"NINGÚN PROFETA ES BIEN VISTO EN SU TIERRA"
Domingo 4C TO 30 enero 2022
(Lc 4, 21-30)
(Diálogo sobre el Evangelio de hoy:
Fracaso en su pueblo)
José Martínez de Toda, S.J.
En el evangelio de hoy aparece el
primer fracaso de Jesús. ¿Cómo ocurrió?
Jesús comienza su vida pública, recorriendo la
Galilea, y allí su fama se extendió por toda la región (Lc 4,14). Y un día
apareció en Nazaret, su pueblo donde se crió y creció.
El sábado fue a la sinagoga. Le invitan a leer la
Biblia y predicar. Lee unas frases del profeta Isaías (61,1-2), que habla a
favor de los pobres, los cautivos y los oprimidos… Y Jesús dice que ésa es su
Misión: ayudarles a conseguir su liberación.
Al principio todos lo escuchan con agrado y
satisfacción.
Pero la situación da un vuelco repentino y comienza
a aparecer la agresividad de la gente contra Jesús.
¿Cuál fue la chispa que motivó el
cambio?
Quizá en ese momento algunos le dijeron a Jesús:
- ‘Haz aquí los milagros que hiciste en Cafarnaúm’.
¿Por qué piden milagros?
- Primero: se sentían celosos y envidiosos de
Cafarnaún, donde había hecho tantos milagros. Ellos pensaban que Jesús debía
hacer más milagros aún en su pueblo natal que en Cafarnaún. Debía preferir a
los de su pueblo.
- Segundo: Cafarnaún era una ciudad grande, de mucha
pesca y comercio, y en ella había muchos gentiles. Éste era su defecto. Jesús
debía preferir a Nazaret, donde todos eran judíos, del pueblo elegido por Dios.
- Tercero: a los judíos de Nazaret no les gusta la
interpretación que hace Jesús del texto de Isaías. Los judíos piensan que el
texto de Isaías (61:1) se refiere sólo a Israel, como pueblo oprimido por los
romanos. Él debe trabajar para liberar al Israel cautivo. En otras palabras, el
Mesías debe salvar a Israel, ponerlo al frente de las naciones, y debe vengarse
así de todos sus enemigos.
¿Cómo manifiestan su descontento?
Haciendo comentarios mal intencionados, de un
escepticismo absoluto:
- "¿No es éste el Hijo de José?"
(Lc 4,22).
- "¿De dónde le viene a éste esta sabiduría
y estos milagros?" (Mt 13,54).
Como diciendo: “¿Quién se cree Jesús que es?”
¿Qué responde Jesús a todos esos
chismes?
Seguramente Él trató de explicarse:
Primero: Jesús no tiene una misión restringida sólo
para el pueblo judío. Es universal (eso significa ‘católico’). El verdadero
Dios está a disposición de todos, especialmente de los pobres, de los más
necesitados y de los humildes, que tengan fe.
Y cita dos casos muy conocidos en el Antiguo
Testamento, en los que aparece una preferencia de Dios por los no
judíos:
- El primer caso es el de Elías. En
medio de una amenazante sequía, Dios mandó a Elías que le pidiera pan y agua a
una viuda pobre y gentil de Sarepta, cerca de la ciudad de Sidón,
es decir, en territorio extranjero. Ella protestó que solo tenía una barra de
pan para ella y su hijo, y que después morirían. Elías le pidió que obedeciera
con fe, y le prometió: “La tinaja de harina no escaseará, y la botija del
aceite no disminuirá, hasta cuando Dios traiga lluvia sobre la haz de la
tierra” (1 Reyes 17:1-24). Ella respondió con fe como le pidió, y fue fielmente
recompensada. Su hijo murió, pero Elías lo resucitó.
- El segundo caso es del profeta Eliseo,
que no curó a ningún leproso israelita, habiendo tantos en Israel, sino a Naamán,
también un extranjero y gentil (2 Reyes 5, 1-19), y además comandante
del ejército sirio. La mención de Naamán debió ser particularmente
amarga para los judíos, pues les recordaría la presencia de soldados romanos
que en ese momento ocupaban Israel.
Además, Jesús les dice que Él no ha venido a salvar
a los santos, sino a los pecadores.
“Entonces todos en la sinagoga se llenaron de ira,
oyendo tales cosas” (v. 28).
Y Jesús concluye:
- “Les aseguro que ningún profeta es bien recibido
en su propia tierra”.
¿Por qué un profeta no es aceptado en
su tierra?
En la Biblia, profeta no es simplemente el que
predice el futuro.
El profeta esencialmente es el vocero de Dios. El
profeta no puede hablar exclusivamente según le digan sus amigos y paisanos.
El profeta dice las verdades, aunque sean amargas,
y esto es lo que les mete en problemas. Se hacen impopulares y
contraculturales.
Y así ocurrió en la larga historia de Israel, que
rechazó a tantos profetas.
¿Logró Jesús convencerlos?
Nada. Más bien, quieren apedrearlo. Pero estaba
prohibido hacerlo dentro de la ciudad (Lev. 24:14; véase también Hechos 7:58;
14:19).
Por eso, lo llevan fuera de ella, e intentan
despeñarlo o empujarlo por un barranco a un nivel más bajo, para que la
multitud pueda tirarle piedras desde arriba.
Pero Jesús fría y majestuosamente se abrió paso
entre ellos y se alejaba…
(Estos DIÁLOGOS se hallan en www.homiletica.org como Guiones radiofónicos, clikando en
José Martínez de Toda, S.J. - martodaj@gmail.com , para que las laicas/os los lleven a
la radio.
Ilustración: Michael TMAD Finney.
Misa Cardenal Baltazar Porras: https://www.youtube.com/watch?v=iratvfQK3eI
Reflexión Padre Arturo Peraza: https://www.facebook.com/arperaza/videos/603557840713480
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