Neoperezjimenismo

LA TRANSFORMACIÓN DEL MEDIO FÍSICO SIGLO XXI

William Anseume

Marcos Pérez Jiménez nació un 25 de abril. Su recordación no puede ser nada  grata para la mayoría de los venezolanos. A pesar de los esfuerzos notables que hacen algunos en el país nacional y en algunas instituciones influyentes en la vida educativa, social y política, como en la UCV, con proyección reciente de películas y reconocimientos de altas figuras de su gobierno dictatorial.

No podemos olvidar que en el plan para Venezuela, en medio de la Internacional de  las Espadas, que estaban esparcidas también en América Latina y se defendían entre países gobernados con mano dura y cruel por militares estuvo, para el Gran Ideal Nacional, la propuesta llevada a cabo con mucho cemento, mucho asfalto y mucho material traído de afuera, como el granito o el mármol, la que mentaron: Transformación del Medio Físico. Surgieron así, principalmente en Caracas y algunas capitales importantes con menos furor, autopistas, edificaciones y oropeles.

Muy llamativa a la vista y el uso la transformación básicamente de una ciudad que, rural, se modernizó, muy convincentes acerca del supuesto buen uso del erario público, pero siempre con sus respectivas mascadas por arriba y por debajo. ¿Quién iba a atreverse a cotejar los gastos, las inversiones y las coimas? ¿Quién? ¿Quién iba a preguntar cuánto costó el Hotel Humboldt y cuánto le quedó a los negociantes? ¿Quién? ¿Y para qué? dirán los más desinteresados en el tema de la corrupción que nunca ha sido de gran interés nacional, por cierto. Casi nadie sabe que estamos en la actualidad entre los cuatro primeros países del mundo en la materia y muy cercanos al primer lugar, según quienes se encargan de medir esos factores.

Pero, mientras la ciudad se modernizaba, se mejoraba en su apariencia física grandilocuente, los trabajadores, en el decir sabio de monseñor Arias Blanco en su más que convincente pastoral del primero de mayo de 1957, se veían aplastados por el poder que los ignoraba, con sueldos que no alcanzaban para comer, con una desprotección social que los llevaba cada día más abajo en los niveles de miseria. Por no hablar de la distinción entre los cobros femeninos y los masculinos por el mismo trabajo -mandaban los militares, hombres-. La pastoral nos revela el trato cruel a los trabajadores. César Rengifo en una de sus obras de teatro censuradas por aquel régimen indicaba en una imagen feroz la situación, refiriéndose a que el cemento de la construcción lo mezclaban con osamentas humanas.

Y así va, emulándose aquello en el socialismo del siglo XXI, tan militar y tan policial en su dominio de la sociedad. Si los más alcahuetes del poder sostuvieron el discurso conveniente para aquellos de que quien no se metiera con el gobierno o en política estaba bien y seguro, ahora pareciera retomarse esa idea del Gran Ideal Nacional. Sin utilización magnánima ni muy impactante de grandes recursos. No hay grandes edificaciones sólidas, ni vías nuevas relucientes; les basta con pintarrajear y remozar para creer que impactan enormemente a la galería que aplauda, a conciencia de lo que ocurre. Mientras, los trabajadores ven desaparecer el salario y el dólar a un tiempo. Con ellos la comida, la existencia, la supervivencia suya y familiar.

Nada tenemos que celebrar por el nacimiento del dictador de Michelena que ahora recuerdan discursiva y materialmente de diversos modos, como si el país careciera de memoria. La amnesia está ubicada en otros lares. Menos mal. 

26/04/2025:

https://www.elnacional.com/opinion/transformacion-del-espacio-fisico-siglo-xxi/

Gráficas tomadas de: https://www.facebook.com/p/Marcos-Pérez-Jiménez-100063942570939/?locale=ar_AR