugar tres verbos: ganar el proceso
electoral, cobrar, es decir, hacer efectivo el triunfo y la transmisión del
mando y, luego, gobernar conforme a la expectativa de la nación”.
El
pasado martes 25 de junio, Eduardo Fernández presentó en la UCV, “la casa que
vence las sombras”, una selección de sus artículos sobre la problemática que
estimuló esta reflexión, con el título Ideas para el cambio. Mi mayor deseo es
que el pequeño libro no caiga en saco roto, sino todo lo contrario, que abra el
camino a una reflexión sobre lo que está en juego: nada más, pero tampoco nada
menos, que el destino de nuestra querida Venezuela.
Fotografía: https://polonazionaleipovisione.it/breve-diario-di-un-equilibrista-2/
01/07/2024:
https://www.elnacional.com/opinion/eduardo-fernandez-y-el-centro-politico/
Cfr.
https://apuntaje.blogspot.com/2024/07/oteando-el-futuro.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario